Brasil y Europa se alían para lanzar un nuevo cable submarino que unan Brasil con Europa y así depender menos de los cables que pasan por EE.UU.
Dilma Rousseff está de gira en Europa, lo que tras su plantón a la diplomacia de EE.UU. tan solo puede leerse como una forma de avisar que Brasil no quiere estar ante su dominación de redes. Tras ser espiada por la NSA según la información que los papeles filtrados por Edward Snowden confirmaron, la diplomacia de Brasil y EE.UU. no pasa por su mejor momento.
La vigilancia que agencias de seguridad como NSA o GCHQ hacen de cables de fibra óptica por el que pasa el tráfico de internet es algo que se ha considerado un ataque a la neutralidad de la red y sobre todo, un ataque a las libertades de información entre países y entre individuos. Por eso Brasil quiere dejar de depender de que sus comunicaciones pasen por EE.UU. invirtiendo junto a Europa USD$185 millones en un nuevo cable submarino que unirán Lisboa con Fortaleza.
Fortaleza es la ciudad de Brasil donde llegan la mayoría de los cables submarinos que conectan con diferentes países y a su vez, a Río de Janeiro. Por ejemplo el cable Amercas-1 Sur que une Venezuela, Brasil y las Islas Vírgenes. El cable Atlantis-2 une Cabo Verde, España, Senegal, Argenina y Portugal. SAC, un cable que une Venezuela, Panamá, Argenina, Perú, Chile y las Islas Vírgenes.
Brasil y Europa ya tienen un sistema de cable que los unen, pero es antiguo y tan solo se usa para llamadas telefónicas. Un nuevo cable puede ayudar a mejorar las comunicaciones e incluso aumentar la velocidad de conexión de Brasil al tener una conexión más directa con los centros de datos de Europa.
Link: Reuters
Brasil y Europa se alían para lanzar un nuevo cable submarino que unan Brasil con Europa y así depender menos de los cables que pasan por EE.UU.
Dilma Rousseff está de gira en Europa, lo que tras su plantón a la diplomacia de EE.UU. tan solo puede leerse como una forma de avisar que Brasil no quiere estar ante su dominación de redes. Tras ser espiada por la NSA según la información que los papeles filtrados por Edward Snowden confirmaron, la diplomacia de Brasil y EE.UU. no pasa por su mejor momento.
La vigilancia que agencias de seguridad como NSA o GCHQ hacen de cables de fibra óptica por el que pasa el tráfico de internet es algo que se ha considerado un ataque a la neutralidad de la red y sobre todo, un ataque a las libertades de información entre países y entre individuos. Por eso Brasil quiere dejar de depender de que sus comunicaciones pasen por EE.UU. invirtiendo junto a Europa USD$185 millones en un nuevo cable submarino que unirán Lisboa con Fortaleza.
Fortaleza es la ciudad de Brasil donde llegan la mayoría de los cables submarinos que conectan con diferentes países y a su vez, a Río de Janeiro. Por ejemplo el cable Amercas-1 Sur que une Venezuela, Brasil y las Islas Vírgenes. El cable Atlantis-2 une Cabo Verde, España, Senegal, Argenina y Portugal. SAC, un cable que une Venezuela, Panamá, Argenina, Perú, Chile y las Islas Vírgenes.
Brasil y Europa ya tienen un sistema de cable que los unen, pero es antiguo y tan solo se usa para llamadas telefónicas. Un nuevo cable puede ayudar a mejorar las comunicaciones e incluso aumentar la velocidad de conexión de Brasil al tener una conexión más directa con los centros de datos de Europa.
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