Desde que se expandieron los routers Wi-Fi en operadoras de todo el mundo, han existido redes abiertas. Pequeños grupos de aficionados se unían para crear redes que conectaban dos puntos lejanos. No nos podremos olvidar nunca de la moda, por ejemplo, de crearantenas direccionales con latas de Pringles.
¿Qué fue de las redes abiertas y gratuitas? ¿Tan solo nos podemos quedar en los pocos despistados que aún no le ponen contraseña a sus redes inalámbricas? Un simple vistazo desde nuestros móviles en cualquier calle de una gran ciudad y podrás ver decenas de redes cerradas. ¿Qué pasó?
FON y las redes abiertas
Los años han pasado y no fue hasta que FON nació que se vio el potencial de las redes abiertas. La premisa era sencilla: compra un nuevo router o modifica el que ya tienes (en la época solo un modelo) para que tu red se parta en dos: una privada para ti y otra abierta para usuarios registrados de FON.
Si compartías Wi-Fi, podías acceder a una red global de redes abiertas, simple y sencillo. El problema está en que no mucha gente quiere modificar su router, tampoco comprar un nuevo aparato que conectar solo para partir en dos tu red. La solución de FON fue llegar a buenos términos con operadoras e integrarlo.
Aprovecharon el concepto de redes abiertas para hacerlo más comercial, algo que les ha funcionado muy bien ahora que están presentes en routers de muchas operadoras alrededor del mundo. Entonces, ¿por qué insistimos con las redes cerradas?
La presión de las operadoras para no compartir tu red
Se puso mucha presión en las operadoras para que la seguridad de las redes inalámbricas fuese más fuerte, además de convencernos que una red cerrada es siempre mejor. Tu velocidad no disminuirá, ¿verdad?
La verdad es que muchos de los routers que las operadoras instalan permiten crear redes de invitados a los que no es necesario poner contraseñas. Pero compartir tu conexión es un mal negocio para las operadoras. Aunque gran parte de tu ancho de banda contratado nunca llegues a usarlo, se sigue dando la imagen que abrir tu red es algo inseguro y peligroso.
Desde la llegada del Wi-Fi a nuestras vidas, el número de dispositivos con conexión inalámbrica se ha disparado. Prácticamente todo dispositivo se conecta a internet de una u otra forma, esto puede llevar a creer que cuantos más dispositivos hay en tu zona, menor la velocidad. Pero un smartphone o una tablet no están diseñados para consumir datos de una forma que afecte tanto a tu conexión.
No te olvides que la redes Wi-Fi para invitados suelen tener limitaciones de conexiones y de tráfico que tú puedes configurar.
Compartir es amor
Una de las máximas de internet es compartir. Compartir vídeos, fotos, música, información, cultura. ¿Por qué es tan difícil compartir nuestro internet gratuitamente?
Hay dos proyectos en especial que intentan animar a crear redes abiertas y gratuitas para todo el mundo.
Open Wireless Movement es un movimiento a la que cualquier persona puede adherirse. Se trata de crear una red abierta para invitados en tu router y que el nombre de la red sea openwireless.org, así cualquier persona que se conectase a otra red con el mismo nombre y abierta, se podrá conectar automáticamente.
The Free Network Fundation es otra iniciativa mucho más elaborada presente en EE.UU. y sin duda mucho más interesante.
Imaginamos un mundo donde las comunidades construyen, mantienen y son dueños de su propia red informática mundial.
Las redes que usas para conectarte, para revisar ese artículo de Wikipedia, para ver ese vídeo de YouTube o para escribirte con tus amigos no es tuya, es de una empresa o de un estado.
Los intereses de las empresas y de los estados dependen del momento, aunque todas juran defender los derechos de los ciudadanos, nos hemos dado cuenta en los últimos meses con las operaciones de gobiernos interceptando cables submarinos.
¿Qué pasaría si las comunidades de vecinos o pequeñas comunidades de barrios se uniesen creando y manteniendo sus propias redes. Todas interconectadas y descentralizadas, que se conectan al internet de siempre, pero que de la misma forma en la que funciona Tor.
Esta organización sin ánimo de lucro ayuda a crear estas redes, no solo porque así la comunidad tiene más control e independencia de la red, además es una forma de hacer que las redes lleguen a zonas donde no hay dinero para que mucha gente tenga acceso a las posibilidades de una internet abierta.
Es muy idealista, quizá una red global de redes mantenidas por pequeñas comunidades pueda parecer una mala idea, pero todo se basa en la tecnología y lo fácil que sea de instalar y mantener.
