En octubre de 2011, Segarra fue invitada a unirse a un grupo de examinadores del Banco de la Reserva Federal de Nueva York que se suponía iba a inspeccionar las empresas financieras en cumplimiento de las normas y leyes, informa ‘The Daily Mail’. Segarra logró grabar un total de 46 horas de conversaciones entre banqueros y funcionarios en el banco, parte del Sistema de Reserva Federal (FED), así como en Goldman Sachs.
Según Segarra, fue testigo de casos en los que las acciones y las declaraciones de los jefes de Goldman Sachs contradecían claramente la ley. En una de las reuniones con los funcionarios, uno de los altos directivos de Goldman Sachs dijo lo siguiente: “Cuando se trata de clientes ricos, algunas leyes no se aplican”, informa el portal ProPublica, donde fueron publicadas las filtraciones de Segarra.
En enero de 2012, Goldman Sachs decidió incluir en su balance durante cierto tiempo los activos de riesgo del banco español Santander, sin avisar a los reguladores de EE.UU.
Como explica Segarra, los organismos reguladores del poder estatal de EE.UU. desempeñan sus funciones en interés de las empresas cuyas actividades deben controlar.
La evaluación más significativa del escándalo provocado por Segarra la hizo Michael Lewis, autor de varios libros de éxito sobre los mercados financieros: “El sistema de control sobre el sector financiero de Estados Unidos, obviamente, no funciona. Sin embargo, debido al hecho de que el tema en sí es tan aburrido y sus detalles son tan complejos, la mayoría de personas no presta atención a este problema”.
En octubre de 2011, Segarra fue invitada a unirse a un grupo de examinadores del Banco de la Reserva Federal de Nueva York que se suponía iba a inspeccionar las empresas financieras en cumplimiento de las normas y leyes, informa ‘The Daily Mail’. Segarra logró grabar un total de 46 horas de conversaciones entre banqueros y funcionarios en el banco, parte del Sistema de Reserva Federal (FED), así como en Goldman Sachs.
Según Segarra, fue testigo de casos en los que las acciones y las declaraciones de los jefes de Goldman Sachs contradecían claramente la ley. En una de las reuniones con los funcionarios, uno de los altos directivos de Goldman Sachs dijo lo siguiente: “Cuando se trata de clientes ricos, algunas leyes no se aplican”, informa el portal ProPublica, donde fueron publicadas las filtraciones de Segarra.
En enero de 2012, Goldman Sachs decidió incluir en su balance durante cierto tiempo los activos de riesgo del banco español Santander, sin avisar a los reguladores de EE.UU.
Como explica Segarra, los organismos reguladores del poder estatal de EE.UU. desempeñan sus funciones en interés de las empresas cuyas actividades deben controlar.
La evaluación más significativa del escándalo provocado por Segarra la hizo Michael Lewis, autor de varios libros de éxito sobre los mercados financieros: “El sistema de control sobre el sector financiero de Estados Unidos, obviamente, no funciona. Sin embargo, debido al hecho de que el tema en sí es tan aburrido y sus detalles son tan complejos, la mayoría de personas no presta atención a este problema”.
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