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Snowden llama a la sociedad civil a exigir límites a la vigilancia

 

Edward Snowden, en octubre en Moscú. / AP

El responsable de las filtraciones que echaron a rodar el escándalo de la vigilancia ilegal de comunicaciones electrónicas y llamadas de teléfono en todo el mundo, firma un “manifiesto por la verdad” avisando a los ciudadanos de que estos programas de control “amenazan el derecho a la intimidad y la libertad de conciencia en las sociedades abiertas”. Para Edward Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la ciudadanía tiene “el deber moral de conseguir que las leyes y los valores limiten estos programas de vigilancia y protejan los Derechos Humanos”. La figura del filtrador gana apoyos en Alemania, donde medio centenar de personalidades han pedido por escrito que se le dé asilo político.

La carta, difundida por el semanario alemán Der Spiegel, que también ha publicado parte del material filtrado, se parece a la misiva que el propio Snowden entregó al parlamentario alemán de Los Verdes Hans-Christian Ströbele tras reunirse con él esta semana en un lugar secreto de Moscú, donde se encuentra refugiado. El semanario de Hamburgo explica que les llegó “por una vía de comunicación cifrada”. En ella,Snowden insiste en que “el que dice la verdad no comete un crimen”.

Mientras Snowden razona así sus actos, Alemania sigue buscando un acuerdo de no espionaje con EE UU. Berlín envió una delegación a Washington para negociar un nuevo modo de colaboración entre los espías provenientes de ambos lados del Atlántico. Según publicaban este domingo diversos medios, Alemania insiste en que Washington limite sus actividades y en que respete la información concerniente a intereses industriales o empresariales alemanes. Señalan dichos medios que EE UU ya ha dado luz verde a aceptar un acuerdo de este tipo con Alemania. El Gobierno alemán aspira a un contrato bilateral que prevenga a ambos países de espiarse mutuamente. Quieren que las Agencias estadounidenses pidan permiso a las autoridades locales para llevar a cabo operaciones de inteligencia en Alemania. Las partes se comprometerán explícitamente a no espiar a los líderes políticos del otro socio.

No hace aún dos semanas desde que se reveló que los estadounidenses controlaron durante años las comunicaciones de la canciller federal Angela Merkel. Las sospechas, basadas también en filtraciones de Snowden, llevaron a Merkel a quejarse personalmente por teléfono ante el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Exteriores citó al Embajador estadounidense en Berlín para pedirle aclaraciones.

Der Spiegel cuenta esta semana que el jefe de la NSA, el general Keith Alexander, ha reconocido que sus agentes espiaron el móvil de la canciller Merkel. En una reunión a la que tuvo acceso el diputado alemán en el Parlamento Europeo Elmar Brok, Alexander respondió a una pregunta al respecto asegurando que “ya no” lo vigilan. Según el dominical del Frankfurter Allgemeine, la delegación enviada por Merkel a Washington ya ha logrado avances para sentar las bases del acuerdo en las próximas semanas. Berlín espera poderlo firmar a primeros de 2014.

La ofensiva diplomática alemana viene precedida por una considerable controversia pública desde la publicación de las primeras filtraciones de Snowden en verano. El informático estadounidense cuenta con muchas simpatías en Alemania, avivadas con la visita del diputado Ströbele. 51 personalidades alemanas de todos los campos han pedido esta semana que el Gobierno le conceda asilo político. Entre los más conocidos están el actor Daniel Brühl, el director de cine Volker Schlöndorff, escritores como Hans-Magnus Enzensberger y políticos de partidos antagónicos como el Gregor Gysi, de Die Linke, y Heiner Geissler, veterano de la CDU de Merkel. El periodista John Goetz, que presenció la reunión entre Snowden y Ströbele, ha contado que el estadounidense de 30 años echa de menos a su familia y también la comida de su país. Rusia le concedió un año de asilo, que terminará el verano que viene.

El jefe parlamentario del Partido Socialdemócrata (SPD), Frank-Walter Steinmeier, candidato a ocupar la cartera de Exteriores en la próxima gran coalición de Gobierno, dijo al dominical de Bild que las relaciones entre Estados Unidos y Alemania pasan por su punto más bajo desde que el excanciller Gerhard Schröder se negó a colaborar en la Guerra de Irak hace 10 años.