Desde que se expandieron los routers Wi-Fi en operadoras de todo el mundo, han existido redes abiertas. Pequeños grupos de aficionados se unían para crear redes que conectaban dos puntos lejanos. No nos podremos olvidar nunca de la moda, por ejemplo, de crearantenas direccionales con latas de Pringles.
¿Qué fue de las redes abiertas y gratuitas? ¿Tan solo nos podemos quedar en los pocos despistados que aún no le ponen contraseña a sus redes inalámbricas? Un simple vistazo desde nuestros móviles en cualquier calle de una gran ciudad y podrás ver decenas de redes cerradas. ¿Qué pasó?
FON y las redes abiertas
Los años han pasado y no fue hasta que FON nació que se vio el potencial de las redes abiertas. La premisa era sencilla: compra un nuevo router o modifica el que ya tienes (en la época solo un modelo) para que tu red se parta en dos: una privada para ti y otra abierta para usuarios registrados de FON.
Si compartías Wi-Fi, podías acceder a una red global de redes abiertas, simple y sencillo. El problema está en que no mucha gente quiere modificar su router, tampoco comprar un nuevo aparato que conectar solo para partir en dos tu red. La solución de FON fue llegar a buenos términos con operadoras e integrarlo.
Aprovecharon el concepto de redes abiertas para hacerlo más comercial, algo que les ha funcionado muy bien ahora que están presentes en routers de muchas operadoras alrededor del mundo. Entonces, ¿por qué insistimos con las redes cerradas?
La presión de las operadoras para no compartir tu red
Se puso mucha presión en las operadoras para que la seguridad de las redes inalámbricas fuese más fuerte, además de convencernos que una red cerrada es siempre mejor. Tu velocidad no disminuirá, ¿verdad?
La verdad es que muchos de los routers que las operadoras instalan permiten crear redes de invitados a los que no es necesario poner contraseñas. Pero compartir tu conexión es un mal negocio para las operadoras. Aunque gran parte de tu ancho de banda contratado nunca llegues a usarlo, se sigue dando la imagen que abrir tu red es algo inseguro y peligroso.
Desde la llegada del Wi-Fi a nuestras vidas, el número de dispositivos con conexión inalámbrica se ha disparado. Prácticamente todo dispositivo se conecta a internet de una u otra forma, esto puede llevar a creer que cuantos más dispositivos hay en tu zona, menor la velocidad. Pero un smartphone o una tablet no están diseñados para consumir datos de una forma que afecte tanto a tu conexión.
No te olvides que la redes Wi-Fi para invitados suelen tener limitaciones de conexiones y de tráfico que tú puedes configurar.
Compartir es amor
Una de las máximas de internet es compartir. Compartir vídeos, fotos, música, información, cultura. ¿Por qué es tan difícil compartir nuestro internet gratuitamente?
Hay dos proyectos en especial que intentan animar a crear redes abiertas y gratuitas para todo el mundo.
Open Wireless Movement es un movimiento a la que cualquier persona puede adherirse. Se trata de crear una red abierta para invitados en tu router y que el nombre de la red sea openwireless.org, así cualquier persona que se conectase a otra red con el mismo nombre y abierta, se podrá conectar automáticamente.
The Free Network Fundation es otra iniciativa mucho más elaborada presente en EE.UU. y sin duda mucho más interesante.
Las redes que usas para conectarte, para revisar ese artículo de Wikipedia, para ver ese vídeo de YouTube o para escribirte con tus amigos no es tuya, es de una empresa o de un estado.
Los intereses de las empresas y de los estados dependen del momento, aunque todas juran defender los derechos de los ciudadanos, nos hemos dado cuenta en los últimos meses con las operaciones de gobiernos interceptando cables submarinos.
¿Qué pasaría si las comunidades de vecinos o pequeñas comunidades de barrios se uniesen creando y manteniendo sus propias redes. Todas interconectadas y descentralizadas, que se conectan al internet de siempre, pero que de la misma forma en la que funciona Tor.
Esta organización sin ánimo de lucro ayuda a crear estas redes, no solo porque así la comunidad tiene más control e independencia de la red, además es una forma de hacer que las redes lleguen a zonas donde no hay dinero para que mucha gente tenga acceso a las posibilidades de una internet abierta.
Es muy idealista, quizá una red global de redes mantenidas por pequeñas comunidades pueda parecer una mala idea, pero todo se basa en la tecnología y lo fácil que sea de instalar y mantener.
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