Dos de las personas más poderosas en el mundo de la tecnología al parecer mantenían un pacto secreto para instituir una política de ‘no contratación’ en la que cada uno se comprometió a no reclutar o ‘fichar’ los trabajadores del otro, una estrategia de negocios que, por su parte, tiene un carácter ilegal, informa el portal Business Insider Australia.
De acuerdo con los correos electrónicos de los líderes del sector de la tecnología desvelados el martes por la jueza Lucy Koh de la Corte Federal de California (EE.UU.), este régimen se instauró a principios del 2005, cuando la demanda de ingenieros en Silicon Valley estaba en un máximo histórico.
Fue entonces cuando Jobs y Schmidt llegaron a este “pacto entre caballeros”, como también lo llamaron, y acordaron que tuviera solo un carácter oral.
El CEO de Google, por su parte, entendía que se trataba de una práctica que rozaba lo ilegal y en uno de sus correos Schmidt comenta a la vicepresidenta de Operación de Negocios, Shona Brown, que el acuerdo tenía que permanecer en secreto y mencionarse solo “verbalmente, ya que no quiero crear un rastro de papel por el que podamos ser demandados más adelante”.
Con posterioridad el trato se hizo tan evidente que en 2010 el Departamento de Justicia estadounidense lanzó una investigación antimonopolio que sentó las bases para una demanda colectiva presentada en nombre de más de 100.000 empleados de Silicon Valley, que alegaron que de esta manera las compañías les privaron de más de nueve millones de dólares, manteniendo los salarios artificialmente bajos e impidiendo la libre competencia.
Jobs, que murió en 2011, parecía ser el principal arquitecto de la conspiración y a través de correos electrónicos advertía de forma vehemente a sus colegas de negocio las consecuencias que podía tener la violación del “pacto entre caballeros”, como lo llamaba.
Así, el mismo año 2005, Jobs envió un correo electrónico al fundador de Google, Sergey Brin, advirtiéndole de que se mantuviese alejado de la contratación de cualquier miembro del equipo del navegador web Safari de Apple: “Si usted contrata a una sola de estas personas, significará la guerra”, decía el mensaje.
Según los medios estadounidenses, además de Apple y Google, el acuerdo incluía a compañías de la importancia de Intel, Adobe, Intuit y Pixar.
Dos de las personas más poderosas en el mundo de la tecnología al parecer mantenían un pacto secreto para instituir una política de ‘no contratación’ en la que cada uno se comprometió a no reclutar o ‘fichar’ los trabajadores del otro, una estrategia de negocios que, por su parte, tiene un carácter ilegal, informa el portal Business Insider Australia.
De acuerdo con los correos electrónicos de los líderes del sector de la tecnología desvelados el martes por la jueza Lucy Koh de la Corte Federal de California (EE.UU.), este régimen se instauró a principios del 2005, cuando la demanda de ingenieros en Silicon Valley estaba en un máximo histórico.
Fue entonces cuando Jobs y Schmidt llegaron a este “pacto entre caballeros”, como también lo llamaron, y acordaron que tuviera solo un carácter oral.
El CEO de Google, por su parte, entendía que se trataba de una práctica que rozaba lo ilegal y en uno de sus correos Schmidt comenta a la vicepresidenta de Operación de Negocios, Shona Brown, que el acuerdo tenía que permanecer en secreto y mencionarse solo “verbalmente, ya que no quiero crear un rastro de papel por el que podamos ser demandados más adelante”.
Con posterioridad el trato se hizo tan evidente que en 2010 el Departamento de Justicia estadounidense lanzó una investigación antimonopolio que sentó las bases para una demanda colectiva presentada en nombre de más de 100.000 empleados de Silicon Valley, que alegaron que de esta manera las compañías les privaron de más de nueve millones de dólares, manteniendo los salarios artificialmente bajos e impidiendo la libre competencia.
Jobs, que murió en 2011, parecía ser el principal arquitecto de la conspiración y a través de correos electrónicos advertía de forma vehemente a sus colegas de negocio las consecuencias que podía tener la violación del “pacto entre caballeros”, como lo llamaba.
Así, el mismo año 2005, Jobs envió un correo electrónico al fundador de Google, Sergey Brin, advirtiéndole de que se mantuviese alejado de la contratación de cualquier miembro del equipo del navegador web Safari de Apple: “Si usted contrata a una sola de estas personas, significará la guerra”, decía el mensaje.
Según los medios estadounidenses, además de Apple y Google, el acuerdo incluía a compañías de la importancia de Intel, Adobe, Intuit y Pixar.
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