La extrema reserva con que el gobierno ha llevado adelante el proceso de negociación del acuerdo TransPacific Partnership (TPP), nuevamente está en la palestra. Y es que el tratado comercial que negocian actualmente 12 países, establecerá regulaciones específicas en temas como propiedad intelectual, empresas del Estado, reglas de origen, inversiones y estándares medioambientales, situación que, hasta el momento, no es bien vista por los actores sociales y ex autoridades de gobierno.
Ya hace algunas semanas Wikileaks filtró un documento que evidenciaba las posturas de los países negociadores en materia de propiedad intelectual, uno de los capítulos más sensibles de la negociación. A esta filtración se sumaron dos textos más que exhiben las posiciones de los países en materias de inversión y medio ambiente.
Es en este escenario en el que los ex cancilleres y ex autoridades pertenecientes al ministerio de Relaciones Exteriores durante los gobiernos de la Concertación, solicitarán una reunión con el canciller Alfredo Moreno para la próxima semana, con el fin de manifestarle su preocupación por la forma en que la actual administración ha llevado adelante la negociación. En esta reunión se espera que participen Juan Gabriel Valdés (PS), Soledad Alvear (DC), Ignacio Walker (DC), Mariano Fernández (DC) y Carlos Figueroa (DC).
Dado el fin de los plazos para la actual administración, que en todo momento buscó sellar el acuerdo, se prevé que sea el próximo gobierno quien deba decidir el futuro del proceso. Así, de resultar electa presidenta Michelle Bachelet, volvería a revisar una negociación que se inició en su anterior mandato (ver recuadro).
La posibilidad de suspender el proceso
De hecho, en una declaración pública firmada por la sociedad civil y que incluía a ex autoridades y parlamentarios de oposición, se establece que el TPP debe negociarse “sin apuros” y con la máxima discusión pública posible “revisando exhaustivamente sus alcances e implicaciones, valorando los costos y beneficios a largo plazo, de manera de resguardar los intereses nacionales, los procesos de integración regional y las relaciones internacionales con otros socios comerciales como China, India, Brasil, que no son parte del TPP”.
Este emplazamiento se suma al llamado que realizó el Senado hace unos meses, solicitando que se detuviera y se transparentara la negociación, abriendo el debate a la sociedad civil para analizar los aspectos técnicos del proceso.
Rondas del próximo año
Tras la ronda de Singapur de diciembre -donde pese a los esfuerzos desplegados, no se logró sellar el acuerdo- ahora resta esperar las próximas rondas de negociaciones que se desarrollarían en enero y febrero de 2014.
En la última reunión, la falta de acuerdos entre EEUU y Japón sobre las tarifas japonesas agropecuarias, postergó el cierre de las tratativas. Además, quedaron pospuestas para el próximo año temas clave como propiedad intelectual y reformas a empresas estatales.
Impacto en la innovación
Tal como explica Carolina Sepúlveda, ex jefa de propiedad intelectual de la Direcon y actual directora de Intangible consultoría, el TPP baja la exigencia de divulgación de las patentes, lo que dificultaría entregar el conocimiento al dominio público. “Lo que hace el TPP es que no exige la divulgación total del invento, por lo tanto, al bajar ese nivel no va a existir acceso al estado de la técnica, y los países en vias de desarrollo, para hacer innovadores deben pasar por etapas previas como el conocimiento de la técnica, después imitar y después innovar”, afirma Sepúlveda.
Bachelet propone revisión “exhaustiva”
Ante las críticas que han surgido por la urgencia con la que se ha llevado a cabo la negociación del TransPacific Partnership (TPP), la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, ha planteado su preocupación al respecto.
De hecho, en su programa de gobierno hay una alusión directa a la velocidad del proceso y a los alcances que tiene el TPP tiene sobre Chile. El documento plantea que “para velar por el interés de Chile se debe hacer una revisión exhaustiva de sus alcances e implicaciones (…) es prioritario impedir aspectos cuestionables que pudieran surgir en este acuerdo, pues, mal manejado, se transformaría en una renegociación indirecta de nuestro TLC con EEUU, debilitando acuerdos ya establecidos en materia de propiedad intelectual, farmacéuticos, compras públicas, servicios e inversiones, o llevaría a la instalación de nuevas normas en el sector financiero”.
Es más, plantea que se repondrán mecanismos de consulta y coordinación con el sector productivo, el que también ha manifestado su preocupación respecto de los alcances de la negociación, “de manera que las definiciones y líneas de trabajo llevadas a cabo en el ámbito de las relaciones económicas internacionales, recuperen su condición de Políticas de Estado con una legitimidad fundada en una amplia participación”.
De hecho, con estas medidas ya se advierte un giro en materia de relaciones internacionales donde el foco también se centrará en la relación que tiene Chile con sus pares a nivel regional.
