El resultado de este estudio que ha hecho el gobierno de Australia es para que se lo mire toda la industria audiovisual con atención. En ese país hay quien descarga contenido de forma no oficial mediante enlaces P2P, como en el resto del mundo; pero resulta que hay quien hace eso y también paga por ver contenido.
Y el estudio no termina aquí, porque por lo visto aquellos que descargan de redes P2P y al mismo tiempo compran contenido oficialmente son los mejores clientes de esos servicios oficiales. De repente, el argumento de “la gente piratea para no tener que pagar” deja de tener sentido. O al menos gran parte de él.
El estudio se ha hecho con una encuesta realizada a 2630 internautas de Australia, a partir de los que se ha visto que un 26% de la población mayor de 12 años ha descargado algo desde las redes P2P durante el primer trimestre de 2015. Son unas 5,2 millones de personas, y mayormente se centran en descargar películas y música mediante redes Bittorrent.
Sin embargo, sólo el 7% de esos usuarios descarga de redes P2P y no paga un céntimo para ver contenidos desde servicios oficiales. El 93% de los internautas que descargan mediante redes P2P también han pagado en mayor o menor medida por algo.
La encuesta sigue esclareciendo: un 55% de los que descargan contenido en redes P2P afirma que lo hace porque es gratuito, aunque un 51% también dice que es por comodidad. Un 45% lo hace porque es más rápido, y un 21% argumenta que es el único modo de conseguir ver algo que se ha estrenado en los Estados Unidos sin esperar a que esté disponible localmente en Australia.
Además, un 38% de los que consumen contenido tanto oficial como no oficial en redes P2P admiten que sólo quieren “probar” algo antes de considerar si comprarlo o no (como por ejemplo ver el primer capítulo de una serie). Sólo un 5% de los que descargan en redes P2P admiten también que nunca van a dejar de hacerlo. Es un porcentaje que debería esperanzar a la industria, además de motivarla a encontrar el modo a que cada vez más personas empiecen a pagar.
Imagen | Pascal
El resultado de este estudio que ha hecho el gobierno de Australia es para que se lo mire toda la industria audiovisual con atención. En ese país hay quien descarga contenido de forma no oficial mediante enlaces P2P, como en el resto del mundo; pero resulta que hay quien hace eso y también paga por ver contenido.
Y el estudio no termina aquí, porque por lo visto aquellos que descargan de redes P2P y al mismo tiempo compran contenido oficialmente son los mejores clientes de esos servicios oficiales. De repente, el argumento de “la gente piratea para no tener que pagar” deja de tener sentido. O al menos gran parte de él.
El estudio se ha hecho con una encuesta realizada a 2630 internautas de Australia, a partir de los que se ha visto que un 26% de la población mayor de 12 años ha descargado algo desde las redes P2P durante el primer trimestre de 2015. Son unas 5,2 millones de personas, y mayormente se centran en descargar películas y música mediante redes Bittorrent.
Sin embargo, sólo el 7% de esos usuarios descarga de redes P2P y no paga un céntimo para ver contenidos desde servicios oficiales. El 93% de los internautas que descargan mediante redes P2P también han pagado en mayor o menor medida por algo.
La encuesta sigue esclareciendo: un 55% de los que descargan contenido en redes P2P afirma que lo hace porque es gratuito, aunque un 51% también dice que es por comodidad. Un 45% lo hace porque es más rápido, y un 21% argumenta que es el único modo de conseguir ver algo que se ha estrenado en los Estados Unidos sin esperar a que esté disponible localmente en Australia.
Además, un 38% de los que consumen contenido tanto oficial como no oficial en redes P2P admiten que sólo quieren “probar” algo antes de considerar si comprarlo o no (como por ejemplo ver el primer capítulo de una serie). Sólo un 5% de los que descargan en redes P2P admiten también que nunca van a dejar de hacerlo. Es un porcentaje que debería esperanzar a la industria, además de motivarla a encontrar el modo a que cada vez más personas empiecen a pagar.
Imagen | Pascal
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