Después de que Associated Press revelara que los agentes de la NSA utilizaban su posición oficial para poder vigilar a sus parejas, el senador republicano Charles Grassley solicitó al inspector general de la agencia una explicación sobre los posibles abusos de las controversiales capacidades de vigilancia de dicha entidad.
El inspector enumeró 12 casos comprobados de abuso intencional de las autoridades de inteligencia en el uso de las señales interceptadas, asegura ‘The Raw Story’.
En uno de los casos una ciudadana extranjera que trabajaba para el Gobierno de EE.UU. le dijo a un colega que sospechaba que su novio, que trabajaba para la NSA, espiaba sus llamadas telefónicas.
Los investigadores encontraron que el empleado había recolectado las conversaciones telefónicas de su novia con nueve mujeres diferentes sin propósito válido entre 1998 y 2003 y fue suspendido sin sueldo. Luego renunció antes de que pudiera ser castigado disciplinariamente.
En otro caso, una mujer le dijo a la NSA que ella había grabado una conversación entre su marido y un número de teléfono en el exterior porque sospechaba que le había sido infiel. Ella también renunció antes de que pudiera ser castigada, dijo el inspector general.
Otra mujer dijo que había tomado la costumbre de introducir números de teléfono de extranjeros que obtuvo en su vida social en el sistema SIGINT para asegurarse de que no estaba conversando con “personajes oscuros” con la intención, según ella, de ayudar a la misión de la NSA. Pero la oficina del inspector general no estuvo de acuerdo y remitió su caso ante el Departamento de Justicia.
El primer escándalo referente a la vigilancia masiva por parte de agencias de EE.UU. estalló en junio de este año, después de que el excolaborador de la CIA Edward Snowden revelara en una entrevista al diario ‘The Guardian’ datos sobre el programa PRISM, con el que la inteligencia de EE.UU. espiaba a sus propios ciudadanos e incluso a los dirigentes y jefes de otros Estados.
Después de que Associated Press revelara que los agentes de la NSA utilizaban su posición oficial para poder vigilar a sus parejas, el senador republicano Charles Grassley solicitó al inspector general de la agencia una explicación sobre los posibles abusos de las controversiales capacidades de vigilancia de dicha entidad.
El inspector enumeró 12 casos comprobados de abuso intencional de las autoridades de inteligencia en el uso de las señales interceptadas, asegura ‘The Raw Story’.
En uno de los casos una ciudadana extranjera que trabajaba para el Gobierno de EE.UU. le dijo a un colega que sospechaba que su novio, que trabajaba para la NSA, espiaba sus llamadas telefónicas.
Los investigadores encontraron que el empleado había recolectado las conversaciones telefónicas de su novia con nueve mujeres diferentes sin propósito válido entre 1998 y 2003 y fue suspendido sin sueldo. Luego renunció antes de que pudiera ser castigado disciplinariamente.
En otro caso, una mujer le dijo a la NSA que ella había grabado una conversación entre su marido y un número de teléfono en el exterior porque sospechaba que le había sido infiel. Ella también renunció antes de que pudiera ser castigada, dijo el inspector general.
Otra mujer dijo que había tomado la costumbre de introducir números de teléfono de extranjeros que obtuvo en su vida social en el sistema SIGINT para asegurarse de que no estaba conversando con “personajes oscuros” con la intención, según ella, de ayudar a la misión de la NSA. Pero la oficina del inspector general no estuvo de acuerdo y remitió su caso ante el Departamento de Justicia.
El primer escándalo referente a la vigilancia masiva por parte de agencias de EE.UU. estalló en junio de este año, después de que el excolaborador de la CIA Edward Snowden revelara en una entrevista al diario ‘The Guardian’ datos sobre el programa PRISM, con el que la inteligencia de EE.UU. espiaba a sus propios ciudadanos e incluso a los dirigentes y jefes de otros Estados.
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