La extrema reserva con que el gobierno ha llevado adelante el proceso de negociación del acuerdo TransPacific Partnership (TPP), nuevamente está en la palestra. Y es que el tratado comercial que negocian actualmente 12 países, establecerá regulaciones específicas en temas como propiedad intelectual, empresas del Estado, reglas de origen, inversiones y estándares medioambientales, situación que, hasta el momento, no es bien vista por los actores sociales y ex autoridades de gobierno.
Ya hace algunas semanas Wikileaks filtró un documento que evidenciaba las posturas de los países negociadores en materia de propiedad intelectual, uno de los capítulos más sensibles de la negociación. A esta filtración se sumaron dos textos más que exhiben las posiciones de los países en materias de inversión y medio ambiente.
Es en este escenario en el que los ex cancilleres y ex autoridades pertenecientes al ministerio de Relaciones Exteriores durante los gobiernos de la Concertación, solicitarán una reunión con el canciller Alfredo Moreno para la próxima semana, con el fin de manifestarle su preocupación por la forma en que la actual administración ha llevado adelante la negociación. En esta reunión se espera que participen Juan Gabriel Valdés (PS), Soledad Alvear (DC), Ignacio Walker (DC), Mariano Fernández (DC) y Carlos Figueroa (DC).
Dado el fin de los plazos para la actual administración, que en todo momento buscó sellar el acuerdo, se prevé que sea el próximo gobierno quien deba decidir el futuro del proceso. Así, de resultar electa presidenta Michelle Bachelet, volvería a revisar una negociación que se inició en su anterior mandato (ver recuadro).
La posibilidad de suspender el proceso
De hecho, en una declaración pública firmada por la sociedad civil y que incluía a ex autoridades y parlamentarios de oposición, se establece que el TPP debe negociarse “sin apuros” y con la máxima discusión pública posible “revisando exhaustivamente sus alcances e implicaciones, valorando los costos y beneficios a largo plazo, de manera de resguardar los intereses nacionales, los procesos de integración regional y las relaciones internacionales con otros socios comerciales como China, India, Brasil, que no son parte del TPP”.
Este emplazamiento se suma al llamado que realizó el Senado hace unos meses, solicitando que se detuviera y se transparentara la negociación, abriendo el debate a la sociedad civil para analizar los aspectos técnicos del proceso.
Rondas del próximo año
Tras la ronda de Singapur de diciembre -donde pese a los esfuerzos desplegados, no se logró sellar el acuerdo- ahora resta esperar las próximas rondas de negociaciones que se desarrollarían en enero y febrero de 2014.
En la última reunión, la falta de acuerdos entre EEUU y Japón sobre las tarifas japonesas agropecuarias, postergó el cierre de las tratativas. Además, quedaron pospuestas para el próximo año temas clave como propiedad intelectual y reformas a empresas estatales.
Impacto en la innovación
Tal como explica Carolina Sepúlveda, ex jefa de propiedad intelectual de la Direcon y actual directora de Intangible consultoría, el TPP baja la exigencia de divulgación de las patentes, lo que dificultaría entregar el conocimiento al dominio público. “Lo que hace el TPP es que no exige la divulgación total del invento, por lo tanto, al bajar ese nivel no va a existir acceso al estado de la técnica, y los países en vias de desarrollo, para hacer innovadores deben pasar por etapas previas como el conocimiento de la técnica, después imitar y después innovar”, afirma Sepúlveda.
Bachelet propone revisión “exhaustiva”
Ante las críticas que han surgido por la urgencia con la que se ha llevado a cabo la negociación del TransPacific Partnership (TPP), la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, ha planteado su preocupación al respecto.
De hecho, en su programa de gobierno hay una alusión directa a la velocidad del proceso y a los alcances que tiene el TPP tiene sobre Chile. El documento plantea que “para velar por el interés de Chile se debe hacer una revisión exhaustiva de sus alcances e implicaciones (…) es prioritario impedir aspectos cuestionables que pudieran surgir en este acuerdo, pues, mal manejado, se transformaría en una renegociación indirecta de nuestro TLC con EEUU, debilitando acuerdos ya establecidos en materia de propiedad intelectual, farmacéuticos, compras públicas, servicios e inversiones, o llevaría a la instalación de nuevas normas en el sector financiero”.
Es más, plantea que se repondrán mecanismos de consulta y coordinación con el sector productivo, el que también ha manifestado su preocupación respecto de los alcances de la negociación, “de manera que las definiciones y líneas de trabajo llevadas a cabo en el ámbito de las relaciones económicas internacionales, recuperen su condición de Políticas de Estado con una legitimidad fundada en una amplia participación”.
De hecho, con estas medidas ya se advierte un giro en materia de relaciones internacionales donde el foco también se centrará en la relación que tiene Chile con sus pares a nivel regional.
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