CBC News, en colaboración con el medio The Intercept, ha revelado una operación interesante que se está llevando desde el gobierno canadiense: El CSE (Communications Security Establishment, el equivalente a la NSA en Canadá) está monitorizando más de quince millones de descargas diarias desde sitios como RapidShare o SendSpace entre otros.
Su objetivo: localizar extremistas entre todos los internautas que descarguen archivos de esos portales. Según la presentación que se ha filtrado, el llamado proyecto LEVITATION pone en la mesa la hipótesis de que organizaciones extremistas como Al-Qaeda utilizan portales de descargas para distribuir propaganda yihadista y material para entrenamiento militar.
C
on esta monitorización, el CSE se hace tanto con los documentos que se descargan, como sus direcciones de descarga originales y las direcciones IP de aquellos usuarios que se lo han descargado. Y de esas quince millones de descargas que se miran a diario desde 2012, se localizan 350 “interesantes” al mes. Lo que viene a ser un 0,0001% de todas las descargas registradas.
Los responsables de RapidShare y la antigua MegaUpload no se han pronunciado al respecto, pero sí que lo ha hecho SendSpace poniéndose a la defensiva. “Ninguna organización tiene la habilidad o el permiso de registrar SendSpace buscando datos” a menos que sea exigido legalmente, responden. La propia CSE, en cambio, afirma que tiene autoridad para hacerlo pero sin concretar si el proyecto LEVITATION sigue activo:
Estamos legalmente autorizados a recopilar y analizar metadatos, incluyendo los de partes de internet usadas rutinariamente por terroristas. Algunos de los análisis de los metadatos del CSE están diseñados para identificar a terroristas extranjeros que utilizan internet para actividades que amenazan la seguridad de Canadá y de los ciudadanos canadienses.
El CSE no dirige sus actividades hacia los canadienses o a cualquiera que esté en Canadá, y de acuerdo con nuestra legislación, tiene un conjunto de medidas para proteger la privacidad de los canadienses que por incidente se topen con estas operaciones de inteligencia hacia el extranjero.
Manuales de terrorismo enterrados bajo montañas de capítulos de Glee
Una vez más, el debate de las comunicaciones “pinchadas” en internet vuelve a ponerse encima de la mesa. ¿Vale la pena que una agencia gubernamental utilice su poder para vigilar las descargas de un portal? Sí, se encuentran enlaces que podrían apuntar a actividades terroristas, pero estamos hablando de sólo 350 encuentros válidos de los 450 millones que se registran cada mes. Hasta en la misma presentación los responsables del proyecto bromean sobre la cantidad de vídeos y canciones de la serie “Glee” con los que se topan en estos registros.
Dicho de otro modo: si fueras canadiense, ¿aceptarías que una agencia gubernamental sepa qué te estás descargando de RapidShare si a cambio abres un 0,0001 de posibilidades de localizar la dirección IP de un terrorista? De momento un representate del grupo canadiende OpenMedia ya se queja de cómo esas búsquedas no vienen precedidas de ninguna orden y revelan cómo el gobierno “miente” al asegurar que no pincha comunicaciones de se modo. Ron Deibert, de Citizen Lab, lo describe muy bien: “LEVITATION ilustra esa máquina de rayos X gigante sobre nuestras vidas digitales”.
La presentación termina mostrando dos ejemplos de éxito con la iniciativa, en la que se localizaron vídeos de rehenes alemanes desde una IP que hasta el momento no estaba señalada como potencialmente violenta o se pudo informar a la CIA sobre planes de Al-Qaeda en Algeria. El debate está servido.
CBC News, en colaboración con el medio The Intercept, ha revelado una operación interesante que se está llevando desde el gobierno canadiense: El CSE (Communications Security Establishment, el equivalente a la NSA en Canadá) está monitorizando más de quince millones de descargas diarias desde sitios como RapidShare o SendSpace entre otros.
Su objetivo: localizar extremistas entre todos los internautas que descarguen archivos de esos portales. Según la presentación que se ha filtrado, el llamado proyecto LEVITATION pone en la mesa la hipótesis de que organizaciones extremistas como Al-Qaeda utilizan portales de descargas para distribuir propaganda yihadista y material para entrenamiento militar.
C
on esta monitorización, el CSE se hace tanto con los documentos que se descargan, como sus direcciones de descarga originales y las direcciones IP de aquellos usuarios que se lo han descargado. Y de esas quince millones de descargas que se miran a diario desde 2012, se localizan 350 “interesantes” al mes. Lo que viene a ser un 0,0001% de todas las descargas registradas.
Los responsables de RapidShare y la antigua MegaUpload no se han pronunciado al respecto, pero sí que lo ha hecho SendSpace poniéndose a la defensiva. “Ninguna organización tiene la habilidad o el permiso de registrar SendSpace buscando datos” a menos que sea exigido legalmente, responden. La propia CSE, en cambio, afirma que tiene autoridad para hacerlo pero sin concretar si el proyecto LEVITATION sigue activo:
Manuales de terrorismo enterrados bajo montañas de capítulos de Glee
Una vez más, el debate de las comunicaciones “pinchadas” en internet vuelve a ponerse encima de la mesa. ¿Vale la pena que una agencia gubernamental utilice su poder para vigilar las descargas de un portal? Sí, se encuentran enlaces que podrían apuntar a actividades terroristas, pero estamos hablando de sólo 350 encuentros válidos de los 450 millones que se registran cada mes. Hasta en la misma presentación los responsables del proyecto bromean sobre la cantidad de vídeos y canciones de la serie “Glee” con los que se topan en estos registros.
Dicho de otro modo: si fueras canadiense, ¿aceptarías que una agencia gubernamental sepa qué te estás descargando de RapidShare si a cambio abres un 0,0001 de posibilidades de localizar la dirección IP de un terrorista? De momento un representate del grupo canadiende OpenMedia ya se queja de cómo esas búsquedas no vienen precedidas de ninguna orden y revelan cómo el gobierno “miente” al asegurar que no pincha comunicaciones de se modo. Ron Deibert, de Citizen Lab, lo describe muy bien: “LEVITATION ilustra esa máquina de rayos X gigante sobre nuestras vidas digitales”.
La presentación termina mostrando dos ejemplos de éxito con la iniciativa, en la que se localizaron vídeos de rehenes alemanes desde una IP que hasta el momento no estaba señalada como potencialmente violenta o se pudo informar a la CIA sobre planes de Al-Qaeda en Algeria. El debate está servido.
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