Para entender porque se eligió el nombre del Partido Pirata en Suecia (Piratpartiet) tenemos que analizar el contexto de este país. Fue de los primeros en implantar el ancho de banda. En 1998 tenia fibra de 10 megas en mi duplex suburbano. Al ofrecer este tipo de tecnología puntera no sólo a los especialistas, sino a todo el mundo,comenzó a cambiar la percepción pública de cómo ésta podía y debía ser utilizada,
Para poner las cosas en una línea temporal, en Suecia, las conexiones de 10 Megas eran comunes antes de la llegada de Napster en 1999, así que imaginad lo que sucedió después.
En el terreno sociocultural, el lobby de la industria del derecho de autor entró en una batalla ya perdida desde hace tiempo. Sin embargo, y con muy poca intuición, siguieron el ejemplo de los demás países y establecieron el Antipiratbyrån (oficina de lucha contra la piratería) en 2001, convirtiéndose en el hazmerreír con sus débiles intentos de “educar” a los ciudadanos.
En respuesta, unos cuantos artistas, músicos y trabajadores de la cultura fundaron el Piratbyrån (oficina sobre piratería) en 2003. Al elegir ese nombre, querían señalar que ellos eran los progresistas y los otros, los retrógrados. Estos activistas fueron los primeros en contestar al lobby del copyright, e inmediatamente fueron catapultados a todos los medios de comunicación. Inspirado en la cultura del Piratbyrån, un pequeño subgrupo de sus activistas creó el protocolo BitTorrent como un experimento en el otoño de 2003. Lo llamaron The Pirate Bay.
Se les consideró héroes, en particular entre los jóvenes.
En 2005, las leyes de derechos de autor se endurecieron una vez más en Suecia. El debate sobre la legislación propuesta se extendió a todas partes: En las escuelas, en los hogares, en la televisión, en los periódicos, en las universidades, en los centros de trabajo. Todo el mundo participó excepto los políticos.
Esta fue la chispa que provocó que fuera necesario convertir el debate en algo personal para los políticos, apuntando directamente al núcleo de su poder. “Esto no funciona. Tomad parte en la discusión o empezaremos a amenazar con quedarnos con vuestros trabajos”.
Es importante entender que en este momento en Suecia, las políticas piratas ya estaban establecidas por laPiratbyrån. Cuando llegó el momento de entrar en políticas, no era una cuestión de fundar un nuevo partido y empezar a buscar un nombre.
Se trataba de fundar el Partido Pirata.
La elección fue un gran éxito, ganando la atención de todos de inmediato. Todo el mundo sabía por lo menos dos cosas al ver el nombre por primera vez: cuáles eran nuestras políticas exactamente y que podían votar por nosotros en las próximas elecciones. Eso no hubiera pasado con cualquier otro nombre. Con el 99% de probabilidad, se habría quedado en una página web.
Expertos en marketing también le dan una nota de 10. Al gestionar una marca, lo ideal es elegir un nombre tanúnico y descriptivo como sea posible. Y siempre tendrá que haber un equilibrio entre estos dos términos. Skype es único, pero no descriptivo. Word es descriptivo, pero no único. “Partido Pirata” queda perfectamente claro tanto única como descriptivamente.
La sorpresa para mí fue la rapidez en la que nuestro movimiento se extendió a otros países (donde no habían tenido una preparación previa con un equivalente de la Piratbyrån) además de que eligieran el nombre del Partido Pirata traducido a sus propios idiomas. Cada uno de ellos lo sopesó detenidamente antes de decidirse a utilizarlo. Tal vez la razón más convincente vino del debate en la creación del Partido Pirata español:
O nos llamamos a nosotros mismos el Partido Pirata, y definimos lo que el nombre significa, razonaron, o nos llamarán el Partido Pirata igualmente, sin tener el control de lo que este nombre representa.
Se parece bastante a lo que sucedió cuando el movimiento gay utilizó este término para sus propios propósitos. Al estar orgulloso de ser un pirata, y hacerlo público, evitas el contraataque del lobby de la industria del copyright. Actualmente se quejan de que calificar a la gente como piratas ya no funciona como pretendían.
