Según los documentos entregados por Edward Snowden, publicados este lunes en el periódico ‘The Guardian Australia‘, la inteligencia australiana también consideró la posibilidad de compartir información privada con agencias ajenas a la inteligencia.
Se trata de una iniciativa expresada por la Dirección de Defensa de Señales (DSD) australiana en un encuentro con representantes de EE.UU., Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda -conocidos como el ‘Club de los Cinco Ojos‘- en abril de 2008.
La DSD propuso a los demás miembros del club compartir sin orden judicial un cúmulo de información no reducida ni limitada de caracter jurídico, comercial, médico y religioso, a pesar de que los métodos de procesamiento de los datos actuales permiten destacar la información necesaria para no entregar los datos completos. Según los documentos publicados, solamente Canadá rechazó esta iniciativa, insistiendo en que la información compartida con otros países tiene que ser minimizada.
Los documentos revelados no contienen ninguna evidencia sobre los acuerdos definitivos entre países tocantes a la cuestión: acordaron en el encuentro no establecer ningún tipo de limitación automática, sino estimar cada caso separadamente. No obstante, el documento comprueba en cierta manera el hecho de que la inteligencia australiana recoge sin autorización información personal de sus ciudadanos, violando las leyes del país.
Anteriormente los documentos infiltrados por Edward Snowden revelaron que Australia junto con otros miembros del ‘Club de los Cinco Ojos’ apoyaba a EE.UU. en el espionaje a China y también que la inteligencia australiana intentó escuchar las llamadas telefónicas del presidente de Indonesia, causando tensión entre los dos países.
Según los documentos entregados por Edward Snowden, publicados este lunes en el periódico ‘The Guardian Australia‘, la inteligencia australiana también consideró la posibilidad de compartir información privada con agencias ajenas a la inteligencia.
Se trata de una iniciativa expresada por la Dirección de Defensa de Señales (DSD) australiana en un encuentro con representantes de EE.UU., Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda -conocidos como el ‘Club de los Cinco Ojos‘- en abril de 2008.
La DSD propuso a los demás miembros del club compartir sin orden judicial un cúmulo de información no reducida ni limitada de caracter jurídico, comercial, médico y religioso, a pesar de que los métodos de procesamiento de los datos actuales permiten destacar la información necesaria para no entregar los datos completos. Según los documentos publicados, solamente Canadá rechazó esta iniciativa, insistiendo en que la información compartida con otros países tiene que ser minimizada.
Los documentos revelados no contienen ninguna evidencia sobre los acuerdos definitivos entre países tocantes a la cuestión: acordaron en el encuentro no establecer ningún tipo de limitación automática, sino estimar cada caso separadamente. No obstante, el documento comprueba en cierta manera el hecho de que la inteligencia australiana recoge sin autorización información personal de sus ciudadanos, violando las leyes del país.
Anteriormente los documentos infiltrados por Edward Snowden revelaron que Australia junto con otros miembros del ‘Club de los Cinco Ojos’ apoyaba a EE.UU. en el espionaje a China y también que la inteligencia australiana intentó escuchar las llamadas telefónicas del presidente de Indonesia, causando tensión entre los dos países.
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