Hacking Politics: An In-Depth Look At Iceland’s Pirate Party
Alþingishúsið, o La Casa del Parlamento, es un descomunal edificio de piedra gris ubicado al costado de la ensoñadora plaza Austurvöllur en el centro de Reikiavik. Es el asiento del Alþingi (parlamento) de Islandia, una famosa institución que fue inaugurada en el año 930 por una coalición de caudillos que fundaron el primer parlamento, iniciando un gobierno ampliamente considerado como la democracia más antigua del mundo en funcionamiento.
Uno o dos cosas han cambiado en la política islandesa durante el milenio intermedio. Por ejemplo, la gente ya no se reúnen anualmente cerca de Lögberg, la Roca de la Ley, en el Parque Nacional de Þingvellir, para oír la lectura de las nuevas leyes del país. Blasfemar ahora es legal (gracias puto dios). Y no se puede matar a los marineros vascos vistos en los fiordos occidentales por estos días. Después de más de mil años, sin embargo, la democracia sigue siendo muy popular entre los islandeses, con alrededor del 80% de los islandeses votando en las elecciones generales.
Ahora, el Alþingi podría ser el inicio de otro gran momento en la historia política. Este verano, Píratapartýið (El Partido Pirata) – Una pequeña organización política basada en el pensamiento activista radicalmente avanzado , saltó de ser una presencia marginal con tres diputados (de los 63), a ser el principal candidato en el centro de la opinión nacional. Entre muchas de las políticas reformistas, su agenda incluye una atractiva reinicio de la democracia misma, a través de una mayor participación de los votantes permitiendo a las personas guiar el Parlamento sobre cuestiones clave, a través de la democracia electrónica y referendos, influenciando directamente en la formulación de las políticas.
El Partido Pirata es una organización internacional que comenzó en Suecia, hizo su primer nombre por la defensa de la reforma de los derechos de autor y la libertad de información. Pero el grupo islandés dio un ingenioso siguiente paso cuando se extrapolan su filosofía política en un marco que llaman la política de núcleo. Estas directrices fueron empleados para crear la Plataforma Pirata- un manifiesto de amplio alcance pirata que cubre todo, desde las cuotas de pesca y la atención sanitaria hasta la pornografía en Internet y la protección de datos (ambos, la política de núcleo y la plataforma pirata se pueden hallar en su página web).
Su mensaje ha resonado ampliamente en el público, con impresionantes cifras en las encuestas que se mantienen estables desde marzo. En el último recuento, los Piratas tuvieron un 34,5% de los votos, haciendolos favoritos de-facto para liderar el próximo gobierno de Islandia.
Dos años es, por supuesto, mucho tiempo en la política. Pero si mantiene la actual oleada de popularidad hasta las elecciones parlamentarias de 2017, los Piratas tendrá la responsabilidad de gobernar Islandia. Y será su objetivo hacer esos gruesos muros de piedra mucho más transparentes.
Piratas en el parlamento
Trás años de artículos y películas sobre amenazas terroristas, “anillo de acero” de seguridad, guardias armados de la policía y unidades del escolta de élite, es una sensación extraña de caminar hasta Alþingishúsið libremente y sólo tirar la manilla. Hallo que la imponente puerta principal del edificio esta bloqueada y sin uso – a la vuelta de la esquina, hay una moderna extensión de vidrio y metal, donde un viejo guardia de seguridad toma mi nombre, revisa el equipo, me entrega un pase de visita colgante y me deja entrar con un mínimo de esfuerzo.
En el amplio atrio del vestíbulo hallo una ex voluntaria de Wikileaks, activista de la libertad de información diputada islandésa y en algún momento primera figura del partido pirata, Birgitta Jónsdóttir, vestida con un elegantetraje-falda y un colorido pañuelo sobre los hombros. Está de pie con un equipo de cámara y me lanza su reconocida sonrisa traviesa de debajo de sy distintiva mata de pelo negro. “estaré contigo en un minuto”, dice, “sólo tengo esta entrevista.”
Vago por el pasillo, sintiendome invasor, mirando las cuadros y echando un vistazo por las puertas entre abiertas. Austeras salas de reuniones están listas para su uso, con jarras de agua y platos con pasteles sin comer (el Primer Ministro debe andar lejos). Una de las habitaciones es diferente, se dibujan sombras y hay una gran bandera pirata colgada sobre la ventana, al lado de ‘V de Vendetta’ y carteles (hechos a manp) “Free Bradley Manning Chelsea”. Un ordenador portátil cubierto de stickers (proyecto Tor, símbolo pi, bandera pirata) sentado a la mesa y en un televisor montado en la pared suena el debate en curso de la cámara del Alþingi. Birgitta pronto vuelve a aparecer y me hace entrar en la oficina parlamentaria de los Piratas.
Me pregunto si las cosas son siempre así de agitado para un diputado. “Sabe, no me di cuenta hasta que llegué aquí lo desorganizado que esta todo” dice ella, sonriendo sin aliento. “Creo que es intencional. Nunca puedes estar completamente preparado antes de entrar a la cámara, ya que solo conoces la agenda en la mañana … no puedes investigrlo. Casi siempre me olvido de las reuniones del comité de Asuntos Exteriores porque estoy en otro comité en el momento y nuestros tres parlamentarios Piratas están en sus comisiones principales de forma simultánea, por lo que ni siquiera podemos tener quien nos reemplace. Y la oficina del Parlamento no tiene voluntad de cambiarlo para hacer que funcione”.
La perspectiva del hacker
Toparse con la realidad burocrática del gobierno parece actuar menos como elemento disuasorio que más como una motivación adicional, para los Piratas. Compartir el interes por el hacking – esto es, examinar los sistemas, identificando sus características y debilidades, y modificandolos a través de la experimentación – les resulta muy útil. De hecho, como los Piratas aparentemente provienen de puntos diversos del espectro político tradicional izquierda/derecha, esta metodología es parte de lo que los une.
“Definitivamente enfoco este trabajo desde el punto de vista del hacker,” explica Birgitta. “No quiero aprender que no es posible, porque tan pronto como sé de limitaciones, comienzo a respetarlos. Es mejor fingir que no conoces las limitaciones, por lo que puedes romperlas.”
Birgitta emplea su traviesa ingenuidad con gran efecto durante la formación de la IMMI – Iniciativa de Medios Modernos Islandesa – un proyecto que guío y defendió en el parlamento hasta convertirlo en ley. El resultado fue una pieza innovadora de legislación destinada a proteger la libertad de expresión para la prensa y los particulares. La ley logró en el Alþingi, un nivel de apoyo sin precedentes de todos los partidos.
