En la primera conferencia que ofreció Donald Trump como presidente electo de los Estados Unidos, calificó despectivamente la información política de los medios de comunicación tradicionales como “fake news” (noticias falsas). Sin embargo, algunas webs habían sido acusadas durante la campaña electoral de elaborar este tipo de noticias falsas precisamente para perjudicar a su rival política, Hillary Clinton.
Si el término fake news es utilizado de forma tan generalizada por frentes opuestos en un mismo debate, ¿qué significa realmente? La forma de comunicar la información política ha sufrido un gran cambio en los últimos años y su lenguaje no se ha quedado atrás. Diana Owen, autora del artículo “El papel de los nuevos medios en la política” en el último libro de OpenMind, “La Era de la Perplejidad”, analiza cómo ha cambiado la comunicación política y el compromiso ciudadano desde la aparición de los nuevos medios digitales. Para abrir boca, te contamos qué significan cinco términos esenciales para comprender el periodismo político en la era de los hashtag y los trending topic.
Nuevos medios
De forma generalizada se considera nuevos medios o medios digitales aquellos que han surgido como consecuencia de la innovación tecnológica. Tienen un lenguaje,una agenda y una estrategia propios y alejados de los medios tradicionales. Son los diarios digitales, las redes sociales, los blogs, los podcast o los wikis entre otros.
Se considera que la campaña digital de Barack Obama en 2008 supuso un antes y un después en la utilización de los nuevos medios para crear un movimiento político, gracias al uso innovador que hizo de algo que caracteriza a los (no tan) recién llegados frente a los medios tradicionales: la interactividad y la capacidad de respuesta inmediata por parte del público.
Era de la posverdad
El diccionario Oxford nombró “posverdad” la palabra del año 2016, y sobre el concepto dice que “está relacionado con o denota circunstancias en las que los hechos objetivos son menos influyentes a la hora de conformar la opinión pública que las apelaciones a la emoción y a las creencias personales”. No tiene nada de casual, por tanto, que se escogiera esta palabra en 2016, que será recordado como el año en el que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos y triunfó el sí al brexit en Reino Unido.
En palabras del decano del St. Antony’s College de la Universidad de Oxford Nayef Al-Rodhan, la era de la posverdad que estamos viviendo se trata de “una era de comunicación virtual ilimitada, donde la política prospera rechazando los hechos y el sentido común.” El filósofo, neurocientífico y geoestratega también señala las consecuencias de esta situación para las relaciones internacionales, ya que “las acusaciones sin fundamento y las reivindicaciones injustificadas distorsionarán las relaciones diplomáticas y conducirán los procesos militares y políticos por el mal camino.”
Noticias falsas (fake news)
Los peligros de que en el ámbito político los hechos reales (verdad) sean secundarios respecto a los sentimientos y las emociones (posverdad) son graves, como hemos visto. Y, en palabras de Diana Owen, “la ilustración más extrema del concepto de la posverdad es el aumento de las noticias falsas”.
En la campaña electoral estadounidense de 2016 proliferaron historias ficticias publicadas en páginas web que tenían la apariencia de medios reales y se difundían rápidamente por redes sociales, en ocasiones con la utilización de un software automatizado. En muchas ocasiones las noticias falsas tienen un pequeño componente de verdad para resultar creíbles, y apelan a los prejuicios y los sentimientos preexistentes en los lectores sobre personajes públicos, instituciones, etc.,
Las consecuencias de las noticias falsas están superando el ámbito estrictamente político y alcanzan a terrenos como el de la salud, como demuestra un estudio de la Universidad del Sur de California, en el que exploraron cómo se emplearon cuentas robóticas para difundir información incorrecta sobre los cigarrillos electrónicos.
Lo cierto es que las noticias falsas han protagonizado tantos debates últimamente que algunos apuntan a que de tanto usarlo, es posible que el término ya no signifique nada.
Caja de resonancia
Este concepto alude a la realidad de que cuando un usuario accede a contenidos de actualidad a través de sus redes sociales muy frecuentemente accede una información sesgada, ya que en gran parte esta información estará siendo distribuida por usuarios, comunidades o páginas con mentalidades parecidas a la suya (razón por la que los sigue).
Las redes sociales han facilitado el desarrollo de estas “cajas de resonancia”, que exacerban la polarización política al estar los usuarios expuestos la mayor parte del tiempo a muchas voces con un único punto de vista.
Perros guardianes y voceros de los políticos
La función de control que siempre habían tenido los medios de comunicación tradicionales para los gobernantes de un país no se libra del enorme cambio provocado por la irrupción de los nuevos medios.
Por un lado, es indiscutible que la posibilidad de que los propios ciudadanos puedan compartir información en tiempo real en cualquier parte del mundo ha abierto increíbles posibilidades para la información de última hora o el acceso a datos o imágenes a los que la prensa tradicional no llegaba hasta este momento.
La otra cara de la moneda según Diana Owen es que “los nuevos medios permiten a los líderes políticos eludir a la prensa controladora”. Cuando los políticos hacen llegar directamente sus mensajes al público a través de una red social como Twitter, los medios ven modificado su papel de “perros guardianes” por el de meros voceros de los políticos, difundiendo sus palabras independientemente de si su valor informativo es cuestionable.
