Según descubrieron los científicos del Centro para la Seguridad Alimentaria, la tecnología agraria que combina el uso del glifosato, la sustancia activa del herbicida, con el cultivo de plantas genéticamente modificadas ha diezmado la fuente principal de alimentos de esta especie de mariposas: el algodoncillo y otras hierbas del género ‘Asclepias’.
Monsanto no ofrece al mercado nada específico para el exterminio de la mariposa monarca, ya que estas no causan un daño importante en los cultivos. Sin embargo, la emblemática especie norteamericana está amenazada directamente por la tecnología agraria que promueve esta compañía, asegura el director ejecutivo del centro ya mencionado, Andrew Kimbrell.
Tanto el néctar como las hojas de las ‘Asclepias’ son imprescindibles para la vida de las mariposas monarca: siendo oruga consume sus glucósidos cardiacos, un compuesto venenoso de estas hierbas que después distribuye por el tejido de sus alas para que presenten peligro para los depredadores. Así, el veneno de las ‘Asclepias’ las protege de gran parte de ataques y aumenta su capacidad de supervivencia. Además, en la madurez las mariposas prefieren alimentarse del néctar de las flores de las mismas especies herbáceas, que para los agricultores son simplemente mala hierba.
“Dejar que la mariposa monarca desaparezca para permitirle a Monsanto vender su herbicida durante unos cuantos años más es simplemente vergonzoso”, dice Andrew Kimbrell citado por el sitio web de su centro. Mientras tanto, los investigadores calcularon que Roundup ha matado ya un 99% de las ‘Asclepias’ en los campos del Medio Oeste de EE.UU., el que antes era el hábitat principal de estas mariposas.
El extenso uso en la agricultura del herbicida Roundup, una creación de la empresa Monsanto, ha puesto al borde de extinción la población norteamericana de la mariposa monarca. Los datos han aparecido en un informe publicado recientemente en Estados Unidos.
Según descubrieron los científicos del Centro para la Seguridad Alimentaria, la tecnología agraria que combina el uso del glifosato, la sustancia activa del herbicida, con el cultivo de plantas genéticamente modificadas ha diezmado la fuente principal de alimentos de esta especie de mariposas: el algodoncillo y otras hierbas del género ‘Asclepias’.
Monsanto no ofrece al mercado nada específico para el exterminio de la mariposa monarca, ya que estas no causan un daño importante en los cultivos. Sin embargo, la emblemática especie norteamericana está amenazada directamente por la tecnología agraria que promueve esta compañía, asegura el director ejecutivo del centro ya mencionado, Andrew Kimbrell.
Tanto el néctar como las hojas de las ‘Asclepias’ son imprescindibles para la vida de las mariposas monarca: siendo oruga consume sus glucósidos cardiacos, un compuesto venenoso de estas hierbas que después distribuye por el tejido de sus alas para que presenten peligro para los depredadores. Así, el veneno de las ‘Asclepias’ las protege de gran parte de ataques y aumenta su capacidad de supervivencia. Además, en la madurez las mariposas prefieren alimentarse del néctar de las flores de las mismas especies herbáceas, que para los agricultores son simplemente mala hierba.
“Dejar que la mariposa monarca desaparezca para permitirle a Monsanto vender su herbicida durante unos cuantos años más es simplemente vergonzoso”, dice Andrew Kimbrell citado por el sitio web de su centro. Mientras tanto, los investigadores calcularon que Roundup ha matado ya un 99% de las ‘Asclepias’ en los campos del Medio Oeste de EE.UU., el que antes era el hábitat principal de estas mariposas.
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