Un nuevo documento de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) revelado por el excontratista de la misma Edward Snowden subraya la participación directa del Gobierno de EE.UU. y sus principales aliados en la agresión de Israel contra la Franja de Gaza. El informe ha sido publicado en el portal de filtraciones
‘The Intercept’ por parte del analista Glenn Greenwald.
Según el documento, “la NSA mantiene una relación técnica y analítica trascendental con la Unidad 8200 (ISNU o SIGINT, por siglas en inglés) compartiendo con ésta información de acceso, interceptación, orientación, lenguaje y análisis”. Los niveles de dinero, armas y recursos de vigilancia prestados por el Gobierno de EE.UU. a los servicios de inteligencia de Israel son significativos.
“Los nuevos documentos de Snowden ilustran un hecho crucial”, escribió Greenwald, analista del ‘The Intercept’, en un artículo que acompaña el documento. El experto explica que la agresión israelí no sería posible sin el apoyo constante y pródigode EE.UU. a Israel.
La cooperación entre NSA e ISNU, que se inició en 1968, fue la base para la estrecha relación existente actualmente entre el resto de organizaciones de inteligencia israelíes y estadounidense tales como la CIA, el Mossad, y la División de Operaciones Especiales, asegura Greenwald.
Las inteligencias de EE.UU. e Israel trabajan juntas para poder tener acceso a diversos objetivos geográficos como “países del África del Norte, Oriente Medio, el Golfo Pérsico, Sur de Asia, y las repúblicas islámicas de la antigua Unión Soviética“, según refleja el documento.
El excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., Edward Snowden, proporciona nuevos documentos secretos que evidencian la cooperación entre la NSA y los servicios de inteligencia israelíes.
Según el documento, “la NSA mantiene una relación técnica y analítica trascendental con la Unidad 8200 (ISNU o SIGINT, por siglas en inglés) compartiendo con ésta información de acceso, interceptación, orientación, lenguaje y análisis”. Los niveles de dinero, armas y recursos de vigilancia prestados por el Gobierno de EE.UU. a los servicios de inteligencia de Israel son significativos.
“Los nuevos documentos de Snowden ilustran un hecho crucial”, escribió Greenwald, analista del ‘The Intercept’, en un artículo que acompaña el documento. El experto explica que la agresión israelí no sería posible sin el apoyo constante y pródigode EE.UU. a Israel.
La cooperación entre NSA e ISNU, que se inició en 1968, fue la base para la estrecha relación existente actualmente entre el resto de organizaciones de inteligencia israelíes y estadounidense tales como la CIA, el Mossad, y la División de Operaciones Especiales, asegura Greenwald.
Las inteligencias de EE.UU. e Israel trabajan juntas para poder tener acceso a diversos objetivos geográficos como “países del África del Norte, Oriente Medio, el Golfo Pérsico, Sur de Asia, y las repúblicas islámicas de la antigua Unión Soviética“, según refleja el documento.
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