POR: Enrique Rivera, Pdte. de la Corporación Chilena de Video y Director de la Bienal de Artes Mediales
A propósito de lo compatible
Gracias a internet, nunca en la historia de la humanidad tuvimos un acceso tan directo y fluido a los contenidos producidos por otros como ahora. Nunca tuvimos la posibilidad de instalar de una forma tan masiva nuestras ideas, obras y reflexiones. Se han iniciado revoluciones, caído dictaduras eternas y posicionado políticos vacíos que no tienen mas que carisma y mucha ambición. El poder de las imágenes nuevamente ha trascendido el domino del arte, y se ha configurado una nueva religión asociada a las relaciones públicas y los medios. Las tecnologías de la comunicación agregaron un vértigo caótico al sistema político de la democracia, las guerras empezaron a ser transmitidas a tiempo real (tormenta del desierto), google se convirtió en una de los principales oráculos de la post modernidad, y wikileaks remeció la actitud naíf con la que nos relacionábamos con la información manejada por los Estados.
Los contenidos producidos por las multitudes trascienden el espacio local afectando planetariamente a una sociedad bombardeada mediaticamente a través de un sistema interconectado que provoca abismos entre quienes manejan y no la información, acción advertida primitivamente por el movimiento Ludita (1) anti revolución industrial en la Inglaterra de fines del siglo 19, y visionada por diversos grupos de artistas como el movimiento Futurista y el Fluxus (2), que antecedían el protagonismo de los medios de transmisión de sonidos e imágenes a tiempo real, posicionando sistemas de dominación, y creando un espacio de entropía y resistencia frente a la forma capitalista de manipulación mediatica.
Tampoco nunca la brecha de conocimientos había sido tan grande entre quienes tienen acceso a esa masiva cantidad de información, y los que no tienen los recursos, tanto económicos como intelectuales, provocando cambios de paradigmas y problemas estructurales frente a una sociedad que parece no adaptarse éticamente aun a los inicios de esta tercera gran revolución de la sociedad, determinada por el control de la electricidad, la computación digital, y la autonomía de las bases, que configura una forma de inteligencia y pensamiento abstracto colectivo diferente al instalado por la revolución industrial, donde las formas jerárquicas y autoritarias, no tienen cabida en una sociedad heterarquica y distribuida. La horizontalidad, autoformación y autogestión, se han convertido en paradigmas de la investigación y producción actual, donde mas importante que las herramientas tecnológicas, la actitud proactiva, y la capacidad de trabajo multidisciplinario integran una fuerza transformadora de esta modernidad liquida, como la denomina el sociologo Zygmunt Bauman (3), frente a un sujeto determinado por los cambios y la plasticidad de una realidad en constante cambio, donde la inteligencia humana convive con la artificial.
Es entonces en este contexto actual, donde conceptos como democracia electrónica, cultura digital y humanidades digitales, vienen a configurar un espacio donde los denominados nuevos medios -que evocan una clave tecno-cientifica-, dan paso a un contexto donde el contacto humano vuelve a predominar frente a un posible volcamiento tecnofilico irreversible, que esta generando patologías sociales colectivas disociadas de una ética de interacción armónica entre humanos y maquinas.
Chile es un país que tiene complejo de isla, separado por los andes, el desierto, el océano y el continente antártico. Su problema con las semillas transgenicas es muy similar al de la implementación de sistemas operativos en contextos educacionales y de labor Estatal; una vez que entran, es muy difícil erradicarlos. Cuando le enseñas a una persona a utilizar ciertos sistemas operativos computacionales, generas un marco de dependencia y compatibilidad. Y en general lo que ha pasado en Chile, es que grandes empresas multinacionales ofrecen sus sistemas operativos gratuitamente en una primera instancia, provocan un sistema de dependencia, y luego venden estos sistemas operativos a los gobiernos de turno, que no solo compran una forma de conversar, interactuar y crear con y desde el computador, si no que también la base estructural de esta tercera revolución industrial. El sistema es similar al del traficante de drogas, pero esta vez, es una droga que se mete en cada uno de los intersticios de la sociedad, creando entes esclavizados a un tipo de conducta que tiene como resultado un sistema de dependencia y control absoluto de la información producida y compartida atentando contra nuestra privacidad y libertad de expresión. La migración a sistemas operativos libres es urgente.
