Microsoft amenazó con cerrar instalaciones de I+D en Reino Unido y despedir a trabajadores si el gobierno de ese país continuaba con su política de implantación de estándares abiertos en la administración, según comenta Steve Hilton, antiguo director de estrategia de David Cameron, en el periódico británico The Guardian.
La multinacional estadounidense habría llamado a varios parlamentarios conservadores con instalaciones de Microsoft en sus circunscripciones, para señalarles que se cerrarían si seguían adelante con su política de formatos abiertos en la administración, en especial la implantación del Open Document Format (ODF) en detrimento de su formato OpenXML, que tantos beneficios proporciona a los de Redmond en productos como su suite ofimática Office.
Una política en el que el objetivo principal es ahorrarse una importante cantidad de dinero en licencias (£1200 millones de libras), y evitar el oligopolio de unas pocas empresas que dominan este tipo de contratos con la administración, cerrando el paso a la iniciativa local.
Este tipo de presiones también ha sido confirmado por otro ex-consejero del gobierno británico llamado Rohan Silva, que hasta el año 2013 se encargo de asesorar a los de Downing Street sobre tecnología, y que fue impulsor de este giro político hacia el software libre del equipo de Cameron:
Un día o dos antes de que nosotros fuéramos a dar un discurso, un par de diputados llamaron a la oficina. Ellos dijeron que Microsoft les había llamado diciendo que si seguimos adelante con el discurso en estándares abiertos, arquitectura abierta y open source, reducirían el gasto o quizás cerrarían centros de investigación y desarrollo en las circunscripciones de los diputados a los que habían contactado.
Silva preocupado por el asunto fue a ver a George Osborne, ministro de hacienda del gobierno conservador y este le dijo que si Microsoft tenía un problema debía dirigirse directamente a ellos…
El verano pasado el gobierno británico por fin se decidió a apostar decididamente por los estándares abiertos.
Parece que todas esas presiones no fueron lo bastante importantes para impedir este movimiento que también se extiende en las administraciones públicas de muchos otros países, pero posiblemente si hayan sido lo suficientemente fuertes para retrasar esa migración durante unos cuantos años.
Según apuntan en The Guardian, un portavoz de Microsoft dijo que la compañía no tenía nada que comentar al respecto.
Recordando aquella cita de Ballmer sobre Linux, podríamos decir que Microsoft sigue siendo un cáncer (de ébola por lo menos) para el software libre.
Imagen | Mariano Mantel (CC BY-NC 2.0)
Microsoft amenazó con cerrar instalaciones de I+D en Reino Unido y despedir a trabajadores si el gobierno de ese país continuaba con su política de implantación de estándares abiertos en la administración, según comenta Steve Hilton, antiguo director de estrategia de David Cameron, en el periódico británico The Guardian.
La multinacional estadounidense habría llamado a varios parlamentarios conservadores con instalaciones de Microsoft en sus circunscripciones, para señalarles que se cerrarían si seguían adelante con su política de formatos abiertos en la administración, en especial la implantación del Open Document Format (ODF) en detrimento de su formato OpenXML, que tantos beneficios proporciona a los de Redmond en productos como su suite ofimática Office.
Una política en el que el objetivo principal es ahorrarse una importante cantidad de dinero en licencias (£1200 millones de libras), y evitar el oligopolio de unas pocas empresas que dominan este tipo de contratos con la administración, cerrando el paso a la iniciativa local.
Este tipo de presiones también ha sido confirmado por otro ex-consejero del gobierno británico llamado Rohan Silva, que hasta el año 2013 se encargo de asesorar a los de Downing Street sobre tecnología, y que fue impulsor de este giro político hacia el software libre del equipo de Cameron:
Silva preocupado por el asunto fue a ver a George Osborne, ministro de hacienda del gobierno conservador y este le dijo que si Microsoft tenía un problema debía dirigirse directamente a ellos…
El verano pasado el gobierno británico por fin se decidió a apostar decididamente por los estándares abiertos.
Parece que todas esas presiones no fueron lo bastante importantes para impedir este movimiento que también se extiende en las administraciones públicas de muchos otros países, pero posiblemente si hayan sido lo suficientemente fuertes para retrasar esa migración durante unos cuantos años.
Según apuntan en The Guardian, un portavoz de Microsoft dijo que la compañía no tenía nada que comentar al respecto.
Recordando aquella cita de Ballmer sobre Linux, podríamos decir que Microsoft sigue siendo un cáncer (de ébola por lo menos) para el software libre.
Imagen | Mariano Mantel (CC BY-NC 2.0)
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