Para despejar dudas:
¿El nombre funciona para conseguir votos? Sin duda. Fuimos el partido más grande en el codiciado sub-30 demográfico en las elecciones europeas en Suecia, con un 25% de los votos de este grupo. Hemos tenido el 38% de los votos entre los varones jóvenes. El nombre no es un obstáculo para los votos, y tenemos los resultados de las elecciones para probarlo.
¿Se toma en serio el nombre? Que al principio algunas personas no tomaran en serio el Partido Pirata tenía menos que ver con el nombre, y más que ver con el hecho de que éramos un partido nuevo. Nos trataron con el mismo escepticismo que cualquier nuevo partido.
Pero las personas mayores todavía no se toman el nombre en serio. Es cierto que en algunos casos, las personas que no forman parte de la cultura de internet no entienden el nombre. Pero si el partido se llamara de otra manera, esa gente le daría los mismos 30 segundos mientras le echa un vistazo al programa del partido antes de desecharlo ya que los demográfico no-ret no tienen que concordar con las políticas. Es mucho mejor tener un nombre fuerte para los simpatizantes.
Además, es un debate hipotético. No seríamos el movimiento global que somos si no hubiéramos tenido ese nombre desde el primer día, y aunque quisiéramos cambiarlo, no somos lo suficientemente fuertes para sobrevivir cohesionados.
Pero sobre todo, no queremos cambiar el nombre, aunque se pudiera. Eso sería como decir a nuestros simpatizantes que hemos replanteado nuestras políticas y llegado a la conclusión de que la copia ya no es buena. Este no es el mensaje que queremos enviar.
En pocas palabras, creemos en la copia y en las libertades civiles. Algunas personas nos califican como “piratas” por esto. Bueno, entonces seremos piratas, y muy orgullosos de ello.
Así que sigue estos colores piratas volando alto en todos los continentes.
Fuente: Falkvinge.net
Para entender porque se eligió el nombre del Partido Pirata en Suecia (Piratpartiet) tenemos que analizar el contexto de este país. Fue de los primeros en implantar el ancho de banda. En 1998 tenia fibra de 10 megas en mi duplex suburbano. Al ofrecer este tipo de tecnología puntera no sólo a los especialistas, sino a todo el mundo,comenzó a cambiar la percepción pública de cómo ésta podía y debía ser utilizada,
Para poner las cosas en una línea temporal, en Suecia, las conexiones de 10 Megas eran comunes antes de la llegada de Napster en 1999, así que imaginad lo que sucedió después.
En el terreno sociocultural, el lobby de la industria del derecho de autor entró en una batalla ya perdida desde hace tiempo. Sin embargo, y con muy poca intuición, siguieron el ejemplo de los demás países y establecieron el Antipiratbyrån (oficina de lucha contra la piratería) en 2001, convirtiéndose en el hazmerreír con sus débiles intentos de “educar” a los ciudadanos.
En respuesta, unos cuantos artistas, músicos y trabajadores de la cultura fundaron el Piratbyrån (oficina sobre piratería) en 2003. Al elegir ese nombre, querían señalar que ellos eran los progresistas y los otros, los retrógrados. Estos activistas fueron los primeros en contestar al lobby del copyright, e inmediatamente fueron catapultados a todos los medios de comunicación. Inspirado en la cultura del Piratbyrån, un pequeño subgrupo de sus activistas creó el protocolo BitTorrent como un experimento en el otoño de 2003. Lo llamaron The Pirate Bay.
Se les consideró héroes, en particular entre los jóvenes.
En 2005, las leyes de derechos de autor se endurecieron una vez más en Suecia. El debate sobre la legislación propuesta se extendió a todas partes: En las escuelas, en los hogares, en la televisión, en los periódicos, en las universidades, en los centros de trabajo. Todo el mundo participó excepto los políticos.
