Hace unos meses, un tribunal estadounidense abría (de nuevo) el debate sobre la neutralidad de red: la FCC no podía obligar a los operadores a dar un servicio totalmente neutral. Después de meses de rumores, el proceso de legislación ha comenzado con una propuesta de la comisión para reformar la neutralidad de red.
Hay que destacar precisamente eso: lo que la FCC ha publicado es una propuesta, un documento en el que pide comentarios a todo el mundo (incluyendo usuarios) sobre cómo debería regular Internet en Estados Unidos. Lo que contiene el documento no es nada definitivo, pero sí que podemos ver cuál es la idea de la comisión federal.
Prohibido bloquear tráfico, pero, ¿qué es bloquear tráfico?
Una de las propuestas centrales de la FCC es prohibir prácticas comerciales no razonables, entre las que se incluye no bloquear tráfico a dispositivos o servicios, salvo que sean ilegales o dañinos. El problema está en la definición de bloquear. ¿Qué constituye bloquear el tráfico a Netflix, por ejemplo? ¿Es bloquear ralentizar su tráfico para que los vídeos se vean con calidad irrisoria?
El primer criterio que se propone es el de best effort, o “Mejor esfuerzo”. Este criterio correspondería a lo que existe ahora mismo: dar el mismo tráfico a todos los proveedores. Así, los ISP no podrían ralentizar ningún servicio, aunque sí se podrían ofrecer paquetes de pago para ofrecer un servicio mejor de lo normal.
El segundo y tercer criterio son los que podríamos considerar peores. Ambos plantearían un mínimo de servicio que los ISP estarían obligados a mantener. El mínimo correspondería a parámetros técnicos (velocidad, latencia, jitter) con el segundo criterio, o a parámetros más subjetivos (por ejemplo, poder ver vídeo en streaming con cierta calidad o hacer llamadas VoIP sin problemas) en el caso del tercer criterio.
Obviamente, estos dos criterios abren la puerta a que efectivamente se ralentice el tráfico a los usuarios, aunque no se pueda llegar a extremos como bloqueos completos. Y si se permite ralentizar ciertos tipos de tráfico, los ISPs lo ralentizarán y los usuarios tendrán un peor servicio que con best effort.
Priorizar tráfico sí, pero de forma transparente y con la aprobación de la FCC
La FCC propone considerar todo tipo de pago por priorizar tráfico ilegal, hasta que se demuestre lo contrario. Este tipo de tratos con proveedores de servicios web (Netflix o YouTube, por ejemplo) están sujetos a la aprobación de la comisión, que los estudiará de forma individual.
Un punto importante es que los ISP tendrían la obligación de publicar cómo gestionan su tráfico y a qué acuerdos han llegado con servicios web. De esta forma, la FCC pretende que los usuarios puedan tomar decisiones informadas a la hora de elegir con quién contratar Internet – si es que se puede elegir, claro: en muchas zonas de EEUU sólo hay un proveedor disponible.
Dentro de la propuesta no se consideran otros métodos que permiten mejorar el servicio y ganar dinero a las operadoras. Telefónica, por ejemplo, tiene en marcha un sistema de distribución de contenidos (CDN) de pago que ofrece a grandes servicios de Internet: es una alternativa para aliviar las redes de los ISP que no vulnera la neutralidad de red.
Lo que pretende Tom Wheeler: neutralidad sí pero no
En su carta final sobre la propuesta, Tom Wheeler expone hacia dónde quiere que se regule Internet, proponiendo los siguientes cuatro puntos:
- Si el usuario ha pagado por una cierta velocidad, se prohíbe ralentizar el servicio por debajo de esa velocidad.
- Se prohíbe bloquear el acceso a contenidos legítimos.
- Se prohíbe cobrar al proveedor de contenidos (Netflix o YouTube, por ejemplo) por usar el ancho de banda por el que el usuario ya ha pagado.
- Se prohíbe priorizar tráfico de tal forma que se prive al usuario de los servicios por los que ha pagado.
