Sin saberlo varios londinenses aceptaron cambiar a su hijo primogénito por el acceso gratuito a una red Wi-Fi, informa ‘The Independent’.
Esta curiosa situación se explica por un experimento en el que una serie de clientes, al intentar conectarse a una red pública, aceptaron una cláusula que decía “el firmante accede a entregar a su primer hijo para toda la eternidad”.
El experimento forma parte de un estudio (liderado por la firma finlandesa F-Secure y respaldado por la agencia Europol) que tiene como objetivo alertar de la falta de conciencia de los consumidores al demostrar que parte de la población no lee los términos y condiciones a los que se compromete al acceder a una red pública de Wi-Fi.
Sin saberlo varios londinenses aceptaron cambiar a su hijo primogénito por el acceso gratuito a una red Wi-Fi, informa ‘The Independent’.
Esta curiosa situación se explica por un experimento en el que una serie de clientes, al intentar conectarse a una red pública, aceptaron una cláusula que decía “el firmante accede a entregar a su primer hijo para toda la eternidad”.
El experimento forma parte de un estudio (liderado por la firma finlandesa F-Secure y respaldado por la agencia Europol) que tiene como objetivo alertar de la falta de conciencia de los consumidores al demostrar que parte de la población no lee los términos y condiciones a los que se compromete al acceder a una red pública de Wi-Fi.
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