“Fue un gran trabajo”, recuerda Birgitta. “Encomendamos al gobierno la modificación de diez leyes en cuatro ministerios diferentes. No sólo era una visión de a dónde íbamos, como nación, sino que puso una alta bara para mejorar las leyes en todos los campos. El proyecto de ley fue aprobado por unanimidad, cosa que nunca antes había sucedido. Y algo que todo buen activistas sabe, es que una vez cruzado el umbral, se abre el camino para que otros lo sigan. Así que ha habido mucho más de este tipo de trabajo, en el Parlamento, desde entonces”.
Aun así, Birgitta ha comprobado que debatir las diferentes leyes, dentro y a través del sistema, es en efecto un largo camino. “Ha sido una decepción para mí y para muchos otros la lentitud con que ha progresadola redacción de las leyes”, dice ella. “Es un continuo proceso de aplicar presión en todos los frentes a fin de asegurarse de que las distintas leyes del IMMI seán escritas y adoptados. Las buenas noticias respecto al IMMI y las tareas que implica, es que las leyes del IMMI se escriben por un comité directivo, muy activo en uno de los ministerios”.
Fishing and porn (el anzuelo del porno)
El rechazo de los partidos políticos dogmáticos que los piratas demostraron en el proceso del IMMI, es quizás en parte porqué se han hecho querer por un electorado hastiado de la política tradicional después de un quiebre económico catastrófico, y el posterior retorno a “lo de siempre”. Ásta Guðrún Helgadóttir es la diputado pirata mas nueva en el parlamento, recientemente completó sus estudios de historia política y entró en el puesto dejado vacante por el ex díputado Jón Þór Ólafsson. Ella es un testimonio perfecto para el poder de inclusividad del partido del pirata, una joven de 25 años de edad, que se ha iniciado como diputada hace sólo una semana, cuando la vemos por primera vez.
“Empecé en la política islandesa el 2013,” dice Ásta, sentada en la oficina del partido pirata cerca del Austurstræti. “Yo había estado siguiendo lo que pasó después de la quiebra del 2008. Una gran cantidad de chicos estaban bastante desviculados, no creo que se dieran cuenta de la gravedad de la misma, al menos entre mis compañeros, yo era la única que la estaba siguiendo. Pero el 2013 llegó el Partido Pirata. El aspecto de La libertad de información me atrajo – estoy muy en contra de la censura”.
Una idea que se era discutida en ese momento, era el bloqueo de los sitios de porno en Islandia, lo que levanto una señal de alarma en Asta. “De acuerdo con la legislación de Islandia, la pornografía es ilegal”, dice ella. “Es una ley del siglo 19, que no se ha aplicado durante quince años. Entonces surgió la idea de construir un ‘escudo anti pornografía’ en torno a Islandia. Y pensé, ‘No, ¡no pueden hacer eso! ¡Es censura! Y para ellos era como, ‘No, no es censura, ¡estamos pensando en los niños!'”
“El Partido Pirata está tratando de infiltrarse en el sistema y cambiar estas ‘leyes heredadas'”, continúa,”porque cuando se lee una ley, usted tiene que entender la raíz de esa ley, cuando fue escrita, cual fue el contexto, y su cultura. Ahora estamos en el siglo 21, gracias a Internet, lo que cambia todo”.
Ásta es una aguda estudiosa, de la historia política de Islandia, habla a grandes rasgos acerca de la sociedad conservadora tradicional, el liberalismo de mercado del país, el histórico legado de los poderosos grupos de presión agrícolas y pesqueros, y debate sobre todo, desde la censura a la reforma industrial.
“Islandia es un lugar poco común, políticamente hablando,” dice ella. “Hay un vacío en la política islandesa cuando se trata de partidos liberales. En Dinamarca y Suecia, hay muchos partidos liberales, así que hay menos espacio para un partido pirata. Tienen partidos que son consistentemente liberales, y lo han sido desde los 60. Es la razón por la que Dinamarca fue el primer país en legalizar la pornografía en 1969. En Islandia hay una gran cantidad de sociedad conservadora, a pesar de que la gente quiere ser tan libertarios como el mercado, etcétera. Lo que los piratas están tratando de hacer más liberal la sociedad”.
Hace una pausa, haciendo hincapié en el punto siguiente, palabra por palabra. “No queremos a microgestionar el mercado, pero mi forma de pensar es: primero queremos proteger al individuo; luego la sociedad; y luego el mercado. Si una política protege el mercado, pero no es buena para la sociedad o el individuo, entonces, en mi opinión, se trata de una mala política”.
Y esta es un área donde la piedra del tope pirata, la transparencia, pasa a primer plano. “Como partido, nuestra plataforma ha ido evolucionando, y aún está en evolución”, dice Ásta. “Nuestras políticas fundamentales son las pautas morales y éticas de cómo queremos funcionar como partido. Explicando por ejemplo, qué es la transparencia – es algo que podemos aplicar a los gobiernos o las instituciones. Los individuos no son transparentes – yo por ejemplo, no puedes aplicarme la transparencia. Pero se puede aplicar a mi trabajo como legislador. Las figuras públicas también son personas, y por lo tanto tienen derecho a la privacidad.”
Sabemos donde vives
En la practica , proteger los derechos individuales es una tarea más difícil y peliaguda de lo que aparenta. La union entre la antigua infraestructura civil y la nuevas tecnologías de información a veces levanta preguntas preocupantes.
Helgi Hrafn Gunnarsson, el tercer diputado del partido pirata, ha estado considerando estas cuestiones durante años. Un ex programador y hacker, se ha convertido en algo así como una figura pública popular en los últimos tiempos por su enfoque estudioso de la política, ya sea hablando en el Alþingi, o respondiendo en detalle en la sección de comentarios del blog de un compañero político. Luce una camiseta llana, una ordenada cola de caballo y pequeños espejuelos, combina un estilo de hablar fluido y de confianza, con un sentido conservador de lógica y precisión.
“Islandia tiene una serie de cosas que siempre han sido consideradas normales, está bien y no son peligrosas”, dice, en un acento iglés-americano. “Por ejemplo, el registro nacional. En Islandia, se está obligado por la ley a decirle a la gente donde vive. Pero si usted es una figura polémica, digamos, usted está discutiendo con musulmanes, o usted es un musulmán en discusión con ateos, o eres un testigo de Jehová homosexual… es posible que desee un poco de anonimato. Resulta que aquí no es legal. Usted tiene que tener un número de identificación nacional y estar en el registro. También tiene que registrar sus creencias religiosas, porque el Estado asume de ellas en función de las creencias religiosas de sus padres. El gobierno tiene una base de datos central de las creencias religiosas individuales, que se utiliza para distribuir dinero a las diferentes organizaciones religiosas. En alemania ya no lo permiten más. Y ¿sabes por qué?”