Esta fue la chispa que provocó que fuera necesario convertir el debate en algo personal para los políticos, apuntando directamente al núcleo de su poder. “Esto no funciona. Tomad parte en la discusión o empezaremos a amenazar con quedarnos con vuestros trabajos”.
Es importante entender que en este momento en Suecia, las políticas piratas ya estaban establecidas por laPiratbyrån. Cuando llegó el momento de entrar en políticas, no era una cuestión de fundar un nuevo partido y empezar a buscar un nombre.
Se trataba de fundar el Partido Pirata.
La elección fue un gran éxito, ganando la atención de todos de inmediato. Todo el mundo sabía por lo menos dos cosas al ver el nombre por primera vez: cuáles eran nuestras políticas exactamente y que podían votar por nosotros en las próximas elecciones. Eso no hubiera pasado con cualquier otro nombre. Con el 99% de probabilidad, se habría quedado en una página web.
Expertos en marketing también le dan una nota de 10. Al gestionar una marca, lo ideal es elegir un nombre tanúnico y descriptivo como sea posible. Y siempre tendrá que haber un equilibrio entre estos dos términos. Skype es único, pero no descriptivo. Word es descriptivo, pero no único. “Partido Pirata” queda perfectamente claro tanto única como descriptivamente.
La sorpresa para mí fue la rapidez en la que nuestro movimiento se extendió a otros países (donde no habían tenido una preparación previa con un equivalente de la Piratbyrån) además de que eligieran el nombre del Partido Pirata traducido a sus propios idiomas. Cada uno de ellos lo sopesó detenidamente antes de decidirse a utilizarlo. Tal vez la razón más convincente vino del debate en la creación del Partido Pirata español:
O nos llamamos a nosotros mismos el Partido Pirata, y definimos lo que el nombre significa, razonaron, o nos llamarán el Partido Pirata igualmente, sin tener el control de lo que este nombre representa.
Se parece bastante a lo que sucedió cuando el movimiento gay utilizó este término para sus propios propósitos. Al estar orgulloso de ser un pirata, y hacerlo público, evitas el contraataque del lobby de la industria del copyright. Actualmente se quejan de que calificar a la gente como piratas ya no funciona como pretendían.
Para despejar dudas:
¿El nombre funciona para conseguir votos? Sin duda. Fuimos el partido más grande en el codiciado sub-30 demográfico en las elecciones europeas en Suecia, con un 25% de los votos de este grupo. Hemos tenido el 38% de los votos entre los varones jóvenes. El nombre no es un obstáculo para los votos, y tenemos los resultados de las elecciones para probarlo.
¿Se toma en serio el nombre? Que al principio algunas personas no tomaran en serio el Partido Pirata tenía menos que ver con el nombre, y más que ver con el hecho de que éramos un partido nuevo. Nos trataron con el mismo escepticismo que cualquier nuevo partido.
Pero las personas mayores todavía no se toman el nombre en serio. Es cierto que en algunos casos, las personas que no forman parte de la cultura de internet no entienden el nombre. Pero si el partido se llamara de otra manera, esa gente le daría los mismos 30 segundos mientras le echa un vistazo al programa del partido antes de desecharlo ya que los demográfico no-ret no tienen que concordar con las políticas. Es mucho mejor tener un nombre fuerte para los simpatizantes.
Además, es un debate hipotético. No seríamos el movimiento global que somos si no hubiéramos tenido ese nombre desde el primer día, y aunque quisiéramos cambiarlo, no somos lo suficientemente fuertes para sobrevivir cohesionados.
Pero sobre todo, no queremos cambiar el nombre, aunque se pudiera. Eso sería como decir a nuestros simpatizantes que hemos replanteado nuestras políticas y llegado a la conclusión de que la copia ya no es buena. Este no es el mensaje que queremos enviar.
En pocas palabras, creemos en la copia y en las libertades civiles. Algunas personas nos califican como “piratas” por esto. Bueno, entonces seremos piratas, y muy orgullosos de ello.
Así que sigue estos colores piratas volando alto en todos los continentes.
Fuente: Falkvinge.net
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