En un intento de justificar su existencia, la NSA , el GCHQ, la FRA y otras agencias gubernamentales similares en la industria del espionaje electronicotienden a decir que su existencia y la de sus operaciones efectivamente penales se justifican por el hecho de que “complots terroristas”; un ejemplo clásico de cómo el fin justifica los medios, y de la necesidad de hacer cumplir la ley, rompiendola sistemáticamente.
Hemos escuchado esta justificación de la NSA, la GCHQ y la FRA por igual, al igual que de sus hermanos. Sin embargo, sabemos con certeza que están mintiendo.
Si se estaba planeando un acto de terror dicha planificación y la preparación es en sí un crimen. En Suecia, el principal delito es el: “causar estragos con un peligro para el público” allmänfarlig ödeläggelse), y que es un delito que conlleva una pena de prisión de dos dígitos o incluso la vida en la cárcel. Planificación y preparación de un crimen (“förberedelsebrott”) lleva una pena casi tan alta como llevarla a cabo.
Así que si una planificación es en realidad descubierta, sería en los tribunales, y alguien sería juzgado por ello. Esa secuencia de acontecimientos es absolutamente ineludible. No tenemos tribunales secretos (incluso si algunos países no civilizados insisten en tener evidencia secreta), las pruebas y los cargos son públicos, por lo que el público puede tener a el poder judicial bajo transparencia.
Cuando las agencias gubernamentales están murmurando por haber dejado de “parcelas cincuenta o más planes, pero no podemos hablar acerca de ellos”, están utilizando un método de persuasión política bien establecido llamada mentir como una maldita comadreja.
En un intento de justificar su existencia, la NSA , el GCHQ, la FRA y otras agencias gubernamentales similares en la industria del espionaje electronicotienden a decir que su existencia y la de sus operaciones efectivamente penales se justifican por el hecho de que “complots terroristas”; un ejemplo clásico de cómo el fin justifica los medios, y de la necesidad de hacer cumplir la ley, rompiendola sistemáticamente.
Hemos escuchado esta justificación de la NSA, la GCHQ y la FRA por igual, al igual que de sus hermanos. Sin embargo, sabemos con certeza que están mintiendo.
Si se estaba planeando un acto de terror dicha planificación y la preparación es en sí un crimen. En Suecia, el principal delito es el: “causar estragos con un peligro para el público” allmänfarlig ödeläggelse), y que es un delito que conlleva una pena de prisión de dos dígitos o incluso la vida en la cárcel. Planificación y preparación de un crimen (“förberedelsebrott”) lleva una pena casi tan alta como llevarla a cabo.
Así que si una planificación es en realidad descubierta, sería en los tribunales, y alguien sería juzgado por ello. Esa secuencia de acontecimientos es absolutamente ineludible. No tenemos tribunales secretos (incluso si algunos países no civilizados insisten en tener evidencia secreta), las pruebas y los cargos son públicos, por lo que el público puede tener a el poder judicial bajo transparencia.
Cuando las agencias gubernamentales están murmurando por haber dejado de “parcelas cincuenta o más planes, pero no podemos hablar acerca de ellos”, están utilizando un método de persuasión política bien establecido llamada mentir como una maldita comadreja.
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