El caso de Microsoft y Chile es concreto. Mientras en Brasil se levanto una industria de producción de software desarrollado por y para la comunidad -creando una cultura digital que incluía en su estrategia colegios, universidades y empresas locales-, en Chile recibimos con los brazos abiertos la oferta de la multinacional de Bill Gates destrozando una excelente oportunidad (pero no irrepetible), para hacernos cargo no solo de nuestros propios sistemas operativos -que determinan la viabilidad del sistema, como fue visionado en el proyecto Cybersyn desarrollado por Stafford Beer durante el gobierno de Allende (4)-, si no que también de dar un paso para dejar de depender de la extracción de nuestros recursos naturales, como la mega minería, industria que a pesar de entregar a Chile una de sus principales fuentes de ingreso, no es eterna, impacta al medio ambiente, y debido a su inminente finalización, nos determina como sociedad a elegir otras vías de sostener estructuralmente nuestra economía.
La construcción de una Cultura Digital basada en nuestra propia ergonomía y geografía psico-social, se basa principalmente en una estrategia de compatibilidades; la metáfora del sistema operativo que es compatible con ciertos software dependiendo de su nivel de actualización, es correcta para entender en este caso, como actualizar nuestras formas y metodologias de integrar un proceso global de aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el tejido social. Ya tenemos la tecnología, sabemos que cambia cada 18 meses como es enunciado en la Ley de Moore (5), y necesitamos adaptarnos constantemente.
La memorización en los procesos educativos quedo obsoleta, las empresas se modernizan y necesitan trabajadores con capacidades tecnológicas en constante cambio, que tengan como base el pensamiento abstracto, la capacidad de discernir frente a una saturación de contenidos que produce una especie de ruido blanco informático. El Estado en este caso necesita volcarse urgentemente a crear sistemas de compatibilidad entre su metaestructura y una sociedad cada vez mas participativa, que necesita de los puertos necesarios para conectarse e integrar un espacio común. No es difícil constatar que la demanda por una asamblea constituyente se basa también en un efecto producido por la alta participación en las redes sociales, nos hemos acostumbrado a dar nuestra opinión masivamente, y queremos no solo expresarla, si no que tenga un alto nivel de incidencia en las decisiones tomadas por nuestros sistemas de representación política, y esta condición debe ser parte de una futura nueva carta magna.
Así como el artista pionero Juan Downey (6) anuncio mediante su obra que los muros del museo ya no contenían la producción artística de vanguardia, los muros del Congreso Nacional ya no tienen la capacidad de sostener una democracia que esta muy alejada del agora griega y es incompatible con la realidad social actual. El agora actual está distribuida, es a tiempo real, ubicua y mucho mas compleja. Atenuar esa complejidad, pasa por un proceso que incluye todos los procesos de formación, desde la preescolar hasta la post universitaria, es a largo plazo, y basada en las nuevas tecnología de la conversación, que nos dirijan a la humanización de una sociedad que viaja directamente a un precipicio tecnofilico.
Tecnologías de la conversación
“Pronto las relaciones humanas no podrán
existir fuera de los espacios de comercio”
Nicolás Bourriaud.
