por el ciudadano
Este 11 y 12 de noviembre la Coordinadora Luchar disputará nuevamente la federación más importante del país, la primera vez fue con Felipe Ramírez el 2011 quien obtuvo el cargo de Secretario General y luego con Fabián Araneda que en 2012 salió electo Vicepresidente. La Lista C: Es tiempo de Luchar va encabezada por Melissa Sepúlveda, estudiante de 4to año de medicina, militante del Frente de Estudiantes Libertarios e integrante activa de organización feminista Alzada Libertaria.
¿Qué te motivó a participar dentro de la política estudiantil?
Cuando entre a la universidad, y fue una de las decisiones de porque me vine a estudiar a Santiago, quise vincularme a la organización estudiantil. El 2009 se creó un colectivo llamado la Minga, esa fue mi primera participación en una organización. Luego, el año 2011, a partir de las movilizaciones con un grupo importante de compañeros comenzamos una reflexión más profunda sobre cuál es el origen del problema de la educación o el de la salud. Al comprender que este era un problema de modelo político, económico cultural y social, me di cuenta que eso se debía combatir a través de un proyecto de transformación mayor. Ahí fue cuando conocí a un compañero del Frente de Estudiantes Libertarios, con quien trabajé gran parte del tiempo en la universidad, y quien me motivó a ingresar al FEL.
Transformar la actual Fech
El año 2012 Melissa fue parte del Centro de Estudiante de Medicina (Sembrando) ocupando el cargo de presidenta. Este proyecto fue más allá de la simple conducción del espacio, ya que su apuesta se enfocó en cambiar las lógicas de organización habitualmente desligadas de las bases estudiantiles; formaron una mesa coordinadora que traspasaba funciones a todos los estudiantes a través de comisiones de trabajo. Esta lógica de participación horizontal, es la que Melissa quiere llevar a la Fech.
-¿Una de las propuestas de Luchar es cambiar la actual Federación, por qué surge esta necesidad?
-Durante los años en que Luchar ha tenido participación a través de cargos de representación estudiantiles, hemos evidenciado la necesidad de cambiar las lógicas de organización estudiantil a partir de ciertos vicios y prácticas que se dan al interior de nuestra propia organización, por eso este año impulsamos la necesidad de un Congreso Fech. Pensamos que se debe seguir trabajando en esto, ya que no queremos seguir delegando la política estudiantil hacia los voceros o representantes, más bien queremos tener una participación directa donde el presidente sea un portavoz de la reflexión colectiva que se da en los espacios de base.
Y por otro lado la federación debe recuperar el rol que tuvo en sus inicios de principio del siglo XX, donde la organización estudiantil se vinculaba de manera directa con los trabajadores y los sectores más empobrecidos. Hemos intentado desde la coordinadora Luchar vincular la movilización estudiantil con otros sectores en lucha y seguiremos construyendo en esa perspectiva.
-Las elecciones de la Fech siempre han dado que hablar ya que el grupo político que llegue a la presidencia se convertirá en uno de los voceros más relevantes del movimiento universitario ¿cómo caracterizan el año que viene?
-Nuestro diagnóstico es que probablemente el próximo año tendremos un gobierno de la Nueva Mayoría y con ello la posibilidad de que todos los avances de fortalecimiento del movimiento social se vean truncados y canalizados hacia su discurso de gobernabilidad, y esto se dará principalmente porque tienen la capacidad discursiva, sobretodo con la integración del Partido Comunista en esta alianza, de tomar las demandas de la movilización social, incorporándolas a su programa y vaciarlas del contenido que el movimiento social ha instalado en las calles. No cabe duda que se verá tergiversando el proyecto educativo que ha puesto sobre la mesa el movimiento estudiantil. No necesitamos un par de becas para los estudiantes de los primeros quintiles, necesitamos la transformación de como se concibe la educación. Es decir un derecho social, garantizado para todos y todas pensando en cómo queremos esa educación, para qué y para quienes.
por el ciudadano
Este 11 y 12 de noviembre la Coordinadora Luchar disputará nuevamente la federación más importante del país, la primera vez fue con Felipe Ramírez el 2011 quien obtuvo el cargo de Secretario General y luego con Fabián Araneda que en 2012 salió electo Vicepresidente. La Lista C: Es tiempo de Luchar va encabezada por Melissa Sepúlveda, estudiante de 4to año de medicina, militante del Frente de Estudiantes Libertarios e integrante activa de organización feminista Alzada Libertaria.
