De todos es conocida la voracidad de Google a la hora de recolectar (nuestros) datos. Sus fantásticos servicios nos ofrecen una forma de disfrutar de una gran cantidad de contenidos sin pagar nada. Al menos con nuestro dinero, porque lo que sí que cedemos es el acceso a esos datos que permiten perfilar —teóricamente— una publicidad mucho más útil para cada usuario.
Hasta ahora quedaba claro que si usabas los servicios de Google online aceptabas esos términos, pero ahora se ha descubierto que Google es capaz de detectar qué compras ha hecho un usuario incluso estando este desconectado. Y dónde, y cuándo, y cuánto hemos gastado.
La privacidad en juego una vez más
Lo hacen gracias a los registros que se guardan en servicios como YouTube y GoogleMaps y que se combinan con la gigantesca cantidad de transacciones de tarjetas de crédito y débito a las que tiene acceso Google. Solo en Estados Unidos la empresa aclara que tiene acceso al 70% de esas transacciones.
Estos datos se comparten con los comercios que trabajan con Google para demostrarles que los anuncios que ellos ponen funcionan. La idea de combinar esa recolección de ubicación basada en servicios con esos gastos a través de tarjetas ha provocado críticas, lógicamente. Se trata de una vertiente más de un ataque a la privacidad de los usuarios con la eterna excusa de mejorar sus servicios.
En Google, por supuesto, acuden al argumento tradicional. Según sus responsables, esos servicios “permiten emparejan transacciones con anuncios de Google ads en una forma segura y con protección de la privacidad, y a los comercios solo se les revelan ventas agregadas y anomizadas para proteger tus datos de cliente.
Otros no opinan lo mismo. Paul Stephens, de la organización de protección de los consumidores Privacy Rights Clearinghouse, indicaba que “hemos descubierto que es extremadamente difícil anonimizar los datos. Si te preocupa tu privacidad, deberías estar preocupado“.
Vía | The Washington Post
De todos es conocida la voracidad de Google a la hora de recolectar (nuestros) datos. Sus fantásticos servicios nos ofrecen una forma de disfrutar de una gran cantidad de contenidos sin pagar nada. Al menos con nuestro dinero, porque lo que sí que cedemos es el acceso a esos datos que permiten perfilar —teóricamente— una publicidad mucho más útil para cada usuario.
Hasta ahora quedaba claro que si usabas los servicios de Google online aceptabas esos términos, pero ahora se ha descubierto que Google es capaz de detectar qué compras ha hecho un usuario incluso estando este desconectado. Y dónde, y cuándo, y cuánto hemos gastado.
La privacidad en juego una vez más
Lo hacen gracias a los registros que se guardan en servicios como YouTube y GoogleMaps y que se combinan con la gigantesca cantidad de transacciones de tarjetas de crédito y débito a las que tiene acceso Google. Solo en Estados Unidos la empresa aclara que tiene acceso al 70% de esas transacciones.
Estos datos se comparten con los comercios que trabajan con Google para demostrarles que los anuncios que ellos ponen funcionan. La idea de combinar esa recolección de ubicación basada en servicios con esos gastos a través de tarjetas ha provocado críticas, lógicamente. Se trata de una vertiente más de un ataque a la privacidad de los usuarios con la eterna excusa de mejorar sus servicios.
En Google, por supuesto, acuden al argumento tradicional. Según sus responsables, esos servicios “permiten emparejan transacciones con anuncios de Google ads en una forma segura y con protección de la privacidad, y a los comercios solo se les revelan ventas agregadas y anomizadas para proteger tus datos de cliente.
Otros no opinan lo mismo. Paul Stephens, de la organización de protección de los consumidores Privacy Rights Clearinghouse, indicaba que “hemos descubierto que es extremadamente difícil anonimizar los datos. Si te preocupa tu privacidad, deberías estar preocupado“.
Vía | The Washington Post
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