Un proyecto de ley sobre el mejoramiento de las semillas que ha recibido el apoyo del Parlamento de Ghana podría poner en jaque la soberanía alimentaria en el país africano, ya que contiene reglas que restringirían a los agricultores y sus prácticas ancestrales.
La iniciativa conocida como la ‘ley Monsanto’ prohibiría a los agricultores locales el libre almacenamiento, el intercambio, y la mejora de las semillas, ya que se pretende proteger los derechos de propiedad intelectual de la biotecnología, haciendo que los agricultores estén sujetos a fuertes multas por cultivar cualquier cosa que haya sido ‘patentada’, incluso si estos cultivos provienen de polinización cruzada, informa ‘Natural Society‘.
El Gobierno de Ghana, que -según la publicación- “está obviamente infiltrado por intereses de las multinacionales de biotecnología”, afirma que las nuevas leyes “incentivan el desarrollo de nuevas variedades de semillas para garantizar la comercialización de los cultivos”. Mientras tanto, los agricultores denuncian que la ley otorga derechos directamente a las corporaciones como Monsanto, y no a los agricultores que llevan siglos cultivando en Ghana.
“Este sistema tiene como objetivo obligar a los agricultores a comprar semillas para cada siembra”, se queja la Asociación Nacional de Agricultores y Pescadores de Ghana. Paralelamente, Duke Tagoe, vocero de la asociación Soberanía Alimentaria de Ghana, tiene muy claro el hecho de que los agricultores de otras partes del mundo se han visto abocados a una tremendo gasto a través de los monopolios de semillas de Monsanto.
“El impacto económico en la vida de los agricultores será desastroso […] El Origen de los alimentos es la semilla. Quien controla las semillas controla toda la cadena alimentaria”, subraya Tagoe.
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Un proyecto de ley sobre el mejoramiento de las semillas que ha recibido el apoyo del Parlamento de Ghana podría poner en jaque la soberanía alimentaria en el país africano, ya que contiene reglas que restringirían a los agricultores y sus prácticas ancestrales.
La iniciativa conocida como la ‘ley Monsanto’ prohibiría a los agricultores locales el libre almacenamiento, el intercambio, y la mejora de las semillas, ya que se pretende proteger los derechos de propiedad intelectual de la biotecnología, haciendo que los agricultores estén sujetos a fuertes multas por cultivar cualquier cosa que haya sido ‘patentada’, incluso si estos cultivos provienen de polinización cruzada, informa ‘Natural Society‘.
El Gobierno de Ghana, que -según la publicación- “está obviamente infiltrado por intereses de las multinacionales de biotecnología”, afirma que las nuevas leyes “incentivan el desarrollo de nuevas variedades de semillas para garantizar la comercialización de los cultivos”. Mientras tanto, los agricultores denuncian que la ley otorga derechos directamente a las corporaciones como Monsanto, y no a los agricultores que llevan siglos cultivando en Ghana.
“Este sistema tiene como objetivo obligar a los agricultores a comprar semillas para cada siembra”, se queja la Asociación Nacional de Agricultores y Pescadores de Ghana. Paralelamente, Duke Tagoe, vocero de la asociación Soberanía Alimentaria de Ghana, tiene muy claro el hecho de que los agricultores de otras partes del mundo se han visto abocados a una tremendo gasto a través de los monopolios de semillas de Monsanto.
“El impacto económico en la vida de los agricultores será desastroso […] El Origen de los alimentos es la semilla. Quien controla las semillas controla toda la cadena alimentaria”, subraya Tagoe.
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