Durante el último año y por desgracia, en Genbeta nos hemos visto obligados a hacernos eco de una serie de noticias sobre importantes filtraciones, ataques y malware en general. Unas informaciones que, al mismo tiempo, han evidenciado el nacimiento de nuevas formas de ransomware así como otros tipos de ataques ytimos de los que cientos de usuarios ya han sido víctimas.
Con el objetivo de prevenirlos, te hemos brindado algunas de las mejores herramientas que te ayudarán a protegerte así como otra serie de consejos para incrementar la seguridad de tus contraseñas y un largo etcétera que seguro que te resulta familiar. Un contexto en el que no podemos dejar de mencionar el último test lanzado por la firma Kaspersky y que te permitirá saber cuán vulnerable eres online.
Cómo es el test
Así, la compañía experta en soluciones de seguridad plantea este cuestionario afirmando que “Internet, como todo en la vida, puede ser seguro o inseguro”, pero que todo depende de nuestros hábitos. De hecho, establece una curiosa comparación: “Estás a salvo en la calle si utilizas los pasos de peatones y respetas los semáforos, pero no si te paseas por la noche con un montón de dinero en efectivo en el bolsillo. El mundo de Internet tiene reglas que son igualmente obvias, pero no todo el mundo está familiarizado con ellas”.
Un test con el que no solo averiguarás el nivel de riesgo al que estás expuesto, sino que también te permitirá conocer qué podría ocurrirte y aprender a protegerte de la manera apropiada de la mano de consejos concretos. Para empezar y poder llevar a cabo unas estadísticas, el sistema comienza preguntándonos acerca de nuestro país de origen, sexo, año de nacimiento y tipo de dispositivo que habitualmente usamos.
Respecto a este último punto, tan solo podemos indicar uno. Un tipo de respuesta que, en el caso de una servidora, se queda corto, pues necesitaría marcar al menos dos. En el siguiente paso se nos pregunta directamente en cuál de las siguientes páginas daríamos nuestros datos sin dudar. Aquí sí podemos escoger más de una opción, aunque tendrás que hacer zoom para verlas bien. El servicio al que se refiere es Banamex y no cambia si indicamos que somos un usuario alemán, por ejemplo.
La sexta pregunta tiene que ver con una práctica que deberías evitar siempre: descargar archivos de correos electrónicos sospechosos. La formulación concreta es “has recibido un email con un archivo de Word adjunto titulado multas vencidas, ¿qué harías?”. Otra de las situaciones ficticias que plantea es que el archivo que estemos buscando se encuentre en un sitio de intercambio de ficheros y que, al hacer clic para descargarlo, se nos ofrezca un modo de descarga rápida.
La manera en la que escoges una contraseña segura y cómo la recuerdas –si utilizas, por ejemplo, un gestor de contraseñas- también tienen cabida. En todo caso y en nuestra modesta opinión, figuran algunas respuestas que resultan, obviamente, incorrectas, pero que reflejan unas prácticas que es bastante probable que muchos usuarios realmente lleven a cabo.
Nos estamos refiriendo, por ejemplo, al guardado de contraseñas en el móvil o en un papel, algo que mi propia madre (menor de 55 años) continúa haciendo por más que le hayan robado el bolso y que yo le insista. Lo mejor es que llevaba la libreta con las mismas dentro de él. Más supuestos tienen que ver con la creación de una cuenta temporal en una página web, la activación de guardar credenciales en determinadas webs, y similares.
En la tercera parte del cuestionario se refiere a qué hacemos con las fotografías y vídeos que ocupan demasiado espacio, a si creamos copias de seguridad, a las fuentes a través de las que descargamos archivos, a nuestros hábitos de compra online, etcétera. En la cuarta se nos pregunta si guardamos el historial de visitas y lo limpiamos con regularidad, qué canales usamos para enviar mensajes privados, cómo almacenamos la información que no deseamos que vea nadie, cómo instalamos nuevas aplicaciones en el ordenador, etcétera.
Para acabar, debemos responder a varios puntos sobre nuestros perfiles en redes sociales y la configuración de privacidad, así como a algunas cuestiones más específicas sobre los términos y condiciones de apps móviles, y otras que tienen que ver con la manera en la que escogeríamos una solución de seguridad para nuestro dispositivo. Cuando acabamos nos da una puntuación y un porcentaje respecto del número de usuarios, así como las respuestas correctas. Este sería un ejemplo (evidentemente forzado, ejem).