Hace una pausa para el efecto, antes de continuar: “Sí, ¡lo hacen! Por supuesto, usted sabe por qué. Pero la cosa es, aquí, la gente no se da cuenta de la amenaza que esto crea. Nuestra base de datos nacional se ha filtrado un billón de veces, cualquier hacker en el mundo tiene libre acceso a la misma. Una gran cantidad de sistemas bastante hackables tiene una copia de esto. Y pensamos que está bien, porque no tenemos nada que ocultar. Pero aquí está la cosa, información inocente que puede ser objeto de abuso. Si alguien tiene tu nombre, dirección, número de teléfono y banco o el número de identificación, te pueden hacer cosas malas, incluso si usted no tienen nada que ocultar. Creo que la gente lentamente – y más lento que todos, en el Parlamento – reconoce esto. Y no saben qué hacer al respecto.”
*Impresión 3D, drones entregando armas
Este alto nivel de compromiso con las cuestiones contemporáneas es lo que atrajo a Helgi al Partido Pirata, en primer lugar. “El gran problema es que la informática evoluciona mucho más rápido que la sociedad y la política”, dice. “Así que la política tiende a quedar obsoleta tan pronto nace. El Partido Pirata es el primer movimiento político, que yo sepa, que lo reconoce “.
“Es un problema incluso para nosotros”, continúa. “Por ejemplo los drones. ¿Qué vamos a hacer al respecto? Luego está la impresión 3D, ahora tenemos gente intercambiando instrucciones sobre cómo hacer armas de fuego de fabricación casera con una impresora 3D. Eso cambia inmediatamente a un montón de cosas. Nos obliga a reconocer una cierta impotencia, repensar soluciones anticipadas a problemas particulares y saber lo que podemos y no podemos hacer, en respuesta “.
La política de permanecer en puntos muerto con tópicos ruptuirstas y tecnologías emergentes, ha hecho que poco a poco los parlamentarios de mentalidad más tradicional en Alþingi se den cuenta que los parlamentarios piratas son un recurso valioso. “Al principio, éramos percibidos como algo infantil,” dice Helgi, “y tal vez algo de eso sea razonable. Pero a medida que nos encontramos con más y más situaciones ‘¡te lo dije!’… como cuando somos los primeros en ver algo que se viene y entonces debemos alertar a la gente. O cuando tenemos un punto de vista de que nadie más entiende de antemano, hasta que empiezan a pensarlo… la gente nos respetan ahora en ciertas áreas. Si usted tiene un nuevo problema – la impresión 3D y los drones son sólo dos ejemplos – la gente puede querer ver lo que los Piratas tienen que decir al respecto. Están felices de tenernos como un recurso, y se enorgullecen de ser capaz de hacer. Del mismo modo que debemos enorgullecemos de ser capaces de escucharlos.”
Un gran megáfono
Escuchar al Partido Pirata es algo a lo que la clase política de Islandia podría tener que acostumbrarse. Los Piratas han encabezado las encuestas de opinión Gallup durante seis meses consecutivos, y actualmente se ubican en el 34,5%, más que los números combinados de la coalición de gobierno de partido Independiente Progresista. Pero los tres parlamentarios están en un poco de una pérdida cuando se trata de explicar su impresionante aumento de protagonismo.
“Primero fuimos a un 14,2%, y yo estaba como: ‘¡Guau, eso es un récord!'”, recuerda Helgi. “Por lo general, habíamos tenido una votación alrededor del 10%. Cuando estába en el 8% comenzamos a preocuparnos, cuando se situó en el 12%, ¡es un buen día!. Luego se subió a un 14,2%. Cuando se fue a 21%, pensé: ‘Bueno, seguramente que va a caer después de esto’. El mismo día, supe que el ministro de Asuntos Exteriores había simplemente retirado, unilateralmente, a Islandia delas negociaciones de la UE. Mucha gente puso estos hechos en conjunto como la causa de nuestros números de las encuestas, pero había empezado a crecer antes de que fueran de conocimiento público.”
“Yo prefería el crecimiento lento, creo”, continúa. “Sabíamos de donde venía. Y tantas cosas sucederán de aquí a las elecciones – otros partidos se ajustarán “.
De hecho, hay indicios de que ya se están ajustando. El primer ministro Sigmundur Davíð cifró la creciente influencia del partido piratacomo “motivo de preocupación para la sociedad en su conjunto” (ver recuadro). “En su defensa,” se ríe Helgi, “cada vez que alguien en el gobierno habla de los Piratas, subimos en las encuestas. Es realmente sorprendente lo débiles que son sus ataques. Son algo poco profundo, casi rozando lo infantil. Nos preguntamos si contestar o no. Esto habla más de ellos que de nosotros, y eso es un error. Estas viejas fuerzas usan un discurso limitado a periódicos, televisión y horarios lineales. Es manejable, educado, contenido y lento. Pero ahora, cuando el primer ministro dice algo, se habla de inmediato en público, a través de los medios sociales. El público es parte de la conversación sobre las noticias. No están hablando solo amigos y familiares- hay una conversación e intercambio que no existía antes. No pueden controlar eso. Smirky, frases ingeniosas, de una línea, acerca de los oponentes ya no funcionan. La gente ya está acostumbrada a ellas y no parecen inteligentes. Para ser inteligente ahora, usted tiene que decir algo con contenido e información. Ese tipo de burlas y sonidos grandilocuentes sólo parecen desechable, como un comentario de Facebook. La gente ya está más allá de eso”.
Ásta También es prudente a la hora de interpretar las urnas. “Honestamente, no sabemos con exactitud por qué estamos recibiendo tanto apoyo”, dice ella. “Pero estamos muy agradecidos, y vamos a seguir haciendo nuestro trabajo. El próximo tema es la escalabilidad – nos estamos preguntando ahora, “¿podemos llegar a ser tan grandes, suficientemente rápido, sin fallar?” Es una gran pregunta, cómo vamos a escalar el trabajo político, y el trabajo de base. Nos preguntamos: “Si tuviéramos quince personas en el Parlamento, ¿cómo podemos trabajar juntos?, y ¿qué podemos hacer? ‘Lo averiguaremos a medida que avanzamos. Nos ha funcionado hasta ahora, claramente hemos estado haciendo algo bien, y seguiremos haciéndolo.”