Esta sociedad hiperconectada, creadora de un nuevo tipo de energía generada por la transferencia sinaptica producida por esta inteligencia colectiva en dialogo constante, utiliza Internet como instrumento o arma de doble filo que puede entregar tanto modelos para construir armas con una impresora 3D, o manuales para construir huertos urbanos. Sin embargo, nuevamente la tecnología maquinica es lo menos importante en este proceso, y lo que que trasciende a la plataforma tecnológica, son las formas en que como sociedad generamos espacios de intercambio y participación. La sociedad chilena lidera en Latino América la penetración a internet, el uso de redes sociales, la ubicuidad de la información mediante teléfonos móviles, sin embargo lo que producimos, lo que vemos, como nos comunicamos, parece estar sumido en un oscuro neo salvajismo digital, y no por su incapacidad para lograr alfabetizarse digitalmente, si no que por como hemos improvisado hasta ahora la forma de relacionar el Estado y la emergente ciudadanía digital.
¿Pero como llegamos a constituir una identidad consecuente con nuestro entorno? La historia es antigua. La necesidad de conexión de los pueblos que han habitado este territorio es milenaria, y hoy tiene como herencia sistemas de comunicación desarrollados por civilizaciones precolombinas, como por ejemplo la Inca y la Mapuche, donde el primero genero un flujo de transferencia de tecnologías y poder gracias al camino del Inca y los quipus, y el segundo con un rico flujo transandino austral, habito un territorio privilegiado por sus características eco sistémicas.
Ambos, ademas practicaban sistemas de comunicación diferentes a nuestra dialéctica lineal, como la tetraléctica donde la observación de la naturaleza y sus movimientos, la inclusión de la matemática abstracta, y la integración de una cosmogonía cercana a la física cuántica -al incluir nociones similares a la energía y materia oscura-, componían diversas dimensiones no lineales que integran una comprensión holística del entorno. Integrar estos conocmientos esta lejos de lo religioso, y mucho mas cercano a las vanguardias científicas.
La sociedad chilena va a la deriva de los sistemas inventados por otros, y olvida que alguna vez fue el representante de la vanguardia latinoamericana; Leonora Reyez (7), investigadora de las reformas educacionales en Chile relata: “Entre 1921 y 1926, se perfilaron alternativas educacionales de carácter mas organizado fundadas en el principio de la auto-gestión: Las escuelas Federales Racionalistas de la Federación Obrera de Chile. Otra experiencia educativa de carácter auto-gestiónado fue la desarrollada por un emergente movimiento estudiantil al alero de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Al ver frustrados sus anhelos de producir una reforma dentro de la Universidad, buscaron la forma de ensayarla fuera de sus dependencias. Así, crearon en 1918 la Universidad Popular Jose Victorino Lastarria. En ella, ademas de contribuir al reforzamiento de los ideales, que según ellos debían inspirar las actitudes de las colectividades de trabajadores organizados, se promovió, a partir de 1921, la “libertad de cátedra” y la intervención directa de los estudiantes obreros en la dirección del establecimiento”.
Otro hito relatado por Reyez es el de un colectivo de profesores que componían el Grupo Nervio, quienes desarrollaron en 1936 un sistema de gobierno basado en el Sindicalismo Funcional, que tenia como inspiración el sistema nervioso y neuronal para configurar relaciones sociales no jerárquicas.
Esta concepción de la sociedad como un sistema interconectado, significo un impactante acto de adelantamiento sobre como nuestra sociedad viaja hacia la hiperconexion y el tiempo real. Otros actos importantes que sustentan la estructura identitaria de este país en torno a la inmersión en la tercera revolución, es el desarrollado por Juan Carlos Martinoya, fundador de la Facultad de Ciencia de la Universidad de Chile, quien promovió la practica interdisicplinaria entre arte y ciencia para expandir posibles movimientos estructurales de limites en las practicas de ambos campos de investigación, creación y representación. En esta Facultad estudio Humberto Maturana y Francisco Varela, quienes tuvieron un vinculo directo con Martinoya, y desde donde desarrollaron la noción de Autopoiesis, neologismo que hoy se ha constituido como una de las bases de la inteligencia artificial, que mas adelante sería un importante referente para el desarrollo del proyecto Cybersyn antes mencionado, teniendo a estos dos científicos no solo como asesores estables, si no que como integrantes de un potente proceso de movilización de conocimientos.
