La evidencia se ha acumulado donde los neonicotinoides, una clase de pesticidas omnipresentes, juegan un papel la reciente disminución de las abejas. Un nuevo estudio añade evidencia preocupante e inesperada: Las abejas prefieren alimentos contaminados con neonicotinoides, probablemente porque les está haciendo volarse.
Este nuevo estudio es importante porque ha habido mucha controversia sobre los neonicotinoides, la cual se ha centrado en la cantidad exacta de plaguicidas a los que una abeja se expone naturalmente. Las empresas de plaguicidas, por ejemplo, han buscado minimizar esto. La teoría era que las abejas evitarían los alimentos con neonicotinoides porque saben mal. El estudio publicado en la revista Nature muestra que no es cierto.
Cuando los científicos en el Reino Unido registraron a partir de las neuronas receptoras del gusto de abejorros y abejas, se encontraron con que las abejas no pudieron degustar los neonicotinoides en absoluto. Sin embargo, ambos tipos de abejas todavía prefieren beber agua azucarada con neonicotinoides. ¿Qué está pasando? Bueno, los neonicotinoides son similares a la nicotina, por lo que es probable que el pesticida les está dando una especie de voladura (high).
Todo es muy preocupante porque significa que las abejas pueden estar expuestas a niveles más altos de neonicotinoides de lo que se pensaba. Europa ya ha prohibido los neonicotinoides, y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos está actualmente revisando los datos de las abejas. Así que seguro ha habido un montón de pruebas contra los neonicotinoides últimamente, pero ¿es suficiente?
Nature via New York Times
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La evidencia se ha acumulado donde los neonicotinoides, una clase de pesticidas omnipresentes, juegan un papel la reciente disminución de las abejas. Un nuevo estudio añade evidencia preocupante e inesperada: Las abejas prefieren alimentos contaminados con neonicotinoides, probablemente porque les está haciendo volarse.
Este nuevo estudio es importante porque ha habido mucha controversia sobre los neonicotinoides, la cual se ha centrado en la cantidad exacta de plaguicidas a los que una abeja se expone naturalmente. Las empresas de plaguicidas, por ejemplo, han buscado minimizar esto. La teoría era que las abejas evitarían los alimentos con neonicotinoides porque saben mal. El estudio publicado en la revista Nature muestra que no es cierto.
Cuando los científicos en el Reino Unido registraron a partir de las neuronas receptoras del gusto de abejorros y abejas, se encontraron con que las abejas no pudieron degustar los neonicotinoides en absoluto. Sin embargo, ambos tipos de abejas todavía prefieren beber agua azucarada con neonicotinoides. ¿Qué está pasando? Bueno, los neonicotinoides son similares a la nicotina, por lo que es probable que el pesticida les está dando una especie de voladura (high).
Todo es muy preocupante porque significa que las abejas pueden estar expuestas a niveles más altos de neonicotinoides de lo que se pensaba. Europa ya ha prohibido los neonicotinoides, y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos está actualmente revisando los datos de las abejas. Así que seguro ha habido un montón de pruebas contra los neonicotinoides últimamente, pero ¿es suficiente?
Nature via New York Times
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