El órgano comunitario concluyó que Motorola ha infringido las normas europeas de competencia al usar de manera inapropiada las patentes de estándares esenciales. Esta situación se refiere al enfrentamiento que matuvo con Apple en los tribunales alemanes acerca del uso del estándar GPRS.
El acceso a las patentes esenciales es imprescindible para fabricar productos que se amolden a un estándar. Y las compañías que tienen la propiedad de las mismas disponen de una posición privilegiada. Sin embargo, para salvaguardar la competencia, las normas europeas establecen que los términos para usar sus derechos sobre las patentes han de ser “justos, razonables y no discriminatorios”.
La Comisión Europea cree que Motorola Mobility abusó de su poder en su conflicto con Apple en Alemania. Motorola trató de frenar por la vía judicial la comercialización de los producto de la empresa de Cupertino, a pesar de haber accedido inicialmente a que Apple utilizase dichos estándares y que ésta se comprometiera a adquirís sus licencias.
Bruselas ha decidido tomar cartas en el asunto para frenar la guerra de patentes. Reconoce la legitimidad de la vía jurídica para resolver estos asuntos pero matiza que el empleo de medidas cautelares puede ser abusivo cuando se refiere a patentes esenciales. La decisión de la Comisión en este caso ha sido ‘salomónica’. Aunque no impone ninguna multa a Motorola, insta a que la compañía resuelva su disputa con Apple de forma extrajudicial.
Además, el órgano europeo ha dado otro paso orientado a detener la confrontación en los tribunales. Ha accedido a no multar a Samsung por abuso de mercado a cambio de la firma de una ‘tregua’. La compañía surcoreana se ha comprometido a no acudir a los tribunales para solicitar medidas cautelares con el fin de impedir la venta de productos de la competencia basados en sus patentes esenciales, como recoge Europa Press. A partir de ahora, recurrirá a la negociación y al arbitraje para dirimir futuras disputas.
Estas dos decisiones nos ofrecen las dos caras de la Comisión Europea. Por un lado, presenta su talante apaciguador, ya que apuesta por la resolución de los conflictos sin la imposición de sanciones, sino por la vía del diálogo. Por otra parte, se muestra intransigente con la guerra de patentes, dejando claro que no quiere que la litigiosidad existente en los tribunales de otros países –sobre todo en Estados Unidos- se extienda a la Unión Europea y afecte al consumidor. “Las llamadas guerras de patentes de smartphones no deberían ocurrir a expensas de los consumidores”, afirmó Joaquín Almunia, comisario europeo de Competencia.
Cabe recordar que Samsung y Apple tienen demandas cruzadas en más de una decena tribunales de países de todo el mundo. Hoy mismo se ha conocido que un jurado californiano ha dictaminado que la firma surcoreana deberá pagar 119,6 millones de dólares a Apple por copiar prestaciones del iPhone. Y también obliga a la empresa de Cupertino a abonar 158.400 dólares a Samsung por infringir una patente de software, como recogeFinancial Times
El órgano comunitario concluyó que Motorola ha infringido las normas europeas de competencia al usar de manera inapropiada las patentes de estándares esenciales. Esta situación se refiere al enfrentamiento que matuvo con Apple en los tribunales alemanes acerca del uso del estándar GPRS.
El acceso a las patentes esenciales es imprescindible para fabricar productos que se amolden a un estándar. Y las compañías que tienen la propiedad de las mismas disponen de una posición privilegiada. Sin embargo, para salvaguardar la competencia, las normas europeas establecen que los términos para usar sus derechos sobre las patentes han de ser “justos, razonables y no discriminatorios”.
La Comisión Europea cree que Motorola Mobility abusó de su poder en su conflicto con Apple en Alemania. Motorola trató de frenar por la vía judicial la comercialización de los producto de la empresa de Cupertino, a pesar de haber accedido inicialmente a que Apple utilizase dichos estándares y que ésta se comprometiera a adquirís sus licencias.
Bruselas ha decidido tomar cartas en el asunto para frenar la guerra de patentes. Reconoce la legitimidad de la vía jurídica para resolver estos asuntos pero matiza que el empleo de medidas cautelares puede ser abusivo cuando se refiere a patentes esenciales. La decisión de la Comisión en este caso ha sido ‘salomónica’. Aunque no impone ninguna multa a Motorola, insta a que la compañía resuelva su disputa con Apple de forma extrajudicial.
Además, el órgano europeo ha dado otro paso orientado a detener la confrontación en los tribunales. Ha accedido a no multar a Samsung por abuso de mercado a cambio de la firma de una ‘tregua’. La compañía surcoreana se ha comprometido a no acudir a los tribunales para solicitar medidas cautelares con el fin de impedir la venta de productos de la competencia basados en sus patentes esenciales, como recoge Europa Press. A partir de ahora, recurrirá a la negociación y al arbitraje para dirimir futuras disputas.
Estas dos decisiones nos ofrecen las dos caras de la Comisión Europea. Por un lado, presenta su talante apaciguador, ya que apuesta por la resolución de los conflictos sin la imposición de sanciones, sino por la vía del diálogo. Por otra parte, se muestra intransigente con la guerra de patentes, dejando claro que no quiere que la litigiosidad existente en los tribunales de otros países –sobre todo en Estados Unidos- se extienda a la Unión Europea y afecte al consumidor. “Las llamadas guerras de patentes de smartphones no deberían ocurrir a expensas de los consumidores”, afirmó Joaquín Almunia, comisario europeo de Competencia.
Cabe recordar que Samsung y Apple tienen demandas cruzadas en más de una decena tribunales de países de todo el mundo. Hoy mismo se ha conocido que un jurado californiano ha dictaminado que la firma surcoreana deberá pagar 119,6 millones de dólares a Apple por copiar prestaciones del iPhone. Y también obliga a la empresa de Cupertino a abonar 158.400 dólares a Samsung por infringir una patente de software, como recogeFinancial Times
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