Todos estos hitos han sido parte también de la denominada Escuela de Santiago, que constituyeron los pilares de una intelectualidad chilena transgredida por el golpe militar, que obligo la expulsión de varios de sus integrantes, y la atomización de la estructura universitaria.
Así como en el norte de Chile desde potentes observatorios astronómicos viajamos al pasado buscando respuestas a los orígenes de la materia y la energía, la necesidad de re conexión con esta historia es no solo estructural si no que también bio política, y se presenta como una posible construcción cronológica de un puente con el pasado que nutra una identidad basada en nuestro contexto psicogeografico, logrando esa anhelada construcción de sistemas basados en nuestras propias estructuras ergonómicas.
Culturas digitales existen muchas, el desafió local es constituir una propia, y luchar contra la hegemonización que presentan las redes sociales, potenciando una originalidad consecuente a este momento histórico, lo que significa modificar por ejemplo, nuestra concepción de la propiedad intelectual, la forma de distribución de contenidos mediante internet, y la constitución de una economía de la creatividad que trascienda las formas de mercado tradicionales.
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Crédito para la infografía principal para The Guardian.
1. http://es.wikipedia.org/wiki/Ludismo
2. http://es.wikipedia.org/wiki/Fluxus
3. http://es.wikipedia.org/wiki/Zygmunt_Bauman
4. Mas información en www.cybersyn.cl
5. http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Moore
6. “Con energía más allá de estos muros” (With Energy Beyond These Walls) es una scultura que convertía energías invisibles al ojo humano en otras manifestaciones físicas por medio de dos cajas separadas en el espacio que se conectaban a través de ondas de radio y mantenían una conversación entre ellas . Fuente:http://www.fundaciontelefonica.cl/arte/downey/archivos/parte_1.pdf
7. Una investigación en extenso desarrollada puede ser encontrado en su tesis:http://www.archivochile.com/tesis/09_tedulit/09tedulit0003.pdf
POR: Enrique Rivera, Pdte. de la Corporación Chilena de Video y Director de la Bienal de Artes Mediales
A propósito de lo compatible
Gracias a internet, nunca en la historia de la humanidad tuvimos un acceso tan directo y fluido a los contenidos producidos por otros como ahora. Nunca tuvimos la posibilidad de instalar de una forma tan masiva nuestras ideas, obras y reflexiones. Se han iniciado revoluciones, caído dictaduras eternas y posicionado políticos vacíos que no tienen mas que carisma y mucha ambición. El poder de las imágenes nuevamente ha trascendido el domino del arte, y se ha configurado una nueva religión asociada a las relaciones públicas y los medios. Las tecnologías de la comunicación agregaron un vértigo caótico al sistema político de la democracia, las guerras empezaron a ser transmitidas a tiempo real (tormenta del desierto), google se convirtió en una de los principales oráculos de la post modernidad, y wikileaks remeció la actitud naíf con la que nos relacionábamos con la información manejada por los Estados.
Los contenidos producidos por las multitudes trascienden el espacio local afectando planetariamente a una sociedad bombardeada mediaticamente a través de un sistema interconectado que provoca abismos entre quienes manejan y no la información, acción advertida primitivamente por el movimiento Ludita (1) anti revolución industrial en la Inglaterra de fines del siglo 19, y visionada por diversos grupos de artistas como el movimiento Futurista y el Fluxus (2), que antecedían el protagonismo de los medios de transmisión de sonidos e imágenes a tiempo real, posicionando sistemas de dominación, y creando un espacio de entropía y resistencia frente a la forma capitalista de manipulación mediatica.