La activista veterana, Birgitta tiene una visión pragmática de los números. “Sé por experiencia de vida que la tendencia puede volver por completo”, sonríe. “No se puede tomar los vientos populares del momento como un hecho fijo. Pero como activistas, ahora tenemos un gran megáfono para presentar nuestra visión – y la gente está escuchando lo que estamos diciendo”.
Hacer, crear, arreglar, romper
“Sin embargo, la gente no debe permitirse que creen que vamos a salvarlos,” continúa Birgitta. “Ellos van a salvarse a sí mismos, y les daremos las herramientas para hacerlo. Queremos buscar la sabiduría de las masas. Nadie va a sacarnos del lío en que estamos … ni como islandeses ni como especie humana. Esto sucederá a través del esfuerzo colectivo”.
“Cualquiera que este preocupado, puede entrar a una reunión del partido pirata”, dice Ásta. “Y lo hacen – hemos visto un gran crecimiento en el número de personas que se encantan. La gente viene y dice ‘hey, tengo experiencia en eso, ¿quieren saber sobre ello?’ Y, por supuesto, es bienvenido. Creo que tiene algo que ver con la cultura hacker ‘hacer, crear, arreglar, romper’ – la idea de que, para saber o sentir las directrices éticas o morales de cómo queremos que nuestra sociedad sea, no se tiene que ser un experto. Sólo tiene que ser capaz de debatir, aprender, procesar, entender la información y llegar a una buena conclusión”.
Un ejemplo de este M.O. (modus operandi) en acción, es la política del Partido Pirata sobre las cuotas de pesca. Si bien es un tema que se encuentra muy fuera de la misión central del Partido Pirata Internacional, pero es un tema candente para los islandeses, y la política principal entiende que hay un marco para su creación de acuerdo a un criterio fundamental acordado.
“Nuestra política de pesca, es una buena política en mi opinión,” dice Ásta. “Nosotros en el grupo parlamentario no la tocamos, pero lo que salió es una muy buena política. Por el momento, los derechos pertenecen a los barcos que se permitió pescar desde años y años atrás, sin ingresos para el Estado. La conclusión alcanzada por nuestros miembros de base, después de hablar con las personas que trabajan con los derechos de pesca y el sistema de cuotas, fue que la cuota debe ser puesta en el mercado y se venden al mejor postor, que es como se hace en la mayoría de lugares, y es una formato conocido para hacer frente a los recursos naturales. Los miembros de base hacen esto, sin ningún tipo de pericia o experiencia parlamentaria – eran muy capaces de encontrar a las personas con que necesitaban hablar, averiguar el problema, discutirlo y llegar a una conclusión. Y eso es genial”.
Capacitar a los miembros en la formulación de políticas, es sólo una faceta del compromiso de los Piratas con la democracia directa. Los tres parlamentarios expresan entusiasmo por la creación de estructuras que permitan tanto una mayor participación política que poner una cruz en una caja, cada cuatro años.
“Haríamos más iniciativas de democracia directa si tuviéramos más gente en el Parlamento”, dijo Helgi. “Actualmente tenemos sólo tres de los 63 parlamentarios, que no es ni siquiera el 5%. Por lo que no tendría mucho impacto si abrimos nuestros votos de esa manera. Además, que no funcionaría en todos los temas, porque tenemos que ir por la política principal del partido en primer lugar. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que nos gustaría que la población decida por sí misma. Preferiblemente hacerlo sin siquiera los parlamentarios en absoluto.”
Otra forma de participación directa es el sitio web ventill.is. Esta plataforma de votación en línea, intencionadamente no-partidista, permite a los individuos – trás haber sido validados por su “icekey” ID digital- apoyar o desaprobar la consulta políticas del día. Es un experimento, y Helgi admite los resultados están sesgados por el hecho de que la mayoría de los usuarios del sitio, aquellos conscientes de que existe, son simpatizantes Piratas, en esta primera etapa. Pero es otro ejemplo de la creatividad que los piratas desea, aplicar a la opinión colaborativa y alimentando los resultados en las posiciones políticas.
Nü-democracia
Querer ser escuchado, ser más activo y más implicado, es un sentimiento que está barriendo a través de las democracias (y no-democracias) mucho más allá de Islandia. Desde de la primavera árabe a la campaña presidencial populista, de Bernie Sanders, conducida por Internet, del Podemos en españa, del Syriza (“desde las raíces”) en Grecia, y un movimiento obrero recién vigorizado en el Reino Unido bajo el veterano parlamentario Jeremy Corbyn socialista, el cambio está en el aire. En todo el mundo, viejos partidos políticos y las estructuras de poder establecidas están cediendo a un deseo de cambio real a partir de las personas que tienen más acceso a la información que en cualquier otro momento de la historia.
“Todo es parte de los tiempos de transformación que estamos viviendo”, dice Birgitta. “Las personas se están dando cuenta de que sus democracias no son lo que se supone que son. Es por eso que es importante para nosotros fortalecer los poderes del Parlamento aquí en Islandia, porque las personas pueden tener más acceso a lo que está sucediendo – cómo se forman y se proponen políticas. O incluso la oportunidad de formar políticas por sí mismos. Los jóvenes en particular, consideramos inaceptable que sólo podamos ejercer influencia una vez cada cuatro años.”
Birgitta cree que los movimientos internacionales dispares, todos se dinamizan de la misma demografía, incluyendo una nueva generación privada de sus derechos, con apetito por un tipo diferente de política, otros grupos que se sienten excluidos e ignorados, incluidas las minorías étnicas, las personas en puestos de trabajo con salarios bajos, y la discapacitados y ancianos.
“Bernie Sanders, Jeremy Corbyn y el Partido Pirata están atrayendo a estas personas”, dice Birgitta. Hace una pausa por un momento, acercándose grave. “Y espero que estos movimientos no le quitan la esperanza por decepcionarlos. Si cometen un error, no serán perdonados. Es un vínculo emocional y es importante no jugar con él. Es importante tomarlo en serio.”
Y los piratas lo hacen. Ellos ofrecen una alternativa a los partidos tradicionales a un público que esperan del Partido Pirata asumir la política con visión aguda, los conocimientos tecnológicos y visión de futuro que puede ayudar a dar sentido a un mundo que cambia con rapidez.
“Creo que es muy importante que la gente entienda que tenemos que empezar a desarrollar la visión de en qué clase de mundo queremos vivir”, termina Birgitta. “A veces pregunto a la gente: ‘¿Ha pensado en cómo desea que sean las cosas en 25 años?’ Como escritor, sé que es importante que comencemos contar otras historias, para iniciar esta discusión, para desarrollar una visión colectiva, a través de todos los medios posibles. No tiene por qué ser una utopía … pero esto es un puto mundo fantástico.”
