La nueva medida responde a la presión pública pero no ofrece una definición clara de a qué se refiere con “vigilancia” ni va acompañada de medidas contra los infractores
Tras muchas presiones, Facebook por fin ha anunciado que los datos de sus usuarios ya no se pueden usar para labores de vigilancia.
Facebook sabe todo tipo de cosas sobre usted y hasta sus gustos más raros, desde detalles personales que ofrece directamente hasta las preferencias basadas en sus clics y “me gusta” (que a menudo pueden describirle mejor que sus amigos). Y parte de estos datos está a disposición de otros desarrolladores.
El pasado mes de octubre, una investigación realizada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) reveló que una empresa llamada Geofeedia había analizado datos proporcionados por Facebook, Twitter e Instagram para ofrecer informaciones de vigilancia al departamento de Policía de Ferguson (EEUU) para rastrear a las minorías. Las redes sociales empaquetaron flujos de datos públicos para Geofeedia que la empresa no podría haber recopilado sin violar los términos de servicio de las plataformas web. Entonces analizó la información para encontrar tendencias dentro de los comportamientos de los usuarios.
Cuando saltó la noticia, las redes sociales revocaron el acceso de Geofeedia a los datos. Pero sólo Twitter resideñó sus políticas para impedir que el suceso se repitiera en el futuro.
Las presiones públicas para limitar el acceso a los datos de usuario son cada vez mayores. La semana pasada, por ejemplo, los defensores de las libertades civiles demostraron estar más preocupados que nunca respecto al rastreo “incidental” del Gobierno de EEUU de las comunicaciones de residentes estadounidenses durante la vigilancia de objetivos extranjeros.
Ahora, Facebook ha anunciado que los desarrolladores no podrán utilizar datos obtenidos ni de Facebook ni de Instagram, que también es de su propiedad, para generar sistemas capaces de proporcionar capacidades de vigilancia. Bajo su Política de Plataforma ahora se lee: “No utilice datos obtenidos de nosotros para proporcionar herramientas dirigidas a la vigilancia”.
La ACLU ha alabado la medida pero señala que “las políticas sobre el papel deben estar respaldadas por una rigurosa supervisión y una rápida respuesta en caso de infracción“. Ese proceso aún podría demostrar ser más subjetivo de lo que parece. Mientras que Facebook ha dicho que quiere que su política sobre la vigilancia sea explítica, realmente no explica qué significa exactamente “vigilancia”.
¿Cuenta como vigilancia cualquier entrega de datos a las agencias de seguridad, o tan sólo datos que vinculen el comportamiento de un usuario con alguna otra característica, como su ubicación o etnicidad? Y, ¿qué pasa con las empresas privadas que podrían querer rastrear a los usuarios? La falta de claridad aún podría dejar espacio a Facebook para maniobrar en el futuro.
(Para saber más: Facebook, ACLU, Scrutiny Intensifies on the Warrantless Collection of Americans’ Communications, Así aprende Facebook sobre tu vida fuera de internet: brókers de datos, Cómo evitar que le espíen a pesar de su vicio de contarlo todo en las redes sociales)
La nueva medida responde a la presión pública pero no ofrece una definición clara de a qué se refiere con “vigilancia” ni va acompañada de medidas contra los infractores
Tras muchas presiones, Facebook por fin ha anunciado que los datos de sus usuarios ya no se pueden usar para labores de vigilancia.
Facebook sabe todo tipo de cosas sobre usted y hasta sus gustos más raros, desde detalles personales que ofrece directamente hasta las preferencias basadas en sus clics y “me gusta” (que a menudo pueden describirle mejor que sus amigos). Y parte de estos datos está a disposición de otros desarrolladores.
El pasado mes de octubre, una investigación realizada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) reveló que una empresa llamada Geofeedia había analizado datos proporcionados por Facebook, Twitter e Instagram para ofrecer informaciones de vigilancia al departamento de Policía de Ferguson (EEUU) para rastrear a las minorías. Las redes sociales empaquetaron flujos de datos públicos para Geofeedia que la empresa no podría haber recopilado sin violar los términos de servicio de las plataformas web. Entonces analizó la información para encontrar tendencias dentro de los comportamientos de los usuarios.
Cuando saltó la noticia, las redes sociales revocaron el acceso de Geofeedia a los datos. Pero sólo Twitter resideñó sus políticas para impedir que el suceso se repitiera en el futuro.
Las presiones públicas para limitar el acceso a los datos de usuario son cada vez mayores. La semana pasada, por ejemplo, los defensores de las libertades civiles demostraron estar más preocupados que nunca respecto al rastreo “incidental” del Gobierno de EEUU de las comunicaciones de residentes estadounidenses durante la vigilancia de objetivos extranjeros.
Ahora, Facebook ha anunciado que los desarrolladores no podrán utilizar datos obtenidos ni de Facebook ni de Instagram, que también es de su propiedad, para generar sistemas capaces de proporcionar capacidades de vigilancia. Bajo su Política de Plataforma ahora se lee: “No utilice datos obtenidos de nosotros para proporcionar herramientas dirigidas a la vigilancia”.
La ACLU ha alabado la medida pero señala que “las políticas sobre el papel deben estar respaldadas por una rigurosa supervisión y una rápida respuesta en caso de infracción“. Ese proceso aún podría demostrar ser más subjetivo de lo que parece. Mientras que Facebook ha dicho que quiere que su política sobre la vigilancia sea explítica, realmente no explica qué significa exactamente “vigilancia”.
¿Cuenta como vigilancia cualquier entrega de datos a las agencias de seguridad, o tan sólo datos que vinculen el comportamiento de un usuario con alguna otra característica, como su ubicación o etnicidad? Y, ¿qué pasa con las empresas privadas que podrían querer rastrear a los usuarios? La falta de claridad aún podría dejar espacio a Facebook para maniobrar en el futuro.
(Para saber más: Facebook, ACLU, Scrutiny Intensifies on the Warrantless Collection of Americans’ Communications, Así aprende Facebook sobre tu vida fuera de internet: brókers de datos, Cómo evitar que le espíen a pesar de su vicio de contarlo todo en las redes sociales)
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