Fuente
En la primera conferencia que ofreció Donald Trump como presidente electo de los Estados Unidos, calificó despectivamente la información política de los medios de comunicación tradicionales como “fake news” (noticias falsas). Sin embargo, algunas webs habían sido acusadas durante la campaña electoral de elaborar este tipo de noticias falsas precisamente para perjudicar a su rival política, Hillary Clinton.
Si el término fake news es utilizado de forma tan generalizada por frentes opuestos en un mismo debate, ¿qué significa realmente? La forma de comunicar la información política ha sufrido un gran cambio en los últimos años y su lenguaje no se ha quedado atrás. Diana Owen, autora del artículo “El papel de los nuevos medios en la política” en el último libro de OpenMind, “La Era de la Perplejidad”, analiza cómo ha cambiado la comunicación política y el compromiso ciudadano desde la aparición de los nuevos medios digitales. Para abrir boca, te contamos qué significan cinco términos esenciales para comprender el periodismo político en la era de los hashtag y los trending topic.
Nuevos medios
De forma generalizada se considera nuevos medios o medios digitales aquellos que han surgido como consecuencia de la innovación tecnológica. Tienen un lenguaje,una agenda y una estrategia propios y alejados de los medios tradicionales. Son los diarios digitales, las redes sociales, los blogs, los podcast o los wikis entre otros.
Se considera que la campaña digital de Barack Obama en 2008 supuso un antes y un después en la utilización de los nuevos medios para crear un movimiento político, gracias al uso innovador que hizo de algo que caracteriza a los (no tan) recién llegados frente a los medios tradicionales: la interactividad y la capacidad de respuesta inmediata por parte del público.
Era de la posverdad
El diccionario Oxford nombró “posverdad” la palabra del año 2016, y sobre el concepto dice que “está relacionado con o denota circunstancias en las que los hechos objetivos son menos influyentes a la hora de conformar la opinión pública que las apelaciones a la emoción y a las creencias personales”. No tiene nada de casual, por tanto, que se escogiera esta palabra en 2016, que será recordado como el año en el que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos y triunfó el sí al brexit en Reino Unido.
En palabras del decano del St. Antony’s College de la Universidad de Oxford Nayef Al-Rodhan, la era de la posverdad que estamos viviendo se trata de “una era de comunicación virtual ilimitada, donde la política prospera rechazando los hechos y el sentido común.” El filósofo, neurocientífico y geoestratega también señala las consecuencias de esta situación para las relaciones internacionales, ya que “las acusaciones sin fundamento y las reivindicaciones injustificadas distorsionarán las relaciones diplomáticas y conducirán los procesos militares y políticos por el mal camino.”
Crédito: Kayla Velasquez
Noticias falsas (fake news)
Los peligros de que en el ámbito político los hechos reales (verdad) sean secundarios respecto a los sentimientos y las emociones (posverdad) son graves, como hemos visto. Y, en palabras de Diana Owen, “la ilustración más extrema del concepto de la posverdad es el aumento de las noticias falsas”.
En la campaña electoral estadounidense de 2016 proliferaron historias ficticias publicadas en páginas web que tenían la apariencia de medios reales y se difundían rápidamente por redes sociales, en ocasiones con la utilización de un software automatizado. En muchas ocasiones las noticias falsas tienen un pequeño componente de verdad para resultar creíbles, y apelan a los prejuicios y los sentimientos preexistentes en los lectores sobre personajes públicos, instituciones, etc.,
Las consecuencias de las noticias falsas están superando el ámbito estrictamente político y alcanzan a terrenos como el de la salud, como demuestra un estudio de la Universidad del Sur de California, en el que exploraron cómo se emplearon cuentas robóticas para difundir información incorrecta sobre los cigarrillos electrónicos.
Lo cierto es que las noticias falsas han protagonizado tantos debates últimamente que algunos apuntan a que de tanto usarlo, es posible que el término ya no signifique nada.
Caja de resonancia
Este concepto alude a la realidad de que cuando un usuario accede a contenidos de actualidad a través de sus redes sociales muy frecuentemente accede una información sesgada, ya que en gran parte esta información estará siendo distribuida por usuarios, comunidades o páginas con mentalidades parecidas a la suya (razón por la que los sigue).
Las redes sociales han facilitado el desarrollo de estas “cajas de resonancia”, que exacerban la polarización política al estar los usuarios expuestos la mayor parte del tiempo a muchas voces con un único punto de vista.
Perros guardianes y voceros de los políticos
La función de control que siempre habían tenido los medios de comunicación tradicionales para los gobernantes de un país no se libra del enorme cambio provocado por la irrupción de los nuevos medios.
Imagen: Elijah O’Donell
Por un lado, es indiscutible que la posibilidad de que los propios ciudadanos puedan compartir información en tiempo real en cualquier parte del mundo ha abierto increíbles posibilidades para la información de última hora o el acceso a datos o imágenes a los que la prensa tradicional no llegaba hasta este momento.
La otra cara de la moneda según Diana Owen es que “los nuevos medios permiten a los líderes políticos eludir a la prensa controladora”. Cuando los políticos hacen llegar directamente sus mensajes al público a través de una red social como Twitter, los medios ven modificado su papel de “perros guardianes” por el de meros voceros de los políticos, difundiendo sus palabras independientemente de si su valor informativo es cuestionable.
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