“La burocracia del espionaje en EE.UU. se ha vuelto un monstruo que necesita crecer”, aseguró en RT el analista Félix Moreno de la Cova, quien considera que la tímida reacción de Europa ante el espionaje no podrá modificar el modo de operar de EE.UU.
Según el experto, la NSA está actualmente gestionando un presupuesto de miles de millones de dólares y quienes trabajan en la agencia “no saben qué hacer, no saben qué usar para justificar sus propios trabajos”.
Moreno de la Cova recordó que la NSA no es la más grande de las agencias de seguridad estadounidenses. “Está Homeland Security y por supuesto están las clásicas, la CIA y el FBI”, dijo el analista.
“Todos esos funcionarios y todos esos policías tienen que vivir de algo y no hay suficientes terroristas para tenerlos ocupados a todos, así que tienen que espiar a gente honrada, a líderes políticos y a todo el que se les ocurra”, señaló.
La ola de indignación no cesa en los países víctimas de espionaje. Así, la supuesta intercepción de 60 millones de llamadas españolas en un mes por parte de la agencia estadounidense, podría romper el clima de confianza que existe entre Madrid y Washington, según el titular de exteriores de España, José Manuel García-Margallo.
Por su parte, la Casa Blanca aseguró que podría imponer más restricciones a las agencias de espionaje de EE.UU. y actualmente está evaluando la posibilidad de poner fin a los programas de vigilancia supuestamente dirigidos a gobernantes de las naciones aliadas, como Alemania, según informó un alto funcionario del Gobierno estadounidense citado por la agencia AP.
El anuncio llega poco después de que la senadora Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, criticara la recogida de información sobre los aliados de EE.UU. La política se mostró “totalmente en contra” de estas operaciones y aseguró que este tipo de vigilancia de líderes de Estados extranjeros debe cesar inmediatamente. “La Casa Blanca me ha informado de que la vigilancia de nuestros aliados no va a continuar, lo que yo respaldo, pero también creo que el Congreso necesita saber exactamente lo que están haciendo nuestros servicios de inteligencia”, afirmó Feinstein.
No obstante, y a pesar del escándalo, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha manifestado que tiene plena confianza en el director de la NSA.
Y la bola de nieve continúa creciendo. Nuevos documentos filtrados revelan que los servicios de inteligencia estadounidense interceptaron unos 46 millones de llamadas en Italia en el período de un mes.
“Vista la tímida y servil respuesta europea a estos abusos, ¿por qué iban a parar?”, se pregunta el analista.
“La burocracia del espionaje en EE.UU. se ha vuelto un monstruo que necesita crecer”, aseguró en RT el analista Félix Moreno de la Cova, quien considera que la tímida reacción de Europa ante el espionaje no podrá modificar el modo de operar de EE.UU.
Según el experto, la NSA está actualmente gestionando un presupuesto de miles de millones de dólares y quienes trabajan en la agencia “no saben qué hacer, no saben qué usar para justificar sus propios trabajos”.
Moreno de la Cova recordó que la NSA no es la más grande de las agencias de seguridad estadounidenses. “Está Homeland Security y por supuesto están las clásicas, la CIA y el FBI”, dijo el analista.
“Todos esos funcionarios y todos esos policías tienen que vivir de algo y no hay suficientes terroristas para tenerlos ocupados a todos, así que tienen que espiar a gente honrada, a líderes políticos y a todo el que se les ocurra”, señaló.
La ola de indignación no cesa en los países víctimas de espionaje. Así, la supuesta intercepción de 60 millones de llamadas españolas en un mes por parte de la agencia estadounidense, podría romper el clima de confianza que existe entre Madrid y Washington, según el titular de exteriores de España, José Manuel García-Margallo.
Por su parte, la Casa Blanca aseguró que podría imponer más restricciones a las agencias de espionaje de EE.UU. y actualmente está evaluando la posibilidad de poner fin a los programas de vigilancia supuestamente dirigidos a gobernantes de las naciones aliadas, como Alemania, según informó un alto funcionario del Gobierno estadounidense citado por la agencia AP.
El anuncio llega poco después de que la senadora Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, criticara la recogida de información sobre los aliados de EE.UU. La política se mostró “totalmente en contra” de estas operaciones y aseguró que este tipo de vigilancia de líderes de Estados extranjeros debe cesar inmediatamente. “La Casa Blanca me ha informado de que la vigilancia de nuestros aliados no va a continuar, lo que yo respaldo, pero también creo que el Congreso necesita saber exactamente lo que están haciendo nuestros servicios de inteligencia”, afirmó Feinstein.
No obstante, y a pesar del escándalo, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha manifestado que tiene plena confianza en el director de la NSA.
Y la bola de nieve continúa creciendo. Nuevos documentos filtrados revelan que los servicios de inteligencia estadounidense interceptaron unos 46 millones de llamadas en Italia en el período de un mes.
“Vista la tímida y servil respuesta europea a estos abusos, ¿por qué iban a parar?”, se pregunta el analista.
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