A grandes rasgos, la idea de Wheeler se parece mucho a la neutralidad de red, salvo por una cosa. Tal y como está explicado, se abre la puerta a que los ISP ofrezcan “paquetes extra”. Un ejemplo no dañino: que se permita a alguien que sólo usa Facebook y Netflix contratar un servicio a 5 Mbps para navegación web y otro a 100 Mbps para streaming de vídeo, de tal forma que el usuario recibe un servicio adaptado a sus necesidades por menos precio.
Pero no todo es bueno con esta propuesta. Siempre puede darse el caso de un usuario que contrata 100 Mbps y que aun así no puede ver vídeos de YouTube porque el enlace normal del ISP a Google “está saturado” y “si quiere un servicio mejor tenemos un paquete extra por sólo XX dólares que le enrutaría a través de nuestra vía rápida”. Cualquier cosa que no sea neutralidad de red estricta está abierta a abuso, más aún con el lenguaje ambiguo de la FCC de permitir sólo prácticas“comercialmente razonables”,
Tampoco se sabe si con estas medidas se permitirían paquetes como los de Amena, ofreciendo límites separados para descargas y navegación. Sí que parece claro que un modelo como el de la televisión, con paquetes de pago para acceder a diferentes sitios web, no sería razonable y quedaría prohibido.
Todavía hay una opción: el Título II
Gracias a la presión de los usuarios y consumidores, en la propuesta de la FCC se considera clasificar los servicios de Internet bajo el Título II. Esta sección, originalmente pensada para proveedores de comunicaciones telefónicas, es más estricta y garantizaría la neutralidad de red.
La parte mala de este regulación es que, como podréis imaginar, incluye muchas cosas que no son relevantes o que no deberían aplicarse a proveedores de Internet. Es decir, que si se adopta esa regulación (cosa que parece difícil) habría que modificarla y adaptarla.
Desde luego, la neutralidad de red está a debate en Estados Unidos. La FCC recibirá comentarios de cualquiera (ISPs, empresas de Internet o usuarios comunes) durante cuatro meses, y sobre esos comentarios se decidirá la regulación final. Si hay suerte, la presión ciudadana puede cambiar el curso de esta regulación.
En Xataka | Jaque a la neutralidad en la red: análisis de una situación muy delicada
Hace unos meses, un tribunal estadounidense abría (de nuevo) el debate sobre la neutralidad de red: la FCC no podía obligar a los operadores a dar un servicio totalmente neutral. Después de meses de rumores, el proceso de legislación ha comenzado con una propuesta de la comisión para reformar la neutralidad de red.
Hay que destacar precisamente eso: lo que la FCC ha publicado es una propuesta, un documento en el que pide comentarios a todo el mundo (incluyendo usuarios) sobre cómo debería regular Internet en Estados Unidos. Lo que contiene el documento no es nada definitivo, pero sí que podemos ver cuál es la idea de la comisión federal.
Prohibido bloquear tráfico, pero, ¿qué es bloquear tráfico?
Una de las propuestas centrales de la FCC es prohibir prácticas comerciales no razonables, entre las que se incluye no bloquear tráfico a dispositivos o servicios, salvo que sean ilegales o dañinos. El problema está en la definición de bloquear. ¿Qué constituye bloquear el tráfico a Netflix, por ejemplo? ¿Es bloquear ralentizar su tráfico para que los vídeos se vean con calidad irrisoria?
El primer criterio que se propone es el de best effort, o “Mejor esfuerzo”. Este criterio correspondería a lo que existe ahora mismo: dar el mismo tráfico a todos los proveedores. Así, los ISP no podrían ralentizar ningún servicio, aunque sí se podrían ofrecer paquetes de pago para ofrecer un servicio mejor de lo normal.
El segundo y tercer criterio son los que podríamos considerar peores. Ambos plantearían un mínimo de servicio que los ISP estarían obligados a mantener. El mínimo correspondería a parámetros técnicos (velocidad, latencia, jitter) con el segundo criterio, o a parámetros más subjetivos (por ejemplo, poder ver vídeo en streaming con cierta calidad o hacer llamadas VoIP sin problemas) en el caso del tercer criterio.
