Prensa manipuladora, “fake news”, que diría Trump de
todo lo que no sea Fox and Friends. Los periodistas de todos los medios
estamos acostumbrados a ver comentarios de los lectores desacreditando
nuestro trabajo. Sería tan injusto como falso por nuestra parte decir
que no existen manipulaciones diarias en el ejercicio periodístico, pero
dejemos ese tema para otro día. La pregunta es: ¿esos que denuncian
“manipulaciones” lo que buscan es la verdad o alguien que confirme sus
creencias?
Sí, es lo segundo. Y es así porque, sin querer, nuestros sesgos
distorsionan la valoración que hacemos de una noticia dependiendo de si
viene de un medio afín a nuestro pensamiento o de una cabecera del otro
espectro. Además, aquellos que se autodefinen como más desconfiados de los medios de comunicación, tienden a ser los lectores más prejuiciosos de todos.
Estudio de Gallup junto con la Knight Fundation recién publicado.
3.081 estadounidenses que tuvieron que calificar la opinión de 1.600
noticias provenientes de siete populares medios. Para la prueba, en
algunos casos se les mostraba el medio donde se había publicado la
noticia y en otros no.
Los resultados, pese a ser los que esperaríamos que apareciesen, no
dejan de sorprendernos. A personas del grupo “ciego” que se autodefinían
como de derechas valoraba mejor las noticias del New York Times que los
que sí veían la cabecera. De igual manera, los liberales de izquierdas
valoraban como más justa una noticia si no veían que estaba publicada
por Fox. Cruzando todo el resto de rasgos identitarios de los
encuestados, se descubre que la tendencia política es el factor más importante
a la hora de distinguir su credibilidad de los medios. Ni su género, ni
su edad o su raza tienen tanta influencia en sus valoraciones como ser
más o menos republicano o más o menos demócrata.
A los encuestados se les pidió identificarse con ciertas etiquetas,
“muy conservador”, “contrario a Trump”, “de tendencia liberal” o
“moderado”, entre otras. Para valorar cuánto de sesgados somos con
respecto a una marca periodística, los investigadores calcularon la diferencia de puntos de fiabilidad
que se le daba a los artículos por los dos grupos (los ciegos o los
conocedores de la procedencia de la noticia) dentro de cada uno de los
grupos de gente que se identificaba con cada etiqueta.
Solución: los que se identificaban más a los extremos ideológicos de la izquierda y la derecha
eran los que tenían unos mayores índices de parcialidad, hasta un 42.9%
de parcialidad por los “muy conservadores” y un 42.9% por los “muy
liberales”. Los menos parciales, los que se veían a sí mismos como
“moderados” (31.3%), de “tendencia conservadora” (31.6%) y de “tendencia
liberal” (32.4%).
Pero lo bueno viene después: a la pregunta “¿Cuánto confías en los
medios?” se respondía gradualmente del ”no les creo nada” al “les creo
considerablemente”. Y así, y a nivel progresivo, cuanto menos decía el
encuestado fiarse de la prensa más dejaba ver sus prejuicios dependiendo de si veía el origen de la publicación o no.
Si además te interesa profundizar qué lectores de qué medios
anglosajones tendían a mostrar sesgos más profundos (que si Fox,
Breitbart o Washington Post), aquí el New York Times ha hecho un trabajo de visualización con todos estos datos.
Paradojas de la vida: aquellos que se arrogan como más escépticos con el sistema (mediático), son los más susceptibles de ser influenciados por sus propias creencias… Y oye, viceversa.
Fuente
Prensa manipuladora, “fake news”, que diría Trump de todo lo que no sea Fox and Friends. Los periodistas de todos los medios estamos acostumbrados a ver comentarios de los lectores desacreditando nuestro trabajo. Sería tan injusto como falso por nuestra parte decir que no existen manipulaciones diarias en el ejercicio periodístico, pero dejemos ese tema para otro día. La pregunta es: ¿esos que denuncian “manipulaciones” lo que buscan es la verdad o alguien que confirme sus creencias?
Sí, es lo segundo. Y es así porque, sin querer, nuestros sesgos distorsionan la valoración que hacemos de una noticia dependiendo de si viene de un medio afín a nuestro pensamiento o de una cabecera del otro espectro. Además, aquellos que se autodefinen como más desconfiados de los medios de comunicación, tienden a ser los lectores más prejuiciosos de todos.
Estudio de Gallup junto con la Knight Fundation recién publicado. 3.081 estadounidenses que tuvieron que calificar la opinión de 1.600 noticias provenientes de siete populares medios. Para la prueba, en algunos casos se les mostraba el medio donde se había publicado la noticia y en otros no.
Los resultados, pese a ser los que esperaríamos que apareciesen, no dejan de sorprendernos. A personas del grupo “ciego” que se autodefinían como de derechas valoraba mejor las noticias del New York Times que los que sí veían la cabecera. De igual manera, los liberales de izquierdas valoraban como más justa una noticia si no veían que estaba publicada por Fox. Cruzando todo el resto de rasgos identitarios de los encuestados, se descubre que la tendencia política es el factor más importante a la hora de distinguir su credibilidad de los medios. Ni su género, ni su edad o su raza tienen tanta influencia en sus valoraciones como ser más o menos republicano o más o menos demócrata.
A los encuestados se les pidió identificarse con ciertas etiquetas, “muy conservador”, “contrario a Trump”, “de tendencia liberal” o “moderado”, entre otras. Para valorar cuánto de sesgados somos con respecto a una marca periodística, los investigadores calcularon la diferencia de puntos de fiabilidad que se le daba a los artículos por los dos grupos (los ciegos o los conocedores de la procedencia de la noticia) dentro de cada uno de los grupos de gente que se identificaba con cada etiqueta.
Solución: los que se identificaban más a los extremos ideológicos de la izquierda y la derecha eran los que tenían unos mayores índices de parcialidad, hasta un 42.9% de parcialidad por los “muy conservadores” y un 42.9% por los “muy liberales”. Los menos parciales, los que se veían a sí mismos como “moderados” (31.3%), de “tendencia conservadora” (31.6%) y de “tendencia liberal” (32.4%).
Pero lo bueno viene después: a la pregunta “¿Cuánto confías en los medios?” se respondía gradualmente del ”no les creo nada” al “les creo considerablemente”. Y así, y a nivel progresivo, cuanto menos decía el encuestado fiarse de la prensa más dejaba ver sus prejuicios dependiendo de si veía el origen de la publicación o no.
Si además te interesa profundizar qué lectores de qué medios anglosajones tendían a mostrar sesgos más profundos (que si Fox, Breitbart o Washington Post), aquí el New York Times ha hecho un trabajo de visualización con todos estos datos.
Paradojas de la vida: aquellos que se arrogan como más escépticos con el sistema (mediático), son los más susceptibles de ser influenciados por sus propias creencias… Y oye, viceversa.
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