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TPP: tolerancia cero

por José Luis Cárdenas, Asesor directorio de Asilfa

ENTRE EL 23 de septiembre y el 2 de octubre se llevó a cabo en Ciudad de México una denominada reunión “intersesional” sobre propiedad intelectual, que incluye temas farmacéuticos, dentro del contexto de la negociación del Trans-Pacific Partnership (TPP).

Globalmente se ha denunciado la absoluta falta de transparencia de esta negociación que abarca, al parecer, 29 capítulos, que regularán muchas áreas sensibles, siendo la más crítica la vinculada con propiedad intelectual. Esta ha sido la “moneda de cambio” que los países en desarrollo deben entregar a los países desarrollados, a fin de lograr acceso preferencial a estos mercados (Chile ya lo tiene con cada uno de los países que negocia). Ello no es baladí, ya que si las normas acordadas no son las adecuadas para un país, puede afectarse en forma relevante, entre otros, el acceso a medicamentos.

La negociación de los TLC cada vez más va reemplazando labores que le han correspondido a los congresos, donde se centra la discusión democrática. El “reemplazo” de los congresos por parte de una negociación de burócratas (en el sentido técnico) sin legitimación democrática directa, en vez de venir aparejado con mayor escrutinio público, tiende a cerrarse cada día más. Ello evidentemente tensiona la democracia.

El caso del TPP, en este sentido, es extremo y cada vez peor. Primero, alejándose de cierta mayor apertura de la participación de la sociedad civil, prohibió el “cuarto adjunto”, donde partes interesadas (stakeholders) podían tener contacto directo con los negociadores, y redujo la participación a un foro, donde aquellas podían realizar presentaciones de, en promedio, 10 minutos.

Ahora, en México, ni eso. Se evitó todo contacto con los negociadores, por la vía de hacerlos sesionar desde las 8 a.m. hasta las 10 p.m. (¡durante 10 días seguidos!) y sin la existencia de un foro oficial para escuchar a las partes interesadas. Es decir, hay “tolerancia cero” con la sociedad civil.

Por eso, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México organizó un seminario el día 27 de septiembre, para abrir el debate sobre estos temas y compensar en algo este déficit.

A pesar de que diversas ONG, asociaciones gremiales, referentes de la integración internacional de Chile, entre otras importantes voces, tanto nacionales como extranjeras, han criticado duramente este modus operandi, esto continúa y se profundiza.

Sumado a lo anterior, hay una tremenda presión por concluir la negociación dentro de este año, a pesar de numerosos temas no resueltos. Dentro de ese contexto, muchos temen a los acuerdos políticos a los que puedan llegar los gobiernos de los países del TPP durante la cumbre de Apec, que se está realizando entre el 1 y 8 octubre en Bali, Indonesia. De hecho, el Presidente Piñera expresó su deseo de que la negociación concluyese exitosamente antes de dicho foro.

Quedándole tan pocos meses al actual gobierno, no parece prudente -por decir lo menos- apurar el tranco con tal de poder concluir la negociación dentro de su período. Las pequeñas ganancias de corto plazo pueden tener consecuencias negativas de larguísimo alcance.