“Y me gustaría ver a la gente pensar más a dónde se va.”
Alþingishúsið, o La Casa del Parlamento, es un descomunal edificio de piedra gris ubicado al costado de la ensoñadora plaza Austurvöllur en el centro de Reikiavik. Es el asiento del Alþingi (parlamento) de Islandia, una famosa institución que fue inaugurada en el año 930 por una coalición de caudillos que fundaron el primer parlamento, iniciando un gobierno ampliamente considerado como la democracia más antigua del mundo en funcionamiento.
Uno o dos cosas han cambiado en la política islandesa durante el milenio intermedio. Por ejemplo, la gente ya no se reúnen anualmente cerca de Lögberg, la Roca de la Ley, en el Parque Nacional de Þingvellir, para oír la lectura de las nuevas leyes del país. Blasfemar ahora es legal (gracias puto dios). Y no se puede matar a los marineros vascos vistos en los fiordos occidentales por estos días. Después de más de mil años, sin embargo, la democracia sigue siendo muy popular entre los islandeses, con alrededor del 80% de los islandeses votando en las elecciones generales.
Ahora, el Alþingi podría ser el inicio de otro gran momento en la historia política. Este verano, Píratapartýið (El Partido Pirata) – Una pequeña organización política basada en el pensamiento activista radicalmente avanzado , saltó de ser una presencia marginal con tres diputados (de los 63), a ser el principal candidato en el centro de la opinión nacional. Entre muchas de las políticas reformistas, su agenda incluye una atractiva reinicio de la democracia misma, a través de una mayor participación de los votantes permitiendo a las personas guiar el Parlamento sobre cuestiones clave, a través de la democracia electrónica y referendos, influenciando directamente en la formulación de las políticas.
El Partido Pirata es una organización internacional que comenzó en Suecia, hizo su primer nombre por la defensa de la reforma de los derechos de autor y la libertad de información. Pero el grupo islandés dio un ingenioso siguiente paso cuando se extrapolan su filosofía política en un marco que llaman la política de núcleo. Estas directrices fueron empleados para crear la Plataforma Pirata- un manifiesto de amplio alcance pirata que cubre todo, desde las cuotas de pesca y la atención sanitaria hasta la pornografía en Internet y la protección de datos (ambos, la política de núcleo y la plataforma pirata se pueden hallar en su página web).
Su mensaje ha resonado ampliamente en el público, con impresionantes cifras en las encuestas que se mantienen estables desde marzo. En el último recuento, los Piratas tuvieron un 34,5% de los votos, haciendolos favoritos de-facto para liderar el próximo gobierno de Islandia.
Dos años es, por supuesto, mucho tiempo en la política. Pero si mantiene la actual oleada de popularidad hasta las elecciones parlamentarias de 2017, los Piratas tendrá la responsabilidad de gobernar Islandia. Y será su objetivo hacer esos gruesos muros de piedra mucho más transparentes.
Piratas en el parlamento
Trás años de artículos y películas sobre amenazas terroristas, “anillo de acero” de seguridad, guardias armados de la policía y unidades del escolta de élite, es una sensación extraña de caminar hasta Alþingishúsið libremente y sólo tirar la manilla. Hallo que la imponente puerta principal del edificio esta bloqueada y sin uso – a la vuelta de la esquina, hay una moderna extensión de vidrio y metal, donde un viejo guardia de seguridad toma mi nombre, revisa el equipo, me entrega un pase de visita colgante y me deja entrar con un mínimo de esfuerzo.
En el amplio atrio del vestíbulo hallo una ex voluntaria de Wikileaks, activista de la libertad de información diputada islandésa y en algún momento primera figura del partido pirata, Birgitta Jónsdóttir, vestida con un elegantetraje-falda y un colorido pañuelo sobre los hombros. Está de pie con un equipo de cámara y me lanza su reconocida sonrisa traviesa de debajo de sy distintiva mata de pelo negro. “estaré contigo en un minuto”, dice, “sólo tengo esta entrevista.”
Vago por el pasillo, sintiendome invasor, mirando las cuadros y echando un vistazo por las puertas entre abiertas. Austeras salas de reuniones están listas para su uso, con jarras de agua y platos con pasteles sin comer (el Primer Ministro debe andar lejos). Una de las habitaciones es diferente, se dibujan sombras y hay una gran bandera pirata colgada sobre la ventana, al lado de ‘V de Vendetta’ y carteles (hechos a manp) “Free Bradley Manning Chelsea”. Un ordenador portátil cubierto de stickers (proyecto Tor, símbolo pi, bandera pirata) sentado a la mesa y en un televisor montado en la pared suena el debate en curso de la cámara del Alþingi. Birgitta pronto vuelve a aparecer y me hace entrar en la oficina parlamentaria de los Piratas.
Me pregunto si las cosas son siempre así de agitado para un diputado. “Sabe, no me di cuenta hasta que llegué aquí lo desorganizado que esta todo” dice ella, sonriendo sin aliento. “Creo que es intencional. Nunca puedes estar completamente preparado antes de entrar a la cámara, ya que solo conoces la agenda en la mañana … no puedes investigrlo. Casi siempre me olvido de las reuniones del comité de Asuntos Exteriores porque estoy en otro comité en el momento y nuestros tres parlamentarios Piratas están en sus comisiones principales de forma simultánea, por lo que ni siquiera podemos tener quien nos reemplace. Y la oficina del Parlamento no tiene voluntad de cambiarlo para hacer que funcione”.
La perspectiva del hacker
Toparse con la realidad burocrática del gobierno parece actuar menos como elemento disuasorio que más como una motivación adicional, para los Piratas. Compartir el interes por el hacking – esto es, examinar los sistemas, identificando sus características y debilidades, y modificandolos a través de la experimentación – les resulta muy útil. De hecho, como los Piratas aparentemente provienen de puntos diversos del espectro político tradicional izquierda/derecha, esta metodología es parte de lo que los une.
“Definitivamente enfoco este trabajo desde el punto de vista del hacker,” explica Birgitta. “No quiero aprender que no es posible, porque tan pronto como sé de limitaciones, comienzo a respetarlos. Es mejor fingir que no conoces las limitaciones, por lo que puedes romperlas.”
Birgitta emplea su traviesa ingenuidad con gran efecto durante la formación de la IMMI – Iniciativa de Medios Modernos Islandesa – un proyecto que guío y defendió en el parlamento hasta convertirlo en ley. El resultado fue una pieza innovadora de legislación destinada a proteger la libertad de expresión para la prensa y los particulares. La ley logró en el Alþingi, un nivel de apoyo sin precedentes de todos los partidos.
