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Las bibliotecas en la era de la información

oct2709librar

Uno se podría preguntar si esta institución tiene algún valor o uso ahora, y la respuesta es sí.  Pero su rol está cambiando. Tradicionalmente, su rol principal era el almacenar y resguardar el conocimiento y cultura generados por el ser humano. La gente visitaba la biblioteca para encontrar información con la ayuda de un bibliotecario. Con la llegada de la Internet, la web y los motores  de búsqueda (como google o bing) cumplen el rol de la biblioteca. Sin embargo hay posibilidades para las bibliotecas en esta era de la información.

En los 80, Ray Oldenburg teorizó que la gente pasa la mayor parte del tiempo en sus hogares o en su trabajo y que el resto lo pasa en espacios sociales de la comunidad, como cafeterías, librerías, bares y que son esenciales para la democracia. Las bibliotecas son espacios sociales también.

Para hacer frente a este nuevo rol, las bibliotecas deberían enfocarse más en el usuario y no en la recolección de información. Las bibliotecas deberían ser espacios para aprender, enseñar, pensar y leer y donde las personas puedan compartir sus experiencias y conocimientos. Las personas deberían poder mirar libros, catálogos, leer el diario, usar internet, ver un documental; como el también como abrir una cuenta corriente o iniciar un negocio, etcétera. Hay que imaginar que la biblioteca pertenece a la comunidad (no a la municipalidad).

Las personas ya están demandando este tipo de bibliotecas. Países como Estados Unidos, el Reino Unido y los Países Bajos han visto disminuir el interés en modelos clásicos y están prefiriendo alternativas no comunes.

LibQUAL (sistema para medir calidad) por ejemplo, es un sistema basado en tres aspectos: el espacio físico, el personal y el control de la información.

Las bibliotecas deben adaptarse para mantenerse vigentes. El lema: “adaptarse o morir” parece una realidad a futuro.