Sé que a muchos les sonará irreal, pero Microsoft está haciendo un esfuerzo considerable por proteger la privacidad de quienes usan sus servicios. La compañía resiste el embate del gobierno de Estados Unidos, quien le ha solicitado entregar los correos electrónicos de un usuario. El pequeño –y crucial– detalle es que esa información no está alojada en suelo estadounidense, sino en un servidor en Irlanda.
No es una batalla menor. Del resultado de esta solicitud puede depender la forma en que el gobierno de EE.UU. proceda con datos alojados en servidores fuera de sus fronteras. Lo han comprendido bien otras empresas de tecnología, organizaciones civiles y activistas, quienes se han puesto del lado de Microsoft para hacerle frente a la petición gubernamental. Compañías como Apple, Verizon, Cisco, HP, Amazon o Rackspace, entre otras, se han sumado a esta singular coalición.
La pugna se remonta a diciembre de 2013, cuando el gobierno federal de Estados Unidos envió una orden judicial a Microsoft para solicitar el acceso a los correos electrónicos de un usuario. Microsoft descubrió que dichos mails no estaban alojados en servidores dentro del país, sino en Dublín, la capital de Irlanda. Por esa razón, la empresa se rehusó a entregar la información, bajo el argumento de que un juez de EE.UU. no tiene jurisdicción sobre datos almacenados fuera del país.
La negativa hizo que el gobierno insistiera en julio, bajo la premisa de que tiene derecho a obtener los datos sin importar dónde estén alojados, ya que la compañía que los está recolectando se encuentra basada en EE.UU. En agosto de 2014, Microsoft volvió a negarse; y en septiembre, la empresa decidió desafiar directamente a la orden de la corte, lo que le hizo ganar aliados tanto del bando empresarial como del civil.
Como explica la Electronic Frontier Foundation, no se trata de un incidente menor, ya que involucra cuestionamientos sobre comunicaciones que no habían sido tratados con anterioridad por la corte. La postura de Microsoft es que el gobierno debe emplear tratados con otras naciones para hacer este tipo de solicitudes de información y no actuar de forma unilateral.
Compañías tecnológicas como Microsoft guardan por una buena razón las comunicaciones privadas como correos electrónicos, fotos y documentos en centro de datos que están localizados cerca de nuestros consumidores. Esto es para que consumidores y compañías puedan recuperar su información personal más rápida y de manera segura. –Brad Smith, consejero general de Microsoft
Por ejemplo, Verizon advierte que si se permite a Estados Unidos saltarse las leyes de otro país, se estaría alentando a otras naciones a hacer lo mismo con datos alojados en EE.UU.
Aunque no hemos recibido una orden judicial del gobierno de Estados Unidos buscando los datos de los clientes de Verizon alojados en el extranjero, hemos urgido a las tres ramas de nuestro gobierno (las cortes, el Departamento de Justicia y el Congreso) a establecer límites claros en el uso que da el gobierno a dichas órdenes judiciales.
Microsoft ha logrado sumar a varios actores importantes en su batalla, por regular estas solicitudes del gobierno, consolidando una inusual alianza en favor de los usuarios. Aún falta descubrir si capitalizarán este movimiento. Por lo pronto, es una refrescante noticia saber que están tratando de limitar las capacidades de invasión a la privacidad del gobierno al anteponer el respeto por las legislaciones locales. Y es que, mejor tarde que nunca, han aprendido que defender la privacidad de sus clientes es la manera más efectiva de defender sus propios negocios.
Sé que a muchos les sonará irreal, pero Microsoft está haciendo un esfuerzo considerable por proteger la privacidad de quienes usan sus servicios. La compañía resiste el embate del gobierno de Estados Unidos, quien le ha solicitado entregar los correos electrónicos de un usuario. El pequeño –y crucial– detalle es que esa información no está alojada en suelo estadounidense, sino en un servidor en Irlanda.
No es una batalla menor. Del resultado de esta solicitud puede depender la forma en que el gobierno de EE.UU. proceda con datos alojados en servidores fuera de sus fronteras. Lo han comprendido bien otras empresas de tecnología, organizaciones civiles y activistas, quienes se han puesto del lado de Microsoft para hacerle frente a la petición gubernamental. Compañías como Apple, Verizon, Cisco, HP, Amazon o Rackspace, entre otras, se han sumado a esta singular coalición.
La pugna se remonta a diciembre de 2013, cuando el gobierno federal de Estados Unidos envió una orden judicial a Microsoft para solicitar el acceso a los correos electrónicos de un usuario. Microsoft descubrió que dichos mails no estaban alojados en servidores dentro del país, sino en Dublín, la capital de Irlanda. Por esa razón, la empresa se rehusó a entregar la información, bajo el argumento de que un juez de EE.UU. no tiene jurisdicción sobre datos almacenados fuera del país.
La negativa hizo que el gobierno insistiera en julio, bajo la premisa de que tiene derecho a obtener los datos sin importar dónde estén alojados, ya que la compañía que los está recolectando se encuentra basada en EE.UU. En agosto de 2014, Microsoft volvió a negarse; y en septiembre, la empresa decidió desafiar directamente a la orden de la corte, lo que le hizo ganar aliados tanto del bando empresarial como del civil.
Como explica la Electronic Frontier Foundation, no se trata de un incidente menor, ya que involucra cuestionamientos sobre comunicaciones que no habían sido tratados con anterioridad por la corte. La postura de Microsoft es que el gobierno debe emplear tratados con otras naciones para hacer este tipo de solicitudes de información y no actuar de forma unilateral.
Por ejemplo, Verizon advierte que si se permite a Estados Unidos saltarse las leyes de otro país, se estaría alentando a otras naciones a hacer lo mismo con datos alojados en EE.UU.
Microsoft ha logrado sumar a varios actores importantes en su batalla, por regular estas solicitudes del gobierno, consolidando una inusual alianza en favor de los usuarios. Aún falta descubrir si capitalizarán este movimiento. Por lo pronto, es una refrescante noticia saber que están tratando de limitar las capacidades de invasión a la privacidad del gobierno al anteponer el respeto por las legislaciones locales. Y es que, mejor tarde que nunca, han aprendido que defender la privacidad de sus clientes es la manera más efectiva de defender sus propios negocios.
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