Viene también con un mapa global de puntuaciones en el que puede apreciarse que las más altas (los usuarios más conscientes de la falta de seguridad) se encuentran en la zona alemana. Los usuarios de la India, Italia, Japón y algunos lugares de Malasia son los más vulnerables.
Los más vulnerables
Al margen del cuestionario que nos ocupa y a finales del mes pasado, la misma firma dio a conocer un interesante informe en el que ponía de manifiesto que aquellos usuarios mayores de 55 años formaban parte del colectivo de navegantes más vulnerables. Una iniciativa que tuvo en cuenta las respuestas de más de 12.000 personas y que reveló que muchos de los adultos en esta franja de edad llevan a cabo prácticas de riesgo.
Entre ellas se encuentran las transacciones bancarias y las comunicaciones personales e intercambio de datos sin la protección adecuada, además de la falta de atención sobre la información “sensible” que puede circular a través de internet. Según el documento, este tipo de usuarios tampoco presta ninguna atención a los términos y condiciones de los servicios, no evita el acceso a páginas webs maliciosas, ni tiene en cuenta el origen de lo que instala.
Tampoco se fija o activa las configuraciones avanzadas sobre privacidad en redes sociales o el seguimiento de su smartphone para los casos de pérdida o robo. Un tipo de prácticas básicas y sencillas de llevar a cabo pero que pasan por alto. Otro de los datos que puso de manifiesto el texto es que solo el 10% empleaba VPN para proteger su seguridad cuando se conectaba a WiFi públicas.
También llamó nuestra atención –pese a lo que podría pensarse a priori- el hecho de que solo el 49% de los encuestados se mostró preocupado por la seguridad cuando compra a través de Internet, y que hasta el 84% se mostrara totalmente convencido de que no es un blanco para los cibercriminales. Sin embargo, parece que estos se han dado cuenta de su vulnerabilidad, pues hasta el 14% de ellos han sido víctimas de los supuestos premios falsos que aparecen al entrar en algunas webs.
Durante el último año y por desgracia, en Genbeta nos hemos visto obligados a hacernos eco de una serie de noticias sobre importantes filtraciones, ataques y malware en general. Unas informaciones que, al mismo tiempo, han evidenciado el nacimiento de nuevas formas de ransomware así como otros tipos de ataques ytimos de los que cientos de usuarios ya han sido víctimas.
Con el objetivo de prevenirlos, te hemos brindado algunas de las mejores herramientas que te ayudarán a protegerte así como otra serie de consejos para incrementar la seguridad de tus contraseñas y un largo etcétera que seguro que te resulta familiar. Un contexto en el que no podemos dejar de mencionar el último test lanzado por la firma Kaspersky y que te permitirá saber cuán vulnerable eres online.
Cómo es el test
Así, la compañía experta en soluciones de seguridad plantea este cuestionario afirmando que “Internet, como todo en la vida, puede ser seguro o inseguro”, pero que todo depende de nuestros hábitos. De hecho, establece una curiosa comparación: “Estás a salvo en la calle si utilizas los pasos de peatones y respetas los semáforos, pero no si te paseas por la noche con un montón de dinero en efectivo en el bolsillo. El mundo de Internet tiene reglas que son igualmente obvias, pero no todo el mundo está familiarizado con ellas”.
Un test con el que no solo averiguarás el nivel de riesgo al que estás expuesto, sino que también te permitirá conocer qué podría ocurrirte y aprender a protegerte de la manera apropiada de la mano de consejos concretos. Para empezar y poder llevar a cabo unas estadísticas, el sistema comienza preguntándonos acerca de nuestro país de origen, sexo, año de nacimiento y tipo de dispositivo que habitualmente usamos.
Respecto a este último punto, tan solo podemos indicar uno. Un tipo de respuesta que, en el caso de una servidora, se queda corto, pues necesitaría marcar al menos dos. En el siguiente paso se nos pregunta directamente en cuál de las siguientes páginas daríamos nuestros datos sin dudar. Aquí sí podemos escoger más de una opción, aunque tendrás que hacer zoom para verlas bien. El servicio al que se refiere es Banamex y no cambia si indicamos que somos un usuario alemán, por ejemplo.