Tampoco nunca la brecha de conocimientos había sido tan grande entre quienes tienen acceso a esa masiva cantidad de información, y los que no tienen los recursos, tanto económicos como intelectuales, provocando cambios de paradigmas y problemas estructurales frente a una sociedad que parece no adaptarse éticamente aun a los inicios de esta tercera gran revolución de la sociedad, determinada por el control de la electricidad, la computación digital, y la autonomía de las bases, que configura una forma de inteligencia y pensamiento abstracto colectivo diferente al instalado por la revolución industrial, donde las formas jerárquicas y autoritarias, no tienen cabida en una sociedad heterarquica y distribuida. La horizontalidad, autoformación y autogestión, se han convertido en paradigmas de la investigación y producción actual, donde mas importante que las herramientas tecnológicas, la actitud proactiva, y la capacidad de trabajo multidisciplinario integran una fuerza transformadora de esta modernidad liquida, como la denomina el sociologo Zygmunt Bauman (3), frente a un sujeto determinado por los cambios y la plasticidad de una realidad en constante cambio, donde la inteligencia humana convive con la artificial.
Es entonces en este contexto actual, donde conceptos como democracia electrónica, cultura digital y humanidades digitales, vienen a configurar un espacio donde los denominados nuevos medios -que evocan una clave tecno-cientifica-, dan paso a un contexto donde el contacto humano vuelve a predominar frente a un posible volcamiento tecnofilico irreversible, que esta generando patologías sociales colectivas disociadas de una ética de interacción armónica entre humanos y maquinas.
Chile es un país que tiene complejo de isla, separado por los andes, el desierto, el océano y el continente antártico. Su problema con las semillas transgenicas es muy similar al de la implementación de sistemas operativos en contextos educacionales y de labor Estatal; una vez que entran, es muy difícil erradicarlos. Cuando le enseñas a una persona a utilizar ciertos sistemas operativos computacionales, generas un marco de dependencia y compatibilidad. Y en general lo que ha pasado en Chile, es que grandes empresas multinacionales ofrecen sus sistemas operativos gratuitamente en una primera instancia, provocan un sistema de dependencia, y luego venden estos sistemas operativos a los gobiernos de turno, que no solo compran una forma de conversar, interactuar y crear con y desde el computador, si no que también la base estructural de esta tercera revolución industrial. El sistema es similar al del traficante de drogas, pero esta vez, es una droga que se mete en cada uno de los intersticios de la sociedad, creando entes esclavizados a un tipo de conducta que tiene como resultado un sistema de dependencia y control absoluto de la información producida y compartida atentando contra nuestra privacidad y libertad de expresión. La migración a sistemas operativos libres es urgente.
El caso de Microsoft y Chile es concreto. Mientras en Brasil se levanto una industria de producción de software desarrollado por y para la comunidad -creando una cultura digital que incluía en su estrategia colegios, universidades y empresas locales-, en Chile recibimos con los brazos abiertos la oferta de la multinacional de Bill Gates destrozando una excelente oportunidad (pero no irrepetible), para hacernos cargo no solo de nuestros propios sistemas operativos -que determinan la viabilidad del sistema, como fue visionado en el proyecto Cybersyn desarrollado por Stafford Beer durante el gobierno de Allende (4)-, si no que también de dar un paso para dejar de depender de la extracción de nuestros recursos naturales, como la mega minería, industria que a pesar de entregar a Chile una de sus principales fuentes de ingreso, no es eterna, impacta al medio ambiente, y debido a su inminente finalización, nos determina como sociedad a elegir otras vías de sostener estructuralmente nuestra economía.
La construcción de una Cultura Digital basada en nuestra propia ergonomía y geografía psico-social, se basa principalmente en una estrategia de compatibilidades; la metáfora del sistema operativo que es compatible con ciertos software dependiendo de su nivel de actualización, es correcta para entender en este caso, como actualizar nuestras formas y metodologias de integrar un proceso global de aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el tejido social. Ya tenemos la tecnología, sabemos que cambia cada 18 meses como es enunciado en la Ley de Moore (5), y necesitamos adaptarnos constantemente.
