El periódico estadounidense analizó archivos proporcionados por el exempleado de la NSA Edward Snowden. Entre estos documentos, que el ‘Washington Post’ estudió durante 4 meses, hay cerca de 160.000 correos electrónicos y mensajes interceptados, algunos de ellos de cientos de páginas de extensión, y 7.900 documentos de más de 11.000 cuentas en Internet.
Aunque el periódico admite que, según el estudio de los archivos, este espionaje permitió capturar algunos terroristas, 9 de cada 10 personas cuyos perfiles fueron guardados por la NSA no eran objetivos de la vigilancia, sino que cayeron en las redes que la NSA instaló para ‘pescar’ a otras personas, escribe el medio. Casi la mitad de ellos son ciudadanos de EE.UU., pese a que las autoridades aseguraran que no espiaban a sus propios compatriotas sino a extranjeros, se añade en el informe.
“Muchos archivos, descritos por los analistas como irrelevantes pero guardados, tienen un carácter sorprendentemente íntimo, incluso voyerista”, escribe ‘The Washington Post’. “Contienen historias de amor y desamor, hábitos sexuales ilegales, crisis mentales, y conversaciones políticas y religiosas. La vida cotidiana de más de 10.000 usuarios que no estaban listados como objetivos de vigilancia, pero guardada igual”.
El periódico estadounidense analizó archivos proporcionados por el exempleado de la NSA Edward Snowden. Entre estos documentos, que el ‘Washington Post’ estudió durante 4 meses, hay cerca de 160.000 correos electrónicos y mensajes interceptados, algunos de ellos de cientos de páginas de extensión, y 7.900 documentos de más de 11.000 cuentas en Internet.
Aunque el periódico admite que, según el estudio de los archivos, este espionaje permitió capturar algunos terroristas, 9 de cada 10 personas cuyos perfiles fueron guardados por la NSA no eran objetivos de la vigilancia, sino que cayeron en las redes que la NSA instaló para ‘pescar’ a otras personas, escribe el medio. Casi la mitad de ellos son ciudadanos de EE.UU., pese a que las autoridades aseguraran que no espiaban a sus propios compatriotas sino a extranjeros, se añade en el informe.
“Muchos archivos, descritos por los analistas como irrelevantes pero guardados, tienen un carácter sorprendentemente íntimo, incluso voyerista”, escribe ‘The Washington Post’. “Contienen historias de amor y desamor, hábitos sexuales ilegales, crisis mentales, y conversaciones políticas y religiosas. La vida cotidiana de más de 10.000 usuarios que no estaban listados como objetivos de vigilancia, pero guardada igual”.
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