Científicos de la Universidad de Stanford (EE.UU.) y la empresa israelí de tecnología defensiva Rafael han elaborado el programa ‘PowerSpy’. Este protocolo permite espiar a los usuarios de teléfonos inteligentes analizando la velocidad a la que se descarga la batería del dispositivo, informa la revista ‘The Wired‘.
A medida que baja la intensidad de la señal de la red telefónica, aumenta el gasto de la batería, lo que permite localizar al usuario con un 90% de precisión. Además de para el espionaje, la nueva tecnología podría utilizarse con fines comerciales para ventas personalizadas.
Científicos de la Universidad de Stanford (EE.UU.) y la empresa israelí de tecnología defensiva Rafael han elaborado el programa ‘PowerSpy’. Este protocolo permite espiar a los usuarios de teléfonos inteligentes analizando la velocidad a la que se descarga la batería del dispositivo, informa la revista ‘The Wired‘.
A medida que baja la intensidad de la señal de la red telefónica, aumenta el gasto de la batería, lo que permite localizar al usuario con un 90% de precisión. Además de para el espionaje, la nueva tecnología podría utilizarse con fines comerciales para ventas personalizadas.
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