El espionaje adquirió un carácter expansivo y militarista tras los atentados a Nueva York del año 2001, es decir, es una política de Estado desde hace casi 15 años más allá de quién sea el inquilino de la Casa Blanca, si un demócrata o un republicano, opina el presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, Julio César Gambina.
Los cambios mínimos que se han dado, considerando las grandes expectativas que se tenían, hacen pensar que el espionaje de EE.UU. va a continuar, según el experto. “Es lógico que haya muchas sospechas al mensaje de Obama en primer lugar porque este mensaje no se hubiera producido de no haber habido infiltraciones desde el interior, es decir, las que hizo Edward Snowden“, afirma.
EE.UU. no dejará de vigilar a Brasil, uno de sus aliados principales en América Latina, cree Gambina, explicando que en el caso de Brasil hay que ver el despliegue de las bases militares de EE.UU., rodeando su riqueza petrolera. El propio mensaje de Obama se centra en la cuestión del crecimiento de la producción petrolera de los EE.UU., así que este país busca a cualquier competidor, sobre todo si está en territorio americano, para tener manejo sobre estos recursos naturales.
Las reformas de la NSA que restringen su vigilancia provocaron muchas críticas entre los expertos y políticos en todo el mundo por ser mínimas y poco concretas. En particular el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, señaló que Obama se comprometió a no espiar solo a sus aliados más cercanos y dudó que el resto de países no sea blanco de la vigilancia.
El espionaje adquirió un carácter expansivo y militarista tras los atentados a Nueva York del año 2001, es decir, es una política de Estado desde hace casi 15 años más allá de quién sea el inquilino de la Casa Blanca, si un demócrata o un republicano, opina el presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, Julio César Gambina.
Los cambios mínimos que se han dado, considerando las grandes expectativas que se tenían, hacen pensar que el espionaje de EE.UU. va a continuar, según el experto. “Es lógico que haya muchas sospechas al mensaje de Obama en primer lugar porque este mensaje no se hubiera producido de no haber habido infiltraciones desde el interior, es decir, las que hizo Edward Snowden“, afirma.
EE.UU. no dejará de vigilar a Brasil, uno de sus aliados principales en América Latina, cree Gambina, explicando que en el caso de Brasil hay que ver el despliegue de las bases militares de EE.UU., rodeando su riqueza petrolera. El propio mensaje de Obama se centra en la cuestión del crecimiento de la producción petrolera de los EE.UU., así que este país busca a cualquier competidor, sobre todo si está en territorio americano, para tener manejo sobre estos recursos naturales.
Las reformas de la NSA que restringen su vigilancia provocaron muchas críticas entre los expertos y políticos en todo el mundo por ser mínimas y poco concretas. En particular el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, señaló que Obama se comprometió a no espiar solo a sus aliados más cercanos y dudó que el resto de países no sea blanco de la vigilancia.
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