Obviamente, estos dos criterios abren la puerta a que efectivamente se ralentice el tráfico a los usuarios, aunque no se pueda llegar a extremos como bloqueos completos. Y si se permite ralentizar ciertos tipos de tráfico, los ISPs lo ralentizarán y los usuarios tendrán un peor servicio que con best effort.
Priorizar tráfico sí, pero de forma transparente y con la aprobación de la FCC
La FCC propone considerar todo tipo de pago por priorizar tráfico ilegal, hasta que se demuestre lo contrario. Este tipo de tratos con proveedores de servicios web (Netflix o YouTube, por ejemplo) están sujetos a la aprobación de la comisión, que los estudiará de forma individual.
Un punto importante es que los ISP tendrían la obligación de publicar cómo gestionan su tráfico y a qué acuerdos han llegado con servicios web. De esta forma, la FCC pretende que los usuarios puedan tomar decisiones informadas a la hora de elegir con quién contratar Internet – si es que se puede elegir, claro: en muchas zonas de EEUU sólo hay un proveedor disponible.
Dentro de la propuesta no se consideran otros métodos que permiten mejorar el servicio y ganar dinero a las operadoras. Telefónica, por ejemplo, tiene en marcha un sistema de distribución de contenidos (CDN) de pago que ofrece a grandes servicios de Internet: es una alternativa para aliviar las redes de los ISP que no vulnera la neutralidad de red.
Lo que pretende Tom Wheeler: neutralidad sí pero no
En su carta final sobre la propuesta, Tom Wheeler expone hacia dónde quiere que se regule Internet, proponiendo los siguientes cuatro puntos:
A grandes rasgos, la idea de Wheeler se parece mucho a la neutralidad de red, salvo por una cosa. Tal y como está explicado, se abre la puerta a que los ISP ofrezcan “paquetes extra”. Un ejemplo no dañino: que se permita a alguien que sólo usa Facebook y Netflix contratar un servicio a 5 Mbps para navegación web y otro a 100 Mbps para streaming de vídeo, de tal forma que el usuario recibe un servicio adaptado a sus necesidades por menos precio.
Pero no todo es bueno con esta propuesta. Siempre puede darse el caso de un usuario que contrata 100 Mbps y que aun así no puede ver vídeos de YouTube porque el enlace normal del ISP a Google “está saturado” y “si quiere un servicio mejor tenemos un paquete extra por sólo XX dólares que le enrutaría a través de nuestra vía rápida”. Cualquier cosa que no sea neutralidad de red estricta está abierta a abuso, más aún con el lenguaje ambiguo de la FCC de permitir sólo prácticas“comercialmente razonables”,
Tampoco se sabe si con estas medidas se permitirían paquetes como los de Amena, ofreciendo límites separados para descargas y navegación. Sí que parece claro que un modelo como el de la televisión, con paquetes de pago para acceder a diferentes sitios web, no sería razonable y quedaría prohibido.
Todavía hay una opción: el Título II
Gracias a la presión de los usuarios y consumidores, en la propuesta de la FCC se considera clasificar los servicios de Internet bajo el Título II. Esta sección, originalmente pensada para proveedores de comunicaciones telefónicas, es más estricta y garantizaría la neutralidad de red.
La parte mala de este regulación es que, como podréis imaginar, incluye muchas cosas que no son relevantes o que no deberían aplicarse a proveedores de Internet. Es decir, que si se adopta esa regulación (cosa que parece difícil) habría que modificarla y adaptarla.
Desde luego, la neutralidad de red está a debate en Estados Unidos. La FCC recibirá comentarios de cualquiera (ISPs, empresas de Internet o usuarios comunes) durante cuatro meses, y sobre esos comentarios se decidirá la regulación final. Si hay suerte, la presión ciudadana puede cambiar el curso de esta regulación.
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