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Japón y Corea del Sur exigen explicaciones a EE.UU. por nuevas revelaciones de espionaje

“De momento son solo informes de los medios. Pero no me parece adecuada ninguna acción que socave relaciones de confianza, incluso entre países aliados”, enfatizó el titular de Defensa de Japón, Itsunori Onodera.

Recientemente la cadena nipona NHK, citando a ‘The New York Times’, informó que según nuevas filtraciones de Edward Snowden la lista de los países espiados por EE.UU. incluye a Japón, cuya información la NSA interceptaba a través de la vigilancia electrónica. En particular, a EE.UU. le interesaban los datos secretos económicos y tecnológicos del país insular, así como información sobre la política exterior de Tokio.

Además, las escuchas telefónicas a Japón por parte de los servicios secretos de EE.UU. fueron confirmadas por un representante estadounidense anónimo que aseguró que en la Embajada estadounidense en Tokio y en las bases militares estadounidenses en Japón este sistema se utilizó para llevar a cabo vigilancia electrónica. Según la fuente, también se realizaron escuchas en la Embajada japonesa en EE.UU.

Entre tanto, Seúl también exigió explicaciones a EE.UU. debido a los informes según los cuales tanto políticos como sedes diplomáticas de Corea del Sur fueron víctimas del espionaje estadounidense. Así lo anunció un representante oficial del Gobierno surcoreano.

Según un documento de la NSA datado del año 2007 y publicado por ‘The New York Times’, Corea del Sur fue designada como uno de los principales objetivos de vigilancia en el marco del programa de espionaje SIGINT. EE.UU. recogía datos sobre la política exterior, la inteligencia extranjera y la contrainteligencia de Seúl.

“Hemos expresado nuestra preocupación a las autoridades estadounidenses y les exigimos explicaciones, en particular en lo que se refiere a los antecedentes de la elaboración del documento”, declaran desde el Gobierno de Corea del Sur. Es el segundo intento de Seúl de esclarecer la verdad sobre los casos de las escuchas ilegales. Previamente la parte surcoreana solicitó a Washington explicaciones sobre las primeras revelaciones, pero EE.UU. no proporcionó las aclaraciones adecuadas.