Aunque nació como un proyecto del ejército de los EEUU, en la
actualidad Internet es mundial. La “red de redes” es única por haber
conseguido conectar a países de todo el mundo; no importa la distancia, o
las enemistades pasadas, con Internet puedes conectar con miles de
millones de personas de todo el planeta.
Pero eso puede que no dure para siempre. A Internet no le faltan los
enemigos, ya sea aquellos que favorecen el aislacionismo o los que
sienten que no tienen suficiente poder sobre esta plataforma mundial. Ya
hay un par de países con planes para desconectarse de Internet y crear
su propia alternativa; aunque en su mayor parte no eran más que amenazas
veladas sin mucho fundamento. Hasta ahora.
Rusia desconectada de Internet, el proyecto del gobierno
Rusia es uno de los países más avanzados en sus planes para
desconectar de Internet y crear su propia versión; y se espera que este
2019 de un paso de gigante en estos planes. Las autoridades del gobierno
ruso, en colaboración con las grandes operadoras del país, planean desconectar todo el país de Internet de manera temporal.
Semejante movimiento, inédito en esta escala en la historia de Internet, forma parte de una nueva ley propuesta
a finales de 2018 que busca garantizar la independencia de la red rusa.
La ley nació como fruto de la “guerra fría” que se vive en Internet;
similar a la Guerra Fría de la era de la Unión Soviética, en este caso
las grandes potencias son las protagonistas de una carrera
armamentística en la red.
Los ataques hacker entre estos países son cada vez más habituales, y
pueden tener graves consecuencias; desde influir el proceso electoral,
como en las pasadas elecciones de EEUU que dieron como ganador a Donald
Trump, a afectar a importantes industrias del país. El robo de
información confidencial y el espionaje industrial también están entre
las preocupaciones de los mandatarios.
La segunda Guerra Fría se vive en Internet
En este ambiente, un
gran ataque a través de la red es cada vez más posible; un ataque
dirigido a estructuras clave de un país, que afecte tanto al suministro
eléctrico como a los sistemas bancarios, por ejemplo. En caso de un
ataque semejante, lo mejor que podría hacer el defensor es desconectarse
completamente de la red.
Ese es el objetivo de esta prueba planeada por el ejecutivo ruso: comprobar qué pasaría si Rusia tuviese que desconectarse completamente de Internet.
En ese caso, la red interna “Runet” tendría que ser capaz de funcionar
sin injerencias externas, ni necesidad de obtener recursos fuera de
Rusia.
No solo eso, sino que la ley también contempla la creación de una
versión del “gran cortafuegos” de China. Todas las conexiones a Internet
tendrán que ser redirigidas por puntos concretos aprobados por
Roskomnazor, la organización gubernamental de comunicaciones.
Por estos servidores pasaría todo el tráfico de Rusia, y por lo tanto
podría ser inspeccionado, bloqueado y redireccionado; se prevé que el
tráfico sea llevado a servidores rusos cuando sea posible, por ejemplo,
en casos en los que un usuario quiera usar la versión de una web de otro
país.
Estas pruebas se realizarán antes del próximo 1 de abril, y no está claro aún cuánto durarán.
Fuente
Aunque nació como un proyecto del ejército de los EEUU, en la actualidad Internet es mundial. La “red de redes” es única por haber conseguido conectar a países de todo el mundo; no importa la distancia, o las enemistades pasadas, con Internet puedes conectar con miles de millones de personas de todo el planeta.
Pero eso puede que no dure para siempre. A Internet no le faltan los enemigos, ya sea aquellos que favorecen el aislacionismo o los que sienten que no tienen suficiente poder sobre esta plataforma mundial. Ya hay un par de países con planes para desconectarse de Internet y crear su propia alternativa; aunque en su mayor parte no eran más que amenazas veladas sin mucho fundamento. Hasta ahora.
Rusia desconectada de Internet, el proyecto del gobierno
Rusia es uno de los países más avanzados en sus planes para desconectar de Internet y crear su propia versión; y se espera que este 2019 de un paso de gigante en estos planes. Las autoridades del gobierno ruso, en colaboración con las grandes operadoras del país, planean desconectar todo el país de Internet de manera temporal.
Semejante movimiento, inédito en esta escala en la historia de Internet, forma parte de una nueva ley propuesta a finales de 2018 que busca garantizar la independencia de la red rusa. La ley nació como fruto de la “guerra fría” que se vive en Internet; similar a la Guerra Fría de la era de la Unión Soviética, en este caso las grandes potencias son las protagonistas de una carrera armamentística en la red.
Los ataques hacker entre estos países son cada vez más habituales, y pueden tener graves consecuencias; desde influir el proceso electoral, como en las pasadas elecciones de EEUU que dieron como ganador a Donald Trump, a afectar a importantes industrias del país. El robo de información confidencial y el espionaje industrial también están entre las preocupaciones de los mandatarios.
La segunda Guerra Fría se vive en Internet
En este ambiente, un gran ataque a través de la red es cada vez más posible; un ataque dirigido a estructuras clave de un país, que afecte tanto al suministro eléctrico como a los sistemas bancarios, por ejemplo. En caso de un ataque semejante, lo mejor que podría hacer el defensor es desconectarse completamente de la red.
Ese es el objetivo de esta prueba planeada por el ejecutivo ruso: comprobar qué pasaría si Rusia tuviese que desconectarse completamente de Internet. En ese caso, la red interna “Runet” tendría que ser capaz de funcionar sin injerencias externas, ni necesidad de obtener recursos fuera de Rusia.
No solo eso, sino que la ley también contempla la creación de una versión del “gran cortafuegos” de China. Todas las conexiones a Internet tendrán que ser redirigidas por puntos concretos aprobados por Roskomnazor, la organización gubernamental de comunicaciones.
Por estos servidores pasaría todo el tráfico de Rusia, y por lo tanto podría ser inspeccionado, bloqueado y redireccionado; se prevé que el tráfico sea llevado a servidores rusos cuando sea posible, por ejemplo, en casos en los que un usuario quiera usar la versión de una web de otro país.
Estas pruebas se realizarán antes del próximo 1 de abril, y no está claro aún cuánto durarán.
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