“Realismo sin Privilegios” argumenta que se gasta demasiado dinero en programas básicos de oficina, para los que existen alternativas gratuitas.
En el marco de una propuesta denominada Realismo sin Privilegios, un grupo de parlamentarios de Chile quiere que el estado ahorre dinero dejando de lado el software propietario en oficinas públicas y dando paso al software libre.
La iniciativa es firmada por Camila Vallejo, Vlado Mirosevic, Giorgio Jackson, Karol Cariola y Daniel Melo, quienes aseguran que hasta CLP $36.000 millones al año podrían destinarse a otros gastos gracias al software libre, sin que aquello signifique una merma en la productividad o en los trabajos que se realizan con él:
De acuerdo a datos señalados en El Mostrador, en Gasto de Programas Informáticos (Ley Presupuesto 2014) se gastan $36 mil millones anuales en las diferentes reparticiones del Estado (entre gastos de licencias y mantenimiento).Reemplazando el sistema operativo y los programas básicos de oficina (planillas, editores de texto y de presentaciones) por software libre es posible asegurar el pleno cumplimiento de las tareas básicas de oficina, destinando un presupuesto justificado para casos de software específico que sea necesario comprar.
No es primera vez que en Chile se intenta algo similar. Hace un tiempo atrás el mismo Vlado Mirosevic tuvo la misma idea, que luego fracasó debido a ciertas relaciones entre Microsoft y el gobierno. “Microsoft nos violó”, argumentó Mirosevic en aquella ocasión.
En países como India, por ejemplo, el uso de software libre es obligatorio en el gobierno.
Entre otras cosas, la iniciativa busca que los parlamentarios ya no viajen en clase ejecutiva y que los altos cargos de gobierno no se vean beneficiados por reajustes salariales.
“Realismo sin Privilegios” argumenta que se gasta demasiado dinero en programas básicos de oficina, para los que existen alternativas gratuitas.
En el marco de una propuesta denominada Realismo sin Privilegios, un grupo de parlamentarios de Chile quiere que el estado ahorre dinero dejando de lado el software propietario en oficinas públicas y dando paso al software libre.
La iniciativa es firmada por Camila Vallejo, Vlado Mirosevic, Giorgio Jackson, Karol Cariola y Daniel Melo, quienes aseguran que hasta CLP $36.000 millones al año podrían destinarse a otros gastos gracias al software libre, sin que aquello signifique una merma en la productividad o en los trabajos que se realizan con él:
No es primera vez que en Chile se intenta algo similar. Hace un tiempo atrás el mismo Vlado Mirosevic tuvo la misma idea, que luego fracasó debido a ciertas relaciones entre Microsoft y el gobierno. “Microsoft nos violó”, argumentó Mirosevic en aquella ocasión.
En países como India, por ejemplo, el uso de software libre es obligatorio en el gobierno.
Entre otras cosas, la iniciativa busca que los parlamentarios ya no viajen en clase ejecutiva y que los altos cargos de gobierno no se vean beneficiados por reajustes salariales.
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