El agente registró el manual de interrogatorio en 2010 para proteger sus derechos de autor, dejando una copia en la Oficina de Copyright del país, donde a los ciudadanos se les permite ver todos los materiales archivados con una simple petición. El manual de 70 páginas del empleado, un agente de vigilancia que también trabajó como jefe de unidad en la división de contraterrorismo del FBI, fue identificado en un informe de la revista
‘Mother Jones’, la primera fuente de la publicación.
La noticia llama la atención, ya que trasciende después de que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) pasara años en los tribunales tratando de obligar al FBI a revelar sus técnicas de interrogatorio hasta que, finalmente, le fueron entregadas,. si bien el documento presentaba páginas enteras tachadas.
La versión que se encuentra en la Biblioteca del Congreso y que ha estado disponible durante gran parte de la batalla legal es la versión original del manual, sin ningún tipo de correcciones. Lo particularmente extraño es que los documentos del Gobierno no pueden ser de propiedad privada. “Todo esto es una comedia de errores”, dice Steve Aftergood, experto en los secretos del Gobierno. “Suena a incompetencia e ignorancia”, añadió.
Aunque la oficina de derechos de autor no permite a los lectores tomar fotos o notas, durante una breve inspección y comparación con la versión que se entregó a la ACLU la revista logró destacar algunas diferencias, aunque no las precisó. Cabe destacar que la principal queja de la ACLU en dirección al manual es que se autoriza a los agentes a aislar a los detenidos y, con frecuencia, a poner en práctica el manual KUBARK, un documento de interrogatorios de la CIA que avala las descargas eléctricas.
La noticia llama la atención, ya que trasciende después de que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) pasara años en los tribunales tratando de obligar al FBI a revelar sus técnicas de interrogatorio hasta que, finalmente, le fueron entregadas,. si bien el documento presentaba páginas enteras tachadas.
La versión que se encuentra en la Biblioteca del Congreso y que ha estado disponible durante gran parte de la batalla legal es la versión original del manual, sin ningún tipo de correcciones. Lo particularmente extraño es que los documentos del Gobierno no pueden ser de propiedad privada. “Todo esto es una comedia de errores”, dice Steve Aftergood, experto en los secretos del Gobierno. “Suena a incompetencia e ignorancia”, añadió.
Aunque la oficina de derechos de autor no permite a los lectores tomar fotos o notas, durante una breve inspección y comparación con la versión que se entregó a la ACLU la revista logró destacar algunas diferencias, aunque no las precisó. Cabe destacar que la principal queja de la ACLU en dirección al manual es que se autoriza a los agentes a aislar a los detenidos y, con frecuencia, a poner en práctica el manual KUBARK, un documento de interrogatorios de la CIA que avala las descargas eléctricas.
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