“Fue un gran trabajo”, recuerda Birgitta. “Encomendamos al gobierno la modificación de diez leyes en cuatro ministerios diferentes. No sólo era una visión de a dónde íbamos, como nación, sino que puso una alta bara para mejorar las leyes en todos los campos. El proyecto de ley fue aprobado por unanimidad, cosa que nunca antes había sucedido. Y algo que todo buen activistas sabe, es que una vez cruzado el umbral, se abre el camino para que otros lo sigan. Así que ha habido mucho más de este tipo de trabajo, en el Parlamento, desde entonces”.
Aun así, Birgitta ha comprobado que debatir las diferentes leyes, dentro y a través del sistema, es en efecto un largo camino. “Ha sido una decepción para mí y para muchos otros la lentitud con que ha progresadola redacción de las leyes”, dice ella. “Es un continuo proceso de aplicar presión en todos los frentes a fin de asegurarse de que las distintas leyes del IMMI seán escritas y adoptados. Las buenas noticias respecto al IMMI y las tareas que implica, es que las leyes del IMMI se escriben por un comité directivo, muy activo en uno de los ministerios”.
Fishing and porn (el anzuelo del porno)
El rechazo de los partidos políticos dogmáticos que los piratas demostraron en el proceso del IMMI, es quizás en parte porqué se han hecho querer por un electorado hastiado de la política tradicional después de un quiebre económico catastrófico, y el posterior retorno a “lo de siempre”. Ásta Guðrún Helgadóttir es la diputado pirata mas nueva en el parlamento, recientemente completó sus estudios de historia política y entró en el puesto dejado vacante por el ex díputado Jón Þór Ólafsson. Ella es un testimonio perfecto para el poder de inclusividad del partido del pirata, una joven de 25 años de edad, que se ha iniciado como diputada hace sólo una semana, cuando la vemos por primera vez.
“Empecé en la política islandesa el 2013,” dice Ásta, sentada en la oficina del partido pirata cerca del Austurstræti. “Yo había estado siguiendo lo que pasó después de la quiebra del 2008. Una gran cantidad de chicos estaban bastante desviculados, no creo que se dieran cuenta de la gravedad de la misma, al menos entre mis compañeros, yo era la única que la estaba siguiendo. Pero el 2013 llegó el Partido Pirata. El aspecto de La libertad de información me atrajo – estoy muy en contra de la censura”.
Una idea que se era discutida en ese momento, era el bloqueo de los sitios de porno en Islandia, lo que levanto una señal de alarma en Asta. “De acuerdo con la legislación de Islandia, la pornografía es ilegal”, dice ella. “Es una ley del siglo 19, que no se ha aplicado durante quince años. Entonces surgió la idea de construir un ‘escudo anti pornografía’ en torno a Islandia. Y pensé, ‘No, ¡no pueden hacer eso! ¡Es censura! Y para ellos era como, ‘No, no es censura, ¡estamos pensando en los niños!'”
“El Partido Pirata está tratando de infiltrarse en el sistema y cambiar estas ‘leyes heredadas'”, continúa,”porque cuando se lee una ley, usted tiene que entender la raíz de esa ley, cuando fue escrita, cual fue el contexto, y su cultura. Ahora estamos en el siglo 21, gracias a Internet, lo que cambia todo”.
Ásta es una aguda estudiosa, de la historia política de Islandia, habla a grandes rasgos acerca de la sociedad conservadora tradicional, el liberalismo de mercado del país, el histórico legado de los poderosos grupos de presión agrícolas y pesqueros, y debate sobre todo, desde la censura a la reforma industrial.
“Islandia es un lugar poco común, políticamente hablando,” dice ella. “Hay un vacío en la política islandesa cuando se trata de partidos liberales. En Dinamarca y Suecia, hay muchos partidos liberales, así que hay menos espacio para un partido pirata. Tienen partidos que son consistentemente liberales, y lo han sido desde los 60. Es la razón por la que Dinamarca fue el primer país en legalizar la pornografía en 1969. En Islandia hay una gran cantidad de sociedad conservadora, a pesar de que la gente quiere ser tan libertarios como el mercado, etcétera. Lo que los piratas están tratando de hacer más liberal la sociedad”.
Hace una pausa, haciendo hincapié en el punto siguiente, palabra por palabra. “No queremos a microgestionar el mercado, pero mi forma de pensar es: primero queremos proteger al individuo; luego la sociedad; y luego el mercado. Si una política protege el mercado, pero no es buena para la sociedad o el individuo, entonces, en mi opinión, se trata de una mala política”.
Y esta es un área donde la piedra del tope pirata, la transparencia, pasa a primer plano. “Como partido, nuestra plataforma ha ido evolucionando, y aún está en evolución”, dice Ásta. “Nuestras políticas fundamentales son las pautas morales y éticas de cómo queremos funcionar como partido. Explicando por ejemplo, qué es la transparencia – es algo que podemos aplicar a los gobiernos o las instituciones. Los individuos no son transparentes – yo por ejemplo, no puedes aplicarme la transparencia. Pero se puede aplicar a mi trabajo como legislador. Las figuras públicas también son personas, y por lo tanto tienen derecho a la privacidad.”
Sabemos donde vives
En la practica , proteger los derechos individuales es una tarea más difícil y peliaguda de lo que aparenta. La union entre la antigua infraestructura civil y la nuevas tecnologías de información a veces levanta preguntas preocupantes.
Helgi Hrafn Gunnarsson, el tercer diputado del partido pirata, ha estado considerando estas cuestiones durante años. Un ex programador y hacker, se ha convertido en algo así como una figura pública popular en los últimos tiempos por su enfoque estudioso de la política, ya sea hablando en el Alþingi, o respondiendo en detalle en la sección de comentarios del blog de un compañero político. Luce una camiseta llana, una ordenada cola de caballo y pequeños espejuelos, combina un estilo de hablar fluido y de confianza, con un sentido conservador de lógica y precisión.
“Islandia tiene una serie de cosas que siempre han sido consideradas normales, está bien y no son peligrosas”, dice, en un acento iglés-americano. “Por ejemplo, el registro nacional. En Islandia, se está obligado por la ley a decirle a la gente donde vive. Pero si usted es una figura polémica, digamos, usted está discutiendo con musulmanes, o usted es un musulmán en discusión con ateos, o eres un testigo de Jehová homosexual… es posible que desee un poco de anonimato. Resulta que aquí no es legal. Usted tiene que tener un número de identificación nacional y estar en el registro. También tiene que registrar sus creencias religiosas, porque el Estado asume de ellas en función de las creencias religiosas de sus padres. El gobierno tiene una base de datos central de las creencias religiosas individuales, que se utiliza para distribuir dinero a las diferentes organizaciones religiosas. En alemania ya no lo permiten más. Y ¿sabes por qué?”
