El crowdsourcing se define como el hecho de externalizar tareas que normalmente son llevadas a cabo por individuos concretos a un grupo de personas o comunidad (multitud) a través de una convocatoria abierta.
Gran parte del periodismo del futuro probablemente acabará siendo una mezcla entre esta fórmula y el simple periodismo ciudadano o amateur. La gente, ahora, puede consumir la información que antes adquiría pagando de forma totalmente gratuita a través de blogs y periódicos digitales. ElHuffington Post, incluso, contrata a periodistas que no reciben ningún sueldo por su trabajo, tal y como se lamentaba el autor de The Cult of the Amateur Andrew Keen. Sin contar las nuevas herramientas de software que llevarán también a cabo sus propias tareas. El periodismo profesional, pues, se reducirá a su mínima expresión, pero habrá más periodismo que nunca.
Algo similar a lo que ha ocurrido con las enciclopedias desarrolladas por expertos, ahora destronadas todas por Wikipedia, el periodismo del futuro será mecánico y/o generado por la inteligencia 2.0.
Software periodista
El análisis mecanizado inteligente como el ofrecido por Narrative Science, una compañía de Illinois, ya es capaz de hacer estadísticas y redactar descripciones de acontecimientos deportivos, informes financieros de empresa y datos macroencómicos de forma bastante aceptable.
No serán el periodista del futuro, pero sí generarán millares de noticias comunes y corrientes con fines de búsqueda y almacenamiento, tal y como explica Peter H. Diamandis en su libro Abundancia:
También cabe la posibilidad de que supriman algunos puestos de trabajo: ¿de verdad el periódico local debería enviar a uno de sus reporteros a cubrir ese partido de béisbol de tercera división? El software no solo está haciendo sus pinitos en la redacción de artículos, sino también en su corrección y retroalimentando de forma instantánea información sobre el trabajo en curso de los alumnos que los escriben, análisis que van mucho más allá de poner nota a un examen tipo test.
Contextualizando y depurando
Las masas de personas que se conectan a Internet, por sí mismas, de forma individual, quizás no practicarán el periodismo de investigación, pero sí actuarán de jueces y correctores de los que lo hagan. También contextualizarán, titularán, aplicarán SEO, prodigarán por sus redes sociales.
Ante el advenimiento de un marasmo de información de todo tipo, la contextualización, la titularización de temas será importante para jerarquizar, buscar y localizar. Porque nuestro cerebro busca titulares, tal y como explica Joseph Hallinan en su libro Las trampas de la mente:
Ésta es una de las razones por las que los artículos de periódicos tienen titulares y las fotografías tienen subtítulos: proporcionan un contexto, permitiendo comprender ante qué estamos.
Licenciado
Uno se pregunta entonces si vale la pena pasar por la facultad de periodismo. A juicio del experto en nuevas tecnologías Chris Anderson, la respuesta es que sí (al menos valdrá la pena hacer periodismo, aunque no se pase necesariamente por la facultad), tal y como explica en su libro Gratis:
Habrá más, no menos, porque el talento para hacer periodismo va más allá de los acreditados ámbitos de los medios de comunicación tradicionales. Pero ganarán menos, y para muchos de ellos no va a ser en absoluto un trabajo a jornada completa. El periodismo como profesión va a tener que compartir la palestra con el periodismo como vocación. Mientras tanto, otros podrá utilizar sus conocimientos para enseñar y organizar a los aficionados para que realicen un mejor trabajo en sus propias comunidades, convirtiéndose en un editor/orientador más que en un escritor. En ese caso, rentabilizar lo Gratis (pagar a gente para lograr que otra gente escriba por compensaciones no monetarias) puede que no sea en enemigo de los periodistas profesionales. En lugar de ello, puede que sea su salvación.
Imágenes | Pixabay
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El crowdsourcing se define como el hecho de externalizar tareas que normalmente son llevadas a cabo por individuos concretos a un grupo de personas o comunidad (multitud) a través de una convocatoria abierta.
Gran parte del periodismo del futuro probablemente acabará siendo una mezcla entre esta fórmula y el simple periodismo ciudadano o amateur. La gente, ahora, puede consumir la información que antes adquiría pagando de forma totalmente gratuita a través de blogs y periódicos digitales. ElHuffington Post, incluso, contrata a periodistas que no reciben ningún sueldo por su trabajo, tal y como se lamentaba el autor de The Cult of the Amateur Andrew Keen. Sin contar las nuevas herramientas de software que llevarán también a cabo sus propias tareas. El periodismo profesional, pues, se reducirá a su mínima expresión, pero habrá más periodismo que nunca.
Algo similar a lo que ha ocurrido con las enciclopedias desarrolladas por expertos, ahora destronadas todas por Wikipedia, el periodismo del futuro será mecánico y/o generado por la inteligencia 2.0.
Software periodista
El análisis mecanizado inteligente como el ofrecido por Narrative Science, una compañía de Illinois, ya es capaz de hacer estadísticas y redactar descripciones de acontecimientos deportivos, informes financieros de empresa y datos macroencómicos de forma bastante aceptable.
No serán el periodista del futuro, pero sí generarán millares de noticias comunes y corrientes con fines de búsqueda y almacenamiento, tal y como explica Peter H. Diamandis en su libro Abundancia:
Contextualizando y depurando
Las masas de personas que se conectan a Internet, por sí mismas, de forma individual, quizás no practicarán el periodismo de investigación, pero sí actuarán de jueces y correctores de los que lo hagan. También contextualizarán, titularán, aplicarán SEO, prodigarán por sus redes sociales.
Ante el advenimiento de un marasmo de información de todo tipo, la contextualización, la titularización de temas será importante para jerarquizar, buscar y localizar. Porque nuestro cerebro busca titulares, tal y como explica Joseph Hallinan en su libro Las trampas de la mente:
Licenciado
Uno se pregunta entonces si vale la pena pasar por la facultad de periodismo. A juicio del experto en nuevas tecnologías Chris Anderson, la respuesta es que sí (al menos valdrá la pena hacer periodismo, aunque no se pase necesariamente por la facultad), tal y como explica en su libro Gratis:
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