Se leen todo tipo de noticias sobre la inteligencia artificial, pero es difícil encontrar una explicación, con un lenguaje sencillo, sobre qué es realmente la IA y cuáles son sus perspectivas razonables.

1 La Inteligencia Artificial no se refiere a máquinas que piensen

Cuando hablamos de IA, es normal pensar en máquinas y computadores que piensen y razonen como hacemos los humanos. Aunque ese es uno de los objetivos finales de los desarrollos en IA, seguramente nunca vaya a cumplirse.

Actualmente la IA es una entelequia que engloba a todos los desarrollos encaminados a que las máquinas tengan capacidades similares a lo que entendemos por inteligencia. En el argot, se habla de capacidades cognitivas artificiales. El problema es que la inteligencia es a su vez otra entelequia… ¿Qué es un ser inteligente? ¿Lo es un bebé? ¿Un chimpancé? ¿Una mosca?

Por ahora lo que se están desarrollando son algoritmos que tratan de replicar o imitar habilidades cognitivas por separado y en un espectro muy pequeño. Por ejemplo, un algoritmo puede ser muy bueno reconociendo gatitos en fotos, pero será absolutamente inútil identificando la palabra “hola” en una conversación. Análogamente, un algoritmo de IA que entienda nuestro habla, como Siri, Google Home o Alexa, será incapaz de reconocer gatitos en imágenes de Internet.

Aunque sí podemos “apilar” diferentes IAs, nunca conseguiríamos así conseguir una IA realmente inteligente, en su sentido más amplio. El sueño de los investigadores es crear una IA “generalista“, que sea capaz de tener habilidades cognitivas más abstractas y generales, que evolucione y aprenda sola. Se está avanzando mucho en esta línea, pero estamos aún muy lejos de conseguirlo.

Nadie sabe si se va a conseguir y, si así fuese, parece que tardaría muchas décadas (o siglos), lo cual debería apagar muchas alarmas relacionadas con noticias de Inteligencia Artificial.

2 Las máquinas no pensarán como los humanos

Las máquinas, incluyendo computadores, se basan en piezas no biológicas (generalmente) y funcionando a su vez con procesos muy distintos a los nuestros. Así, mientras todos nuestros movimientos o pensamientos se basan en reacciones químicas que desencadenan en otras reacciones físicas, para las máquinas muchos de estos procesos se basan en la electrónica.

Esto les hace esencialmente diferentes a los humanos. No veremos replicantes, a no ser que por alguna razón, algo cambie en este mundo. Como en esencia somos tan distintos, la evolución de máquinas con IA no debería llevarlas a parecerse a los humanos, más allá de imitaciones que sean útiles para un fin particular. Por ejemplo, hay robots con cuerpo y rostro que imitan a los humanos, como Sophie. Pero estos casos serán excepciones dentro de la amplísima gama de IAs que estamos desarrollando.

Ni siquiera tales robots o inteligencias se parecerán a nosotros, más allá de un elaborado engaño. Los robots inteligentes del futuro van a tener grandes capacidades cognitivas, pero estas se diferenciarán mucho de las nuestras, para lo bueno y para lo malo.

Hay un concepto muy importante que hay que tener claro: una máquina o un robot, puede no ser físico. De hecho, la mayoría de los robots, son virtuales. La IA no necesita un cuerpo donde alojarse, sino que ya puede estar asentado en “la nube”.

3 Las máquinas nos superarán en muchos campos

El hecho de que las máquinas (o que la IA) sean distintas a los humanos, tiene dos consecuencias un tanto contrarias.

Por un lado, si nos refugiamos en aquellas habilidades que nos hacen puramente humanos, como actividades que las máquinas no pueden conseguir por su arquitectura, estaremos tranquilos de no vernos superados por las máquinas, al menos durante bastante tiempo. Por ejemplo, nuestras habilidades sociales en el cara a cara serán difícilmente sustituidas por máquinas en las próximas décadas.

Pero al mismo tiempo, las ausencias biológicas de las máquinas les confieren un potencial que nosotros no tenemos. Nosotros estamos atados a procesos biológicos, como la evolución, que son muy lentos. Las máquinas, al no estar limitadas por la biología, pueden adelantarnos en un abrir y cerrar de ojos.

Un humano es bueno identificando gatitos en una foto, siguiendo con el ejemplo del principio, pero una IA aún mejor. Un humano es bueno encontrando patrones en su día a día, pero una IA es mejor. Un humano es bueno en muchas cosas, pero una IA puede que le supere en casos concretos. La especialización o trabajos que requieran habilidades que pueden ser replicadas por un software, está ahora mismo en riesgo.

Las máquinas ya nos superan en infinidad de campos. La lista no va a hacer más que aumentar.

4 Sí hay riesgo de pérdida de trabajo individual, pero seguramente no global

Como antes hemos explicado, la IA va a ir reemplazando habilidades muy concretas en nuestro mercado laboral. Si tu trabajo consiste en una serie de tareas relativamente repetitivas o predecibles, es mejor que te replantees tu carrera.

En cómpluto global, lo más seguro es que la IA no derive en mayor desempleo mundial en el corto plazo (a largo plazo la historia cambia, como vimos aquí). Pero debemos entender que un porcentaje altísimo de empleos se va a ver afectado por la irrupción de todo tipo de IAs. La mayoría de trabajos que conocemos van a desaparecer o transformarse radicalmente en muy poco tiempo. Muchos estudiantes están en carreras universitarias que en pocos años serán al menos muy distintas.

Si no eres capaz de adaptarte, alguien vendrá a quitarte tu trabajo. No será una máquina, será un humano que se habrá adaptado antes que tú.

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