Imagine una tierra con abundante suministro de agua limpia y fresca, procedente de más de cincuenta pozos; llanuras y bellas montañas pobladas por caballos. Ese lugar no es un sueño idílico. Es la descripción de una comunidad independiente que se encuentra en
Chile, llamada La Quebrada de Galt.
El sitio toma su nombre del personaje principal del libro ‘La rebelión de Atlas’, el talentoso científico John Galt. En la obra, escrita por Ayn Rand (seudónimo de Alisa Zinóvievna Rosenbaum), Galt decide no usar su talento para apoyar a gobiernos que se adueñan de las libertades ciudadanas, sino para crear una comunidad donde personas como científicos, inventores o empresarios se unen, no sólo para ser libres, sino también para prosperar. Semejante es la idea en la que se basa esta comunidad que cultiva productos ecológicos, usando exclusivamente energías limpias.
Para convertirse en residente basta con comprar una parcela de tierra y ahora la comunidad ha decidido aceptar los bitcoines como medio de pago, una moneda libre de los intereses de la Reserva Federal, el FMI o el Banco Europeo.
“Usamos la mayor cantidad de tipos de monedas que nos es posible y creemos que los bitcoines se convertirán en una moneda de cambio de alcance mundial. Yo creo que el valor de los bitcoines podría cambiar considerablemente en los próximos meses o años”, contó Ken Johnson, uno de los encargados de este proyecto.
Numerosos expertos afirman que la mayor ventaja del bitcóin es su independencia de las entidades bancarias, tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, para otros el crecimiento del valor de la divisa virtual puede causar un grave problema por su uso especulativo.
“No se me ocurre una mejor manera de invertir bitcoines que en propiedades, especialmente en terrenos legalmente protegidos con agua limpia y tierras de cultivo orgánico”, señala el portavoz de La Quebrada de Galt, Jeff Berwick, en la página web de esta comunidad.
Imagine una tierra con abundante suministro de agua limpia y fresca, procedente de más de cincuenta pozos; llanuras y bellas montañas pobladas por caballos. Ese lugar no es un sueño idílico. Es la descripción de una comunidad independiente que se encuentra en
Chile, llamada La Quebrada de Galt.
El sitio toma su nombre del personaje principal del libro ‘La rebelión de Atlas’, el talentoso científico John Galt. En la obra, escrita por Ayn Rand (seudónimo de Alisa Zinóvievna Rosenbaum), Galt decide no usar su talento para apoyar a gobiernos que se adueñan de las libertades ciudadanas, sino para crear una comunidad donde personas como científicos, inventores o empresarios se unen, no sólo para ser libres, sino también para prosperar. Semejante es la idea en la que se basa esta comunidad que cultiva productos ecológicos, usando exclusivamente energías limpias.
Para convertirse en residente basta con comprar una parcela de tierra y ahora la comunidad ha decidido aceptar los bitcoines como medio de pago, una moneda libre de los intereses de la Reserva Federal, el FMI o el Banco Europeo.
“Usamos la mayor cantidad de tipos de monedas que nos es posible y creemos que los bitcoines se convertirán en una moneda de cambio de alcance mundial. Yo creo que el valor de los bitcoines podría cambiar considerablemente en los próximos meses o años”, contó Ken Johnson, uno de los encargados de este proyecto.
Numerosos expertos afirman que la mayor ventaja del bitcóin es su independencia de las entidades bancarias, tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, para otros el crecimiento del valor de la divisa virtual puede causar un grave problema por su uso especulativo.
“No se me ocurre una mejor manera de invertir bitcoines que en propiedades, especialmente en terrenos legalmente protegidos con agua limpia y tierras de cultivo orgánico”, señala el portavoz de La Quebrada de Galt, Jeff Berwick, en la página web de esta comunidad.
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