La memorización en los procesos educativos quedo obsoleta, las empresas se modernizan y necesitan trabajadores con capacidades tecnológicas en constante cambio, que tengan como base el pensamiento abstracto, la capacidad de discernir frente a una saturación de contenidos que produce una especie de ruido blanco informático. El Estado en este caso necesita volcarse urgentemente a crear sistemas de compatibilidad entre su metaestructura y una sociedad cada vez mas participativa, que necesita de los puertos necesarios para conectarse e integrar un espacio común. No es difícil constatar que la demanda por una asamblea constituyente se basa también en un efecto producido por la alta participación en las redes sociales, nos hemos acostumbrado a dar nuestra opinión masivamente, y queremos no solo expresarla, si no que tenga un alto nivel de incidencia en las decisiones tomadas por nuestros sistemas de representación política, y esta condición debe ser parte de una futura nueva carta magna.
Así como el artista pionero Juan Downey (6) anuncio mediante su obra que los muros del museo ya no contenían la producción artística de vanguardia, los muros del Congreso Nacional ya no tienen la capacidad de sostener una democracia que esta muy alejada del agora griega y es incompatible con la realidad social actual. El agora actual está distribuida, es a tiempo real, ubicua y mucho mas compleja. Atenuar esa complejidad, pasa por un proceso que incluye todos los procesos de formación, desde la preescolar hasta la post universitaria, es a largo plazo, y basada en las nuevas tecnología de la conversación, que nos dirijan a la humanización de una sociedad que viaja directamente a un precipicio tecnofilico.
Tecnologías de la conversación
“Pronto las relaciones humanas no podrán
existir fuera de los espacios de comercio”
Nicolás Bourriaud.
Esta sociedad hiperconectada, creadora de un nuevo tipo de energía generada por la transferencia sinaptica producida por esta inteligencia colectiva en dialogo constante, utiliza Internet como instrumento o arma de doble filo que puede entregar tanto modelos para construir armas con una impresora 3D, o manuales para construir huertos urbanos. Sin embargo, nuevamente la tecnología maquinica es lo menos importante en este proceso, y lo que que trasciende a la plataforma tecnológica, son las formas en que como sociedad generamos espacios de intercambio y participación. La sociedad chilena lidera en Latino América la penetración a internet, el uso de redes sociales, la ubicuidad de la información mediante teléfonos móviles, sin embargo lo que producimos, lo que vemos, como nos comunicamos, parece estar sumido en un oscuro neo salvajismo digital, y no por su incapacidad para lograr alfabetizarse digitalmente, si no que por como hemos improvisado hasta ahora la forma de relacionar el Estado y la emergente ciudadanía digital.
¿Pero como llegamos a constituir una identidad consecuente con nuestro entorno? La historia es antigua. La necesidad de conexión de los pueblos que han habitado este territorio es milenaria, y hoy tiene como herencia sistemas de comunicación desarrollados por civilizaciones precolombinas, como por ejemplo la Inca y la Mapuche, donde el primero genero un flujo de transferencia de tecnologías y poder gracias al camino del Inca y los quipus, y el segundo con un rico flujo transandino austral, habito un territorio privilegiado por sus características eco sistémicas.
Ambos, ademas practicaban sistemas de comunicación diferentes a nuestra dialéctica lineal, como la tetraléctica donde la observación de la naturaleza y sus movimientos, la inclusión de la matemática abstracta, y la integración de una cosmogonía cercana a la física cuántica -al incluir nociones similares a la energía y materia oscura-, componían diversas dimensiones no lineales que integran una comprensión holística del entorno. Integrar estos conocmientos esta lejos de lo religioso, y mucho mas cercano a las vanguardias científicas.
