A ver si los acertáis. Yo hubiera apostado por Estados Unidos y China, pero no tenía claro el tercer candidato, que curiosamente supera (por ahora) de largo a China. Se trata ni más ni menos que deJapón, que aunque parece haberse relajado en su ritmo de concesión de patentes sigue siendo potencia mundial en este ámbito. Sin embargo se aleja de una intratable Estados Unidos y pierde ventaja sobre China -que desde luego no solo se dedica a copiar.
Es lo que muestra el informe publicado hoy por la World Intellectual Property Office (WIPO), y según el cual la crisis también ha afectado a los ritmos de registro de patentes. Carsten Fink, uno de los responsables del estudio lo dejaba claro: cuando las empresas quieren recortar gastos, uno de los primeras afectadas es el área de registro de patentes, aun cuando la I+D siga en marcha.
Grandes y pequeñas, da igual: todas patentan, y cada vez más
La WIPO es un organismo que permite solicitar esas patentes y protegerlas ante posibles competidores, y en su estudio han indicado cómo aunque en los Estados Unidos hay seis empresas entre las listas de las 25 que más patentes registran y en China hay tan solo cuatro, la actividad de las empresas chinas (más de 7.500 patentes registradas en 2014, frente a las algo más de 8.000 de esas seis de EE.UU.) es casi febril en este apartado.
Japón es el país con más empresas dentro de ese ránking de las 25 que más patentan: nueve de las integrantes de la lista tienen su sede en ese país, mientras que Corea del Sur tiene dos (¿adivináis cuáles? Exacto, Samsung y LG), Suecia tiene una (Ericsson), Alemania dos (Siemens y Bosch) y Holanda otra (Philips).
Entre los datos, alguna curiosidad como el del “Madrid system” de la WIPO. Este sistema permite que cualquier empresa solicite una patente en un gran número de países de forma simultánea: con una única solicitud en un país o región que tenga una delegación que colabore con la WIPO es suficiente, algo que hace que la solicitud de patentes internacionales sea mucho menos engorrosa. La WIPO es una agencia especial de las Naciones Unidas que opera en 188 países.
Patentes e innovación
Seguramente este organismo tenga su propia visión sobre el famoso debate que surge al hablar de patentes e innovación, y si las primeras frenan a la segunda. Lo cierto es que en el ritmo de solicitud y asignación de patentes no ha hecho más que ampliarse en los últimos años: todas las empresas utilizan las patentes como sistemas de protección de su propiedad intelectual, aunque afortunadamente algunas empresas solo las solicitan como mecanismo de defensa.
Mientras tanto, en Estados Unidos se ha comprobado cómo patentar es casi “un deporte nacional”, y los mecanismos que permiten patentar todo lo imaginable han hecho que surjan patentes de lo más absurdo. Ya vimos como el 92% de las solicitudes de patentes en este país acabaron concediéndose en 2013, algo en lo que el gobierno Obama ha actuado de forma clara en favor de este tipo de concesiones.
El problema es que estas patentes acaban a menudo usándose como arma comercial. Hemos asistido por ejemplo a la interminable batalla legal entre Apple y Samsung, pero ese es solo un ejemplo de como muchas empresas dedican recursos a este tipo de demandas cuando harían bien en orientarlos a hacer que sus empresas fueran más innovadoras. Al menos ellas dos no se han convertido en algo que es el extremo opuesto de las empresas innovadoras: las llamadas “patent trolls” son precisamente las que ponen en peligro a muchos otros esfuerzos y representan la clara desventaja de este sistema global que favorece la aprobación de patentes de casi cualquier cosa.
Vía | Quartz
Más información | WIPO
A ver si los acertáis. Yo hubiera apostado por Estados Unidos y China, pero no tenía claro el tercer candidato, que curiosamente supera (por ahora) de largo a China. Se trata ni más ni menos que deJapón, que aunque parece haberse relajado en su ritmo de concesión de patentes sigue siendo potencia mundial en este ámbito. Sin embargo se aleja de una intratable Estados Unidos y pierde ventaja sobre China -que desde luego no solo se dedica a copiar.
Es lo que muestra el informe publicado hoy por la World Intellectual Property Office (WIPO), y según el cual la crisis también ha afectado a los ritmos de registro de patentes. Carsten Fink, uno de los responsables del estudio lo dejaba claro: cuando las empresas quieren recortar gastos, uno de los primeras afectadas es el área de registro de patentes, aun cuando la I+D siga en marcha.
Grandes y pequeñas, da igual: todas patentan, y cada vez más
La WIPO es un organismo que permite solicitar esas patentes y protegerlas ante posibles competidores, y en su estudio han indicado cómo aunque en los Estados Unidos hay seis empresas entre las listas de las 25 que más patentes registran y en China hay tan solo cuatro, la actividad de las empresas chinas (más de 7.500 patentes registradas en 2014, frente a las algo más de 8.000 de esas seis de EE.UU.) es casi febril en este apartado.
Japón es el país con más empresas dentro de ese ránking de las 25 que más patentan: nueve de las integrantes de la lista tienen su sede en ese país, mientras que Corea del Sur tiene dos (¿adivináis cuáles? Exacto, Samsung y LG), Suecia tiene una (Ericsson), Alemania dos (Siemens y Bosch) y Holanda otra (Philips).
Entre los datos, alguna curiosidad como el del “Madrid system” de la WIPO. Este sistema permite que cualquier empresa solicite una patente en un gran número de países de forma simultánea: con una única solicitud en un país o región que tenga una delegación que colabore con la WIPO es suficiente, algo que hace que la solicitud de patentes internacionales sea mucho menos engorrosa. La WIPO es una agencia especial de las Naciones Unidas que opera en 188 países.
Patentes e innovación
Seguramente este organismo tenga su propia visión sobre el famoso debate que surge al hablar de patentes e innovación, y si las primeras frenan a la segunda. Lo cierto es que en el ritmo de solicitud y asignación de patentes no ha hecho más que ampliarse en los últimos años: todas las empresas utilizan las patentes como sistemas de protección de su propiedad intelectual, aunque afortunadamente algunas empresas solo las solicitan como mecanismo de defensa.
Mientras tanto, en Estados Unidos se ha comprobado cómo patentar es casi “un deporte nacional”, y los mecanismos que permiten patentar todo lo imaginable han hecho que surjan patentes de lo más absurdo. Ya vimos como el 92% de las solicitudes de patentes en este país acabaron concediéndose en 2013, algo en lo que el gobierno Obama ha actuado de forma clara en favor de este tipo de concesiones.
El problema es que estas patentes acaban a menudo usándose como arma comercial. Hemos asistido por ejemplo a la interminable batalla legal entre Apple y Samsung, pero ese es solo un ejemplo de como muchas empresas dedican recursos a este tipo de demandas cuando harían bien en orientarlos a hacer que sus empresas fueran más innovadoras. Al menos ellas dos no se han convertido en algo que es el extremo opuesto de las empresas innovadoras: las llamadas “patent trolls” son precisamente las que ponen en peligro a muchos otros esfuerzos y representan la clara desventaja de este sistema global que favorece la aprobación de patentes de casi cualquier cosa.
Vía | Quartz
Más información | WIPO
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