Los principales ingenieros energéticos de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) pidieron a las autoridades británicas relajar las regulaciones sobre las prácticas de ‘fracking’ en el país, informa ‘The Telegraph‘. En un nuevo informe, dos académicos aseveraron que los límites actuales de las vibraciones son tan estrictos que si se aplicaran en otras esferas se podría prohibir que los autobuses circularan cerca de las viviendas.
También dijeron que los riesgos de terremotos graves que supone esta técnica de extracción resultaron ser más bajos de lo que se temía. Al mismo tiempo subrayaron que las leyes actuales del Reino Unido obligan a detener las operaciones de fracturación hidráulica si los sismos superan medio grado, un temblor que comparan al que se produce al dar un portazo. Los críticos de esta iniciativa sugirieron que cualquier relajación en el marco legal relacionada con el ‘fracking’ sería muy impopular, e indicaron que los intereses de las empresas de gas de esquisto “se están poniendo por delante de los de las comunidades locales”.
“Las prácticas del ‘fracking’ inevitablemente causan terremotos, por lo que actualmente se debate imponer un umbral sísmico adecuado. El problema es que las compañías quieren obtener más ganancias a corto plazo y estos pequeños terremotos, cuando son muchos, como se vio en Oklahoma (EE.UU.), pueden causar terremotos más grandes que sí son problemáticos”, el geólogo Antonio Aretxabala Díez dijo a RT .
“Además, los grandes terremotos, como los de Chile en 2010, los de Fukushima de 2011 y otros, unos meses o semanas después se repiten en zonas lejanas como Yellowstone [un Parque Nacional de EE.UU.], donde hay una gran actividad en fracturación profunda de forma natural. La Tierra es un sistema interconectado”, concluyó el geólogo.
Los principales ingenieros energéticos de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) pidieron a las autoridades británicas relajar las regulaciones sobre las prácticas de ‘fracking’ en el país, informa ‘The Telegraph‘. En un nuevo informe, dos académicos aseveraron que los límites actuales de las vibraciones son tan estrictos que si se aplicaran en otras esferas se podría prohibir que los autobuses circularan cerca de las viviendas.
También dijeron que los riesgos de terremotos graves que supone esta técnica de extracción resultaron ser más bajos de lo que se temía. Al mismo tiempo subrayaron que las leyes actuales del Reino Unido obligan a detener las operaciones de fracturación hidráulica si los sismos superan medio grado, un temblor que comparan al que se produce al dar un portazo. Los críticos de esta iniciativa sugirieron que cualquier relajación en el marco legal relacionada con el ‘fracking’ sería muy impopular, e indicaron que los intereses de las empresas de gas de esquisto “se están poniendo por delante de los de las comunidades locales”.
“Las prácticas del ‘fracking’ inevitablemente causan terremotos, por lo que actualmente se debate imponer un umbral sísmico adecuado. El problema es que las compañías quieren obtener más ganancias a corto plazo y estos pequeños terremotos, cuando son muchos, como se vio en Oklahoma (EE.UU.), pueden causar terremotos más grandes que sí son problemáticos”, el geólogo Antonio Aretxabala Díez dijo a RT .
“Además, los grandes terremotos, como los de Chile en 2010, los de Fukushima de 2011 y otros, unos meses o semanas después se repiten en zonas lejanas como Yellowstone [un Parque Nacional de EE.UU.], donde hay una gran actividad en fracturación profunda de forma natural. La Tierra es un sistema interconectado”, concluyó el geólogo.
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