La sociedad chilena va a la deriva de los sistemas inventados por otros, y olvida que alguna vez fue el representante de la vanguardia latinoamericana; Leonora Reyez (7), investigadora de las reformas educacionales en Chile relata: “Entre 1921 y 1926, se perfilaron alternativas educacionales de carácter mas organizado fundadas en el principio de la auto-gestión: Las escuelas Federales Racionalistas de la Federación Obrera de Chile. Otra experiencia educativa de carácter auto-gestiónado fue la desarrollada por un emergente movimiento estudiantil al alero de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Al ver frustrados sus anhelos de producir una reforma dentro de la Universidad, buscaron la forma de ensayarla fuera de sus dependencias. Así, crearon en 1918 la Universidad Popular Jose Victorino Lastarria. En ella, ademas de contribuir al reforzamiento de los ideales, que según ellos debían inspirar las actitudes de las colectividades de trabajadores organizados, se promovió, a partir de 1921, la “libertad de cátedra” y la intervención directa de los estudiantes obreros en la dirección del establecimiento”.
Otro hito relatado por Reyez es el de un colectivo de profesores que componían el Grupo Nervio, quienes desarrollaron en 1936 un sistema de gobierno basado en el Sindicalismo Funcional, que tenia como inspiración el sistema nervioso y neuronal para configurar relaciones sociales no jerárquicas.
Esta concepción de la sociedad como un sistema interconectado, significo un impactante acto de adelantamiento sobre como nuestra sociedad viaja hacia la hiperconexion y el tiempo real. Otros actos importantes que sustentan la estructura identitaria de este país en torno a la inmersión en la tercera revolución, es el desarrollado por Juan Carlos Martinoya, fundador de la Facultad de Ciencia de la Universidad de Chile, quien promovió la practica interdisicplinaria entre arte y ciencia para expandir posibles movimientos estructurales de limites en las practicas de ambos campos de investigación, creación y representación. En esta Facultad estudio Humberto Maturana y Francisco Varela, quienes tuvieron un vinculo directo con Martinoya, y desde donde desarrollaron la noción de Autopoiesis, neologismo que hoy se ha constituido como una de las bases de la inteligencia artificial, que mas adelante sería un importante referente para el desarrollo del proyecto Cybersyn antes mencionado, teniendo a estos dos científicos no solo como asesores estables, si no que como integrantes de un potente proceso de movilización de conocimientos.
Todos estos hitos han sido parte también de la denominada Escuela de Santiago, que constituyeron los pilares de una intelectualidad chilena transgredida por el golpe militar, que obligo la expulsión de varios de sus integrantes, y la atomización de la estructura universitaria.
Así como en el norte de Chile desde potentes observatorios astronómicos viajamos al pasado buscando respuestas a los orígenes de la materia y la energía, la necesidad de re conexión con esta historia es no solo estructural si no que también bio política, y se presenta como una posible construcción cronológica de un puente con el pasado que nutra una identidad basada en nuestro contexto psicogeografico, logrando esa anhelada construcción de sistemas basados en nuestras propias estructuras ergonómicas.
Culturas digitales existen muchas, el desafió local es constituir una propia, y luchar contra la hegemonización que presentan las redes sociales, potenciando una originalidad consecuente a este momento histórico, lo que significa modificar por ejemplo, nuestra concepción de la propiedad intelectual, la forma de distribución de contenidos mediante internet, y la constitución de una economía de la creatividad que trascienda las formas de mercado tradicionales.
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Crédito para la infografía principal para The Guardian.
1. http://es.wikipedia.org/wiki/Ludismo
2. http://es.wikipedia.org/wiki/Fluxus
3. http://es.wikipedia.org/wiki/Zygmunt_Bauman
4. Mas información en www.cybersyn.cl
5. http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Moore
6. “Con energía más allá de estos muros” (With Energy Beyond These Walls) es una scultura que convertía energías invisibles al ojo humano en otras manifestaciones físicas por medio de dos cajas separadas en el espacio que se conectaban a través de ondas de radio y mantenían una conversación entre ellas . Fuente:http://www.fundaciontelefonica.cl/arte/downey/archivos/parte_1.pdf
7. Una investigación en extenso desarrollada puede ser encontrado en su tesis:http://www.archivochile.com/tesis/09_tedulit/09tedulit0003.pdf
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