¿Qué te motivó a participar dentro de la política estudiantil?
Cuando entre a la universidad, y fue una de las decisiones de porque me vine a estudiar a Santiago, quise vincularme a la organización estudiantil. El 2009 se creó un colectivo llamado la Minga, esa fue mi primera participación en una organización. Luego, el año 2011, a partir de las movilizaciones con un grupo importante de compañeros comenzamos una reflexión más profunda sobre cuál es el origen del problema de la educación o el de la salud. Al comprender que este era un problema de modelo político, económico cultural y social, me di cuenta que eso se debía combatir a través de un proyecto de transformación mayor. Ahí fue cuando conocí a un compañero del Frente de Estudiantes Libertarios, con quien trabajé gran parte del tiempo en la universidad, y quien me motivó a ingresar al FEL.
Transformar la actual Fech
El año 2012 Melissa fue parte del Centro de Estudiante de Medicina (Sembrando) ocupando el cargo de presidenta. Este proyecto fue más allá de la simple conducción del espacio, ya que su apuesta se enfocó en cambiar las lógicas de organización habitualmente desligadas de las bases estudiantiles; formaron una mesa coordinadora que traspasaba funciones a todos los estudiantes a través de comisiones de trabajo. Esta lógica de participación horizontal, es la que Melissa quiere llevar a la Fech.
-¿Una de las propuestas de Luchar es cambiar la actual Federación, por qué surge esta necesidad?
-Durante los años en que Luchar ha tenido participación a través de cargos de representación estudiantiles, hemos evidenciado la necesidad de cambiar las lógicas de organización estudiantil a partir de ciertos vicios y prácticas que se dan al interior de nuestra propia organización, por eso este año impulsamos la necesidad de un Congreso Fech. Pensamos que se debe seguir trabajando en esto, ya que no queremos seguir delegando la política estudiantil hacia los voceros o representantes, más bien queremos tener una participación directa donde el presidente sea un portavoz de la reflexión colectiva que se da en los espacios de base.
Y por otro lado la federación debe recuperar el rol que tuvo en sus inicios de principio del siglo XX, donde la organización estudiantil se vinculaba de manera directa con los trabajadores y los sectores más empobrecidos. Hemos intentado desde la coordinadora Luchar vincular la movilización estudiantil con otros sectores en lucha y seguiremos construyendo en esa perspectiva.
-Las elecciones de la Fech siempre han dado que hablar ya que el grupo político que llegue a la presidencia se convertirá en uno de los voceros más relevantes del movimiento universitario ¿cómo caracterizan el año que viene?
-Nuestro diagnóstico es que probablemente el próximo año tendremos un gobierno de la Nueva Mayoría y con ello la posibilidad de que todos los avances de fortalecimiento del movimiento social se vean truncados y canalizados hacia su discurso de gobernabilidad, y esto se dará principalmente porque tienen la capacidad discursiva, sobretodo con la integración del Partido Comunista en esta alianza, de tomar las demandas de la movilización social, incorporándolas a su programa y vaciarlas del contenido que el movimiento social ha instalado en las calles. No cabe duda que se verá tergiversando el proyecto educativo que ha puesto sobre la mesa el movimiento estudiantil. No necesitamos un par de becas para los estudiantes de los primeros quintiles, necesitamos la transformación de como se concibe la educación. Es decir un derecho social, garantizado para todos y todas pensando en cómo queremos esa educación, para qué y para quienes.
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