La sexta pregunta tiene que ver con una práctica que deberías evitar siempre: descargar archivos de correos electrónicos sospechosos. La formulación concreta es “has recibido un email con un archivo de Word adjunto titulado multas vencidas, ¿qué harías?”. Otra de las situaciones ficticias que plantea es que el archivo que estemos buscando se encuentre en un sitio de intercambio de ficheros y que, al hacer clic para descargarlo, se nos ofrezca un modo de descarga rápida.
La manera en la que escoges una contraseña segura y cómo la recuerdas –si utilizas, por ejemplo, un gestor de contraseñas- también tienen cabida. En todo caso y en nuestra modesta opinión, figuran algunas respuestas que resultan, obviamente, incorrectas, pero que reflejan unas prácticas que es bastante probable que muchos usuarios realmente lleven a cabo.
Nos estamos refiriendo, por ejemplo, al guardado de contraseñas en el móvil o en un papel, algo que mi propia madre (menor de 55 años) continúa haciendo por más que le hayan robado el bolso y que yo le insista. Lo mejor es que llevaba la libreta con las mismas dentro de él. Más supuestos tienen que ver con la creación de una cuenta temporal en una página web, la activación de guardar credenciales en determinadas webs, y similares.
En la tercera parte del cuestionario se refiere a qué hacemos con las fotografías y vídeos que ocupan demasiado espacio, a si creamos copias de seguridad, a las fuentes a través de las que descargamos archivos, a nuestros hábitos de compra online, etcétera. En la cuarta se nos pregunta si guardamos el historial de visitas y lo limpiamos con regularidad, qué canales usamos para enviar mensajes privados, cómo almacenamos la información que no deseamos que vea nadie, cómo instalamos nuevas aplicaciones en el ordenador, etcétera.
Para acabar, debemos responder a varios puntos sobre nuestros perfiles en redes sociales y la configuración de privacidad, así como a algunas cuestiones más específicas sobre los términos y condiciones de apps móviles, y otras que tienen que ver con la manera en la que escogeríamos una solución de seguridad para nuestro dispositivo. Cuando acabamos nos da una puntuación y un porcentaje respecto del número de usuarios, así como las respuestas correctas. Este sería un ejemplo (evidentemente forzado, ejem).
Viene también con un mapa global de puntuaciones en el que puede apreciarse que las más altas (los usuarios más conscientes de la falta de seguridad) se encuentran en la zona alemana. Los usuarios de la India, Italia, Japón y algunos lugares de Malasia son los más vulnerables.
Los más vulnerables
Al margen del cuestionario que nos ocupa y a finales del mes pasado, la misma firma dio a conocer un interesante informe en el que ponía de manifiesto que aquellos usuarios mayores de 55 años formaban parte del colectivo de navegantes más vulnerables. Una iniciativa que tuvo en cuenta las respuestas de más de 12.000 personas y que reveló que muchos de los adultos en esta franja de edad llevan a cabo prácticas de riesgo.
Entre ellas se encuentran las transacciones bancarias y las comunicaciones personales e intercambio de datos sin la protección adecuada, además de la falta de atención sobre la información “sensible” que puede circular a través de internet. Según el documento, este tipo de usuarios tampoco presta ninguna atención a los términos y condiciones de los servicios, no evita el acceso a páginas webs maliciosas, ni tiene en cuenta el origen de lo que instala.
Tampoco se fija o activa las configuraciones avanzadas sobre privacidad en redes sociales o el seguimiento de su smartphone para los casos de pérdida o robo. Un tipo de prácticas básicas y sencillas de llevar a cabo pero que pasan por alto. Otro de los datos que puso de manifiesto el texto es que solo el 10% empleaba VPN para proteger su seguridad cuando se conectaba a WiFi públicas.
También llamó nuestra atención –pese a lo que podría pensarse a priori- el hecho de que solo el 49% de los encuestados se mostró preocupado por la seguridad cuando compra a través de Internet, y que hasta el 84% se mostrara totalmente convencido de que no es un blanco para los cibercriminales. Sin embargo, parece que estos se han dado cuenta de su vulnerabilidad, pues hasta el 14% de ellos han sido víctimas de los supuestos premios falsos que aparecen al entrar en algunas webs.
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