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Relaciones económicas internacionales: las claves a definir por el gobierno de Bachelet

Por Gonzalo Cerda Milla



Las críticas al secretismo con el que Chile estaría negociando el Trans Pacific Partnership (TPP), ha abierto numerosas interrogantes en la sociedad civil y en quien han sido parte en algun momento de este tipo de procesos. Quienes han participado en conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, sostienen que el gobierno argumenta su participación en la negociación en que es una política de continuidad que viene del gobierno anterior, asumiendo como propias las propuestas de integración que en su origen pretendían cuatro países (P4) y que fue abierto a otros dispuestos a abrir espacios de libre comercio en el Pacífico, para lograr una mayor presencia en los países de Asean.

No obstante, alegan que el gobierno no ha contestado con claridad la pregunta de qué es lo que se quiere conseguir o hacia dónde va a llegar esta negociación. Dados los antecedentes que muestran la postura de Chile en las rondas negociadoras (ver recuadro) algunas de las interrogantes son: ¿Para qué estamos en esta negociación? ¿Qué se piensa hacer hacia adelante?, o ¿Cuál es la visión estratégica para llevar a cabo todo esto?.

En este escenario, se deberá definir el rol que juegue la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) durante los próximos cuatro años del gobierno de la presidenta electa Michelle Bachelet. Para eso, plantean, existen tres caminos: mantener una suerte de continuidad de lo que han sido las negociaciones comerciales de Chile hasta ahora; seguir buscando países para firmar más acuerdos de libre comercio bilaterales; o asumir y cambiar a una nueva visión porque el mundo ha cambiado y actualmente existen dos grandes macro acuerdos que son los que está negociando EEUU con Europa y EEUU con el mundo del Pacífico.

Pero estos caminos no están exentos de complicaciones, de hecho quienes analizan los escenarios advierten que el TPP puede marcar un punto de inflexión. Y es que tal como se han desarrollado las negociaciones, cabe la posibilidad de que este acuerdo se transforme en un nuevo ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) y desemboque en un completo bloqueo a las negociaciones ya que hasta la fecha lo que se ha visto es que las posiciones son bastante distintas.

De hecho, quienes conocen el proceso, plantean que es perfectamente posible que se llegue a una parálisis por parte de Australia y Nueva Zelanda, lo que se podría sumar a la preocupación que han manifestado en Perú respecto a las implicancias de este proceso y la necesidad de analizar en conjunto la posición que tiene EEUU.

Clases de comercio


En este proceso de grandes negociaciones -macrozonales y multilaterales- se abre la posibilidad de que se produzca una suerte de “estructura de clases del comercio internacional”. Esta teoría plantea que dada la poca movilidad que ha presentado la OMC durante los últimos años, los acuerdos impulsados por EEUU y otras economías vengan a dibujar el mapa del comercio exterior en base a las capacidades de cada país y sus necesidades.

De hecho, se sostiene que por ejemplo, las cadenas de valor de más alta tecnología establezcan acuerdos entre países altamente desarrollados, donde EEUU jugaría un rol fundamental. Tras estos países, se generaría un segundo cuadro de comercio tradicional donde participan aquellos países que presentan ventajas en materias primas y comercio bilateral. Un tercer cuadro son los países que quieren estar fuera de toda globalización y que se encuentran trabajando para armar alianzas entre ellos.

En esa línea, agregan fuentes conocedoras del proceso, la opción de juntar a todos los países bajo las mismas reglas del comercio internacional “está haciendo agua”.

 

Por G. Cerda / F. Miranda y T. Baeza

Los últimos documentos que se han filtrado respecto de la negociación del TPP muestran las distintas posturas que han adoptado los 12 miembros en diversas áreas de negociación. Allí también queda de manifiesto la forma en que nuestro país ha planteado la defensa de sus intereses. Quienes han tenido acceso a los documentos plantean que Chile ha sido más reticente de lo que cualquiera habría pensado, de hecho, ha votado en 63 de 88 items de forma distinta a EEUU.

Hace uno meses la filtración del capítulo de propiedad intelectual daba cuenta de que todo lo que plantea EEUU lo conduce solo y a veces, con Japón o con Australia. Y es que EEUU habría ejercido mucha presión sobre los miembros del foro para poder cerrar todos los temas posibles lo antes posible. No obstante, algunos temas siguen sin avances significativos.

A pesar de esto, en la ronda de Salt Lake City en noviembre de 2013, el jefe negociador de EEUU, junto con los 12 países reconocieron la demora en los progresos, ya que no se habría presentado una solución de parte de EEUU para que fuera recogida por el resto de los integrantes.

De hecho, hay miembros que han sugerido preparar distintos escenarios para “no llevarse sorpresas que puedan afectar el proceso”, planteaba el texto que se filtró.

Algunas áreas donde convergen posiciones es por ejemplo, en la aplicación de las excepciones generales para el capítulo sobre inversión, donde pareciera que la discusión no está terminada dado que EEUU presentó una propuesta que está siendo analizada por el resto de los países participantes.

Otro aspecto que destacan quienes han participado de este proceso es el aumento de “corchetes” en los textos, producto de que los países quieren contar más elementos con los que negociar, y la forma en que logra eliminarlos es aprobando algunos puntos dado que “a estas alturas las fichas de cada país son sus corchetes”.

La relevancia del “fast track”

El “fast track” no dependería directamente de la negociación económica, sino que también tiene elementos que consideran a los trabajadores que son desplazados por las exportaciones y que a veces no tienen mucha vinculación con el tema internacional sino que depende de otros factores. De hecho, agregan las mismas fuente, el TPP parece ser una madeja compleja de resolver, pero de existir una fibra que sirva para destrabar el asunto, puede que de paso a una aceleración y avance en algunas áreas.