Altos cargos alemanes, incluidos varios ministros y funcionarios responsables de comercio, finanzas, economía y agricultura, han sido víctimas del espionaje masivo de parte de EE.UU., según se desprende de los nuevos documentos secretos filtrados por WikiLeaks. En general han sido 69 los telefónos, incluidos los del asistente personal de la canciller Angela Merkel, los espiados por la NSA en el transcurso de dos décadas.
Además, Reino Unido espió y compartió con EE.UU. conversaciones de funcionarios alemanes sobre la búsqueda de una solución a la crisis griega.
Al menos un documento clasificado versa sobre la comunicación mantenida por Merkel y su asistente personal el 11 de octubre de 2011. En esta conversación Merkel reveló los desacuerdos en las posturas sobre la crisis griega mantenidas por miembros de su Gabinete, como el ministro de finanzas Wolfgang Schnaeuble, así como cpor altos cargos europeos, como el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, el del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Además, en aquella conversación Merkel expresó la necesidad de presionar a EE.UU. y a Reino Unido para que ayuden a imponer una tasa europea a las transacciones financieras. Pese al carácter ultrasecreto de este documento, EE.UU. permitió compartirlo con los países forman parte de la alianza de Inteligencia ‘Five Eyes’ (Cinco Ojos en español): Canadá, Nueva Zelanda, Australia, y Reino Unido.
Nuevas filtraciones de WikiLeaks revelan que EE.UU. espió masivamente conversaciones de políticos alemanes sobre Grecia durante varios años. Incluso fueron interceptadas las comunicaciones entre la canciller Angela Merkel y su asistente personal.
Altos cargos alemanes, incluidos varios ministros y funcionarios responsables de comercio, finanzas, economía y agricultura, han sido víctimas del espionaje masivo de parte de EE.UU., según se desprende de los nuevos documentos secretos filtrados por WikiLeaks. En general han sido 69 los telefónos, incluidos los del asistente personal de la canciller Angela Merkel, los espiados por la NSA en el transcurso de dos décadas.
Además, Reino Unido espió y compartió con EE.UU. conversaciones de funcionarios alemanes sobre la búsqueda de una solución a la crisis griega.
Al menos un documento clasificado versa sobre la comunicación mantenida por Merkel y su asistente personal el 11 de octubre de 2011. En esta conversación Merkel reveló los desacuerdos en las posturas sobre la crisis griega mantenidas por miembros de su Gabinete, como el ministro de finanzas Wolfgang Schnaeuble, así como cpor altos cargos europeos, como el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, el del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Además, en aquella conversación Merkel expresó la necesidad de presionar a EE.UU. y a Reino Unido para que ayuden a imponer una tasa europea a las transacciones financieras. Pese al carácter ultrasecreto de este documento, EE.UU. permitió compartirlo con los países forman parte de la alianza de Inteligencia ‘Five Eyes’ (Cinco Ojos en español): Canadá, Nueva Zelanda, Australia, y Reino Unido.
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