La CIA, el FBI y la NSA son servicios de inteligencia estadounidenses conocidos por espiar a sus propios ciudadanos. Sin embargo, existe una agencia que, pese a mantenerse fuera de los focos de atención, los supera a todos en poder. La Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial puede acceder al registro de nuestros movimientos y a cualquier forma de transferencia de datos.
“Lo que sabemos es que existen satélites de gran potencia equipados con la última tecnología, con cámaras muy potentes, capaces, con un ‘zoom’ increíble, de llegar a ver a todos, a cada uno de nosotros en nuestro hábitat diario”, dijo María Amparo Peiró Gómez, presidenta del Partido Pirata de España.
No solo nuestros movimientos o conversaciones telefónicas están expuestos. También nuestros registros en Internet. Esta agencia puede acceder incluso a lo más íntimo de nuestro hogar.
Algunos expertos aconsejan encriptar los datos y renunciar al uso de las redes sociales y servicios que colaboran con las grandes empresas estatales. Pero hay quienes van más allá y sostienen que la tecnología es solo la forma, pero el problema es otro: es de fondo.
“Más que nunca tenemos que pensar en términos de una construcción de una sociedad alternativa, no capitalista, donde vaya rompiendo la mercantilización de la sociedad en términos federales y, en especial, la mercantilización de las comunicaciones. Para que haya más un criterio de derecho a la comunicación que un criterio de comunicación como mercancía, que es lo que se impone, y facilite el aliento al proceso del espionaje“, declaró el analista político Julio César Gambina.
La CIA, el FBI y la NSA son servicios de inteligencia estadounidenses conocidos por espiar a sus propios ciudadanos. Sin embargo, existe una agencia que, pese a mantenerse fuera de los focos de atención, los supera a todos en poder. La Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial puede acceder al registro de nuestros movimientos y a cualquier forma de transferencia de datos.
“Lo que sabemos es que existen satélites de gran potencia equipados con la última tecnología, con cámaras muy potentes, capaces, con un ‘zoom’ increíble, de llegar a ver a todos, a cada uno de nosotros en nuestro hábitat diario”, dijo María Amparo Peiró Gómez, presidenta del Partido Pirata de España.
No solo nuestros movimientos o conversaciones telefónicas están expuestos. También nuestros registros en Internet. Esta agencia puede acceder incluso a lo más íntimo de nuestro hogar.
Algunos expertos aconsejan encriptar los datos y renunciar al uso de las redes sociales y servicios que colaboran con las grandes empresas estatales. Pero hay quienes van más allá y sostienen que la tecnología es solo la forma, pero el problema es otro: es de fondo.
“Más que nunca tenemos que pensar en términos de una construcción de una sociedad alternativa, no capitalista, donde vaya rompiendo la mercantilización de la sociedad en términos federales y, en especial, la mercantilización de las comunicaciones. Para que haya más un criterio de derecho a la comunicación que un criterio de comunicación como mercancía, que es lo que se impone, y facilite el aliento al proceso del espionaje“, declaró el analista político Julio César Gambina.
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