para Manzana Mecánica
La idea de innovación aparece en casi todas partes hoy en día. En conjunto con el emprendimiento son la fuerza ideológica que mueve el ecosistema de start-ups y la “economía digital”.
El Gobierno de Chile, como alumno experto en economía neoliberal, ha propiciado el fomento de la cultura innovadora en el país con el “año de la innovación”. Uno de los ejemplos que debería fomentar a los innovadores es el “caso de éxito” del chileno que puso la luna a su nombre.
Hay varias cosas extrañas en este ejemplo, pero solo me quiero enfocar en dos puntos que indican que algo anda mal:
Primero: ¿Poner cosas a nombre de uno constituye una innovación? Adueñarse de la naturaleza y cobrar por su acceso no apunta a más que reproducir un comportamiento individualista y rentista. El viejo chiste de cobrar por respirar hace sentido si seguimos este tipo de recomendaciones.
Segundo: ¿Cuál es el aporte? ¿Hay algún tipo de creación en esta innovación? Si la idea es celebrar el ingenio, que puede haber sido uno de los objetivos, podrían celebrar también el ingenio de un nuevo método para robar o estafar. El aporte real al bien común o la sociedad es cero, y con este video se busca poner en un altar actitudes como esta.
Fuera de la crítica a este video en particular, el para qué sigue rondando el ideario del innovador en Chile y su cristalización como nuevo emprendedor, emprendedor serial, emprendedor digital o como quieran llamarlo.
Existe un marcado acento en llevar los nuevos desarrollos y tecnologías a la constitución de empresas y servicios rentables gracias a la propiedad intelectual. Pero como podemos ver con el caso de los teléfonos móviles y lasimpresoras 3D, la propiedad intelectual limita las posibilidades de lo común en virtud del bienestar de unos pocos.
¿No será hora de buscar formas de fomentar innovación para el bien común y para todos?
para Manzana Mecánica
La idea de innovación aparece en casi todas partes hoy en día. En conjunto con el emprendimiento son la fuerza ideológica que mueve el ecosistema de start-ups y la “economía digital”.
El Gobierno de Chile, como alumno experto en economía neoliberal, ha propiciado el fomento de la cultura innovadora en el país con el “año de la innovación”. Uno de los ejemplos que debería fomentar a los innovadores es el “caso de éxito” del chileno que puso la luna a su nombre.
Hay varias cosas extrañas en este ejemplo, pero solo me quiero enfocar en dos puntos que indican que algo anda mal:
Primero: ¿Poner cosas a nombre de uno constituye una innovación? Adueñarse de la naturaleza y cobrar por su acceso no apunta a más que reproducir un comportamiento individualista y rentista. El viejo chiste de cobrar por respirar hace sentido si seguimos este tipo de recomendaciones.
Segundo: ¿Cuál es el aporte? ¿Hay algún tipo de creación en esta innovación? Si la idea es celebrar el ingenio, que puede haber sido uno de los objetivos, podrían celebrar también el ingenio de un nuevo método para robar o estafar. El aporte real al bien común o la sociedad es cero, y con este video se busca poner en un altar actitudes como esta.
Fuera de la crítica a este video en particular, el para qué sigue rondando el ideario del innovador en Chile y su cristalización como nuevo emprendedor, emprendedor serial, emprendedor digital o como quieran llamarlo.
Existe un marcado acento en llevar los nuevos desarrollos y tecnologías a la constitución de empresas y servicios rentables gracias a la propiedad intelectual. Pero como podemos ver con el caso de los teléfonos móviles y lasimpresoras 3D, la propiedad intelectual limita las posibilidades de lo común en virtud del bienestar de unos pocos.
¿No será hora de buscar formas de fomentar innovación para el bien común y para todos?
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