La policía cada vez lleva más cámaras para grabar sus acciones. Tanto las cámaras de seguridad de las grandes ciudades como las que llevan en los coches están siempre en funcionamiento y registrando datos que se puedan utilizar de muchas formas. Sin embargo, son un organismo público y la pregunta entonces es ¿de quién son esos datos? ¿podemos acceder a ellos?
Eso es lo que se ha preguntando un joven informático anónimo en la ciudad de Seattle. Para conseguirlo, ha hecho una serie de solicitudes a la policía del estado de Washington para que se libere esa información. De momento ya ha conseguido sentarse en la mesa con ellos para convertirse en consultor técnico y ayudarles a manejar esta información.
Grabaciones en vídeo y bases de datos
El acuerdo se produjo a finales de la semana pasada y aunque no se sabe la identidad de este informático sí que sabemos las condiciones del acuerdo: la policía de Seattle empezará a publicar vídeos de las cámaras de sus coches en canales de YouTube para que esa información esté accesible.
Eso sí, hay un pequeño matiz: los vídeos se editarán para evitar la violación de la privacidad o la muestra de información comprometida. En cualquier caso la decisión ya está tomada y poco a poco este informático irá recibiendo el contenido para publicarlo en internet y que cualquiera pueda consultarlo.
Además de las grabaciones, ha solicitado que se publiquen todos los detalles de las llamadas a emergencias, los informes escritos que se redactan y los resultados de búsqueda cuando un oficial consulta una base de datos al introducir el nombre de una persona o una matrícula de coche.
¿Por qué es importante este acuerdo? Aunque tenga un alcance bastante local, sirve para concienciar de lo importante que es manejar esta información y la privacidad que tienen los ciudadanos cuando pasean por lugares públicos. A todo esto hay que sumarle su papel clave como prueba si fuera necesario en un juicio.
El siguiente paso es conseguir que las cámaras que llevarán los oficiales consigo en 2016 también sea de dominio público. Tendrá que esperar un poco porque hasta que se realicen las primeras pruebas piloto con 1.000 agentes no se producirán en breves. En cualquier caso veremos si cunde el ejemplo en otros sitios.
Vía | The Seattle Times
La policía cada vez lleva más cámaras para grabar sus acciones. Tanto las cámaras de seguridad de las grandes ciudades como las que llevan en los coches están siempre en funcionamiento y registrando datos que se puedan utilizar de muchas formas. Sin embargo, son un organismo público y la pregunta entonces es ¿de quién son esos datos? ¿podemos acceder a ellos?
Eso es lo que se ha preguntando un joven informático anónimo en la ciudad de Seattle. Para conseguirlo, ha hecho una serie de solicitudes a la policía del estado de Washington para que se libere esa información. De momento ya ha conseguido sentarse en la mesa con ellos para convertirse en consultor técnico y ayudarles a manejar esta información.
Grabaciones en vídeo y bases de datos
El acuerdo se produjo a finales de la semana pasada y aunque no se sabe la identidad de este informático sí que sabemos las condiciones del acuerdo: la policía de Seattle empezará a publicar vídeos de las cámaras de sus coches en canales de YouTube para que esa información esté accesible.
Eso sí, hay un pequeño matiz: los vídeos se editarán para evitar la violación de la privacidad o la muestra de información comprometida. En cualquier caso la decisión ya está tomada y poco a poco este informático irá recibiendo el contenido para publicarlo en internet y que cualquiera pueda consultarlo.
Además de las grabaciones, ha solicitado que se publiquen todos los detalles de las llamadas a emergencias, los informes escritos que se redactan y los resultados de búsqueda cuando un oficial consulta una base de datos al introducir el nombre de una persona o una matrícula de coche.
¿Por qué es importante este acuerdo? Aunque tenga un alcance bastante local, sirve para concienciar de lo importante que es manejar esta información y la privacidad que tienen los ciudadanos cuando pasean por lugares públicos. A todo esto hay que sumarle su papel clave como prueba si fuera necesario en un juicio.
El siguiente paso es conseguir que las cámaras que llevarán los oficiales consigo en 2016 también sea de dominio público. Tendrá que esperar un poco porque hasta que se realicen las primeras pruebas piloto con 1.000 agentes no se producirán en breves. En cualquier caso veremos si cunde el ejemplo en otros sitios.
Vía | The Seattle Times
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