Hace una pausa para el efecto, antes de continuar: “Sí, ¡lo hacen! Por supuesto, usted sabe por qué. Pero la cosa es, aquí, la gente no se da cuenta de la amenaza que esto crea. Nuestra base de datos nacional se ha filtrado un billón de veces, cualquier hacker en el mundo tiene libre acceso a la misma. Una gran cantidad de sistemas bastante hackables tiene una copia de esto. Y pensamos que está bien, porque no tenemos nada que ocultar. Pero aquí está la cosa, información inocente que puede ser objeto de abuso. Si alguien tiene tu nombre, dirección, número de teléfono y banco o el número de identificación, te pueden hacer cosas malas, incluso si usted no tienen nada que ocultar. Creo que la gente lentamente – y más lento que todos, en el Parlamento – reconoce esto. Y no saben qué hacer al respecto.”
*Impresión 3D, drones entregando armas
Este alto nivel de compromiso con las cuestiones contemporáneas es lo que atrajo a Helgi al Partido Pirata, en primer lugar. “El gran problema es que la informática evoluciona mucho más rápido que la sociedad y la política”, dice. “Así que la política tiende a quedar obsoleta tan pronto nace. El Partido Pirata es el primer movimiento político, que yo sepa, que lo reconoce “.
“Es un problema incluso para nosotros”, continúa. “Por ejemplo los drones. ¿Qué vamos a hacer al respecto? Luego está la impresión 3D, ahora tenemos gente intercambiando instrucciones sobre cómo hacer armas de fuego de fabricación casera con una impresora 3D. Eso cambia inmediatamente a un montón de cosas. Nos obliga a reconocer una cierta impotencia, repensar soluciones anticipadas a problemas particulares y saber lo que podemos y no podemos hacer, en respuesta “.
La política de permanecer en puntos muerto con tópicos ruptuirstas y tecnologías emergentes, ha hecho que poco a poco los parlamentarios de mentalidad más tradicional en Alþingi se den cuenta que los parlamentarios piratas son un recurso valioso. “Al principio, éramos percibidos como algo infantil,” dice Helgi, “y tal vez algo de eso sea razonable. Pero a medida que nos encontramos con más y más situaciones ‘¡te lo dije!’… como cuando somos los primeros en ver algo que se viene y entonces debemos alertar a la gente. O cuando tenemos un punto de vista de que nadie más entiende de antemano, hasta que empiezan a pensarlo… la gente nos respetan ahora en ciertas áreas. Si usted tiene un nuevo problema – la impresión 3D y los drones son sólo dos ejemplos – la gente puede querer ver lo que los Piratas tienen que decir al respecto. Están felices de tenernos como un recurso, y se enorgullecen de ser capaz de hacer. Del mismo modo que debemos enorgullecemos de ser capaces de escucharlos.”
Un gran megáfono
Escuchar al Partido Pirata es algo a lo que la clase política de Islandia podría tener que acostumbrarse. Los Piratas han encabezado las encuestas de opinión Gallup durante seis meses consecutivos, y actualmente se ubican en el 34,5%, más que los números combinados de la coalición de gobierno de partido Independiente Progresista. Pero los tres parlamentarios están en un poco de una pérdida cuando se trata de explicar su impresionante aumento de protagonismo.
“Primero fuimos a un 14,2%, y yo estaba como: ‘¡Guau, eso es un récord!'”, recuerda Helgi. “Por lo general, habíamos tenido una votación alrededor del 10%. Cuando estába en el 8% comenzamos a preocuparnos, cuando se situó en el 12%, ¡es un buen día!. Luego se subió a un 14,2%. Cuando se fue a 21%, pensé: ‘Bueno, seguramente que va a caer después de esto’. El mismo día, supe que el ministro de Asuntos Exteriores había simplemente retirado, unilateralmente, a Islandia delas negociaciones de la UE. Mucha gente puso estos hechos en conjunto como la causa de nuestros números de las encuestas, pero había empezado a crecer antes de que fueran de conocimiento público.”
“Yo prefería el crecimiento lento, creo”, continúa. “Sabíamos de donde venía. Y tantas cosas sucederán de aquí a las elecciones – otros partidos se ajustarán “.
De hecho, hay indicios de que ya se están ajustando. El primer ministro Sigmundur Davíð cifró la creciente influencia del partido piratacomo “motivo de preocupación para la sociedad en su conjunto” (ver recuadro). “En su defensa,” se ríe Helgi, “cada vez que alguien en el gobierno habla de los Piratas, subimos en las encuestas. Es realmente sorprendente lo débiles que son sus ataques. Son algo poco profundo, casi rozando lo infantil. Nos preguntamos si contestar o no. Esto habla más de ellos que de nosotros, y eso es un error. Estas viejas fuerzas usan un discurso limitado a periódicos, televisión y horarios lineales. Es manejable, educado, contenido y lento. Pero ahora, cuando el primer ministro dice algo, se habla de inmediato en público, a través de los medios sociales. El público es parte de la conversación sobre las noticias. No están hablando solo amigos y familiares- hay una conversación e intercambio que no existía antes. No pueden controlar eso. Smirky, frases ingeniosas, de una línea, acerca de los oponentes ya no funcionan. La gente ya está acostumbrada a ellas y no parecen inteligentes. Para ser inteligente ahora, usted tiene que decir algo con contenido e información. Ese tipo de burlas y sonidos grandilocuentes sólo parecen desechable, como un comentario de Facebook. La gente ya está más allá de eso”.
Ásta También es prudente a la hora de interpretar las urnas. “Honestamente, no sabemos con exactitud por qué estamos recibiendo tanto apoyo”, dice ella. “Pero estamos muy agradecidos, y vamos a seguir haciendo nuestro trabajo. El próximo tema es la escalabilidad – nos estamos preguntando ahora, “¿podemos llegar a ser tan grandes, suficientemente rápido, sin fallar?” Es una gran pregunta, cómo vamos a escalar el trabajo político, y el trabajo de base. Nos preguntamos: “Si tuviéramos quince personas en el Parlamento, ¿cómo podemos trabajar juntos?, y ¿qué podemos hacer? ‘Lo averiguaremos a medida que avanzamos. Nos ha funcionado hasta ahora, claramente hemos estado haciendo algo bien, y seguiremos haciéndolo.”
La activista veterana, Birgitta tiene una visión pragmática de los números. “Sé por experiencia de vida que la tendencia puede volver por completo”, sonríe. “No se puede tomar los vientos populares del momento como un hecho fijo. Pero como activistas, ahora tenemos un gran megáfono para presentar nuestra visión – y la gente está escuchando lo que estamos diciendo”.
Hacer, crear, arreglar, romper
“Sin embargo, la gente no debe permitirse que creen que vamos a salvarlos,” continúa Birgitta. “Ellos van a salvarse a sí mismos, y les daremos las herramientas para hacerlo. Queremos buscar la sabiduría de las masas. Nadie va a sacarnos del lío en que estamos … ni como islandeses ni como especie humana. Esto sucederá a través del esfuerzo colectivo”.
“Cualquiera que este preocupado, puede entrar a una reunión del partido pirata”, dice Ásta. “Y lo hacen – hemos visto un gran crecimiento en el número de personas que se encantan. La gente viene y dice ‘hey, tengo experiencia en eso, ¿quieren saber sobre ello?’ Y, por supuesto, es bienvenido. Creo que tiene algo que ver con la cultura hacker ‘hacer, crear, arreglar, romper’ – la idea de que, para saber o sentir las directrices éticas o morales de cómo queremos que nuestra sociedad sea, no se tiene que ser un experto. Sólo tiene que ser capaz de debatir, aprender, procesar, entender la información y llegar a una buena conclusión”.
Un ejemplo de este M.O. (modus operandi) en acción, es la política del Partido Pirata sobre las cuotas de pesca. Si bien es un tema que se encuentra muy fuera de la misión central del Partido Pirata Internacional, pero es un tema candente para los islandeses, y la política principal entiende que hay un marco para su creación de acuerdo a un criterio fundamental acordado.
“Nuestra política de pesca, es una buena política en mi opinión,” dice Ásta. “Nosotros en el grupo parlamentario no la tocamos, pero lo que salió es una muy buena política. Por el momento, los derechos pertenecen a los barcos que se permitió pescar desde años y años atrás, sin ingresos para el Estado. La conclusión alcanzada por nuestros miembros de base, después de hablar con las personas que trabajan con los derechos de pesca y el sistema de cuotas, fue que la cuota debe ser puesta en el mercado y se venden al mejor postor, que es como se hace en la mayoría de lugares, y es una formato conocido para hacer frente a los recursos naturales. Los miembros de base hacen esto, sin ningún tipo de pericia o experiencia parlamentaria – eran muy capaces de encontrar a las personas con que necesitaban hablar, averiguar el problema, discutirlo y llegar a una conclusión. Y eso es genial”.
Capacitar a los miembros en la formulación de políticas, es sólo una faceta del compromiso de los Piratas con la democracia directa. Los tres parlamentarios expresan entusiasmo por la creación de estructuras que permitan tanto una mayor participación política que poner una cruz en una caja, cada cuatro años.
“Haríamos más iniciativas de democracia directa si tuviéramos más gente en el Parlamento”, dijo Helgi. “Actualmente tenemos sólo tres de los 63 parlamentarios, que no es ni siquiera el 5%. Por lo que no tendría mucho impacto si abrimos nuestros votos de esa manera. Además, que no funcionaría en todos los temas, porque tenemos que ir por la política principal del partido en primer lugar. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que nos gustaría que la población decida por sí misma. Preferiblemente hacerlo sin siquiera los parlamentarios en absoluto.”
Otra forma de participación directa es el sitio web ventill.is. Esta plataforma de votación en línea, intencionadamente no-partidista, permite a los individuos – trás haber sido validados por su “icekey” ID digital- apoyar o desaprobar la consulta políticas del día. Es un experimento, y Helgi admite los resultados están sesgados por el hecho de que la mayoría de los usuarios del sitio, aquellos conscientes de que existe, son simpatizantes Piratas, en esta primera etapa. Pero es otro ejemplo de la creatividad que los piratas desea, aplicar a la opinión colaborativa y alimentando los resultados en las posiciones políticas.
Nü-democracia
Querer ser escuchado, ser más activo y más implicado, es un sentimiento que está barriendo a través de las democracias (y no-democracias) mucho más allá de Islandia. Desde de la primavera árabe a la campaña presidencial populista, de Bernie Sanders, conducida por Internet, del Podemos en españa, del Syriza (“desde las raíces”) en Grecia, y un movimiento obrero recién vigorizado en el Reino Unido bajo el veterano parlamentario Jeremy Corbyn socialista, el cambio está en el aire. En todo el mundo, viejos partidos políticos y las estructuras de poder establecidas están cediendo a un deseo de cambio real a partir de las personas que tienen más acceso a la información que en cualquier otro momento de la historia.
“Todo es parte de los tiempos de transformación que estamos viviendo”, dice Birgitta. “Las personas se están dando cuenta de que sus democracias no son lo que se supone que son. Es por eso que es importante para nosotros fortalecer los poderes del Parlamento aquí en Islandia, porque las personas pueden tener más acceso a lo que está sucediendo – cómo se forman y se proponen políticas. O incluso la oportunidad de formar políticas por sí mismos. Los jóvenes en particular, consideramos inaceptable que sólo podamos ejercer influencia una vez cada cuatro años.”
Birgitta cree que los movimientos internacionales dispares, todos se dinamizan de la misma demografía, incluyendo una nueva generación privada de sus derechos, con apetito por un tipo diferente de política, otros grupos que se sienten excluidos e ignorados, incluidas las minorías étnicas, las personas en puestos de trabajo con salarios bajos, y la discapacitados y ancianos.
“Bernie Sanders, Jeremy Corbyn y el Partido Pirata están atrayendo a estas personas”, dice Birgitta. Hace una pausa por un momento, acercándose grave. “Y espero que estos movimientos no le quitan la esperanza por decepcionarlos. Si cometen un error, no serán perdonados. Es un vínculo emocional y es importante no jugar con él. Es importante tomarlo en serio.”
Y los piratas lo hacen. Ellos ofrecen una alternativa a los partidos tradicionales a un público que esperan del Partido Pirata asumir la política con visión aguda, los conocimientos tecnológicos y visión de futuro que puede ayudar a dar sentido a un mundo que cambia con rapidez.
“Creo que es muy importante que la gente entienda que tenemos que empezar a desarrollar la visión de en qué clase de mundo queremos vivir”, termina Birgitta. “A veces pregunto a la gente: ‘¿Ha pensado en cómo desea que sean las cosas en 25 años?’ Como escritor, sé que es importante que comencemos contar otras historias, para iniciar esta discusión, para desarrollar una visión colectiva, a través de todos los medios posibles. No tiene por qué ser una utopía … pero esto es un puto mundo fantástico.”
“Y me gustaría ver a la gente pensar más a dónde se va.”
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