El comisionado del Ministerio del Exterior de Rusia por los derechos humanos, la democracia y el Imperio de la Ley, Konstantín Dolgov, afirma que la Ley de Libertad estadounidense únicamente ‘maquilla’ la campaña de vigilancia electrónica de la NSA.
Dolgov criticó la Ley de Libertad asegurando que, de hecho, no restringe el programa de vigilancia electrónica de la NSA de los ciudadanos estadounidenses. “La Ley de Libertad corrige solo cosmeticamente la campaña de la NSA de vigilancia de los ciudadanos estadounidenses, mientras que los servicios secretos de EE.UU. seguirán la vigilancia de los extranjeros sin censura. Los derechos humanos y el Imperio de Derecho no demandan a Washington”, subrayó.
La Ley de Libertad que pretende restringir el acceso de la NSA a datos personales fue aprobada por el Senado de Estados Unidos por 67 votos a favor y 32 en contra y fue firmada por el presidente de EE.UU., Barack Obama.
De acuerdo con el documento, el derecho a recabar datos sobre las conversaciones telefónicas de los estadounidenses ahora se transfiere a las empresas de telecomunicaciones. Los servicios especiales pueden tener acceso a esta información sólo tras la autorización del tribunal.
El comisionado del Ministerio del Exterior de Rusia por los derechos humanos, la democracia y el Imperio de la Ley, Konstantín Dolgov, afirma que la Ley de Libertad estadounidense únicamente ‘maquilla’ la campaña de vigilancia electrónica de la NSA.
Dolgov criticó la Ley de Libertad asegurando que, de hecho, no restringe el programa de vigilancia electrónica de la NSA de los ciudadanos estadounidenses. “La Ley de Libertad corrige solo cosmeticamente la campaña de la NSA de vigilancia de los ciudadanos estadounidenses, mientras que los servicios secretos de EE.UU. seguirán la vigilancia de los extranjeros sin censura. Los derechos humanos y el Imperio de Derecho no demandan a Washington”, subrayó.
La Ley de Libertad que pretende restringir el acceso de la NSA a datos personales fue aprobada por el Senado de Estados Unidos por 67 votos a favor y 32 en contra y fue firmada por el presidente de EE.UU., Barack Obama.
De acuerdo con el documento, el derecho a recabar datos sobre las conversaciones telefónicas de los estadounidenses ahora se transfiere a las empresas de telecomunicaciones. Los servicios especiales pueden tener acceso a esta información